Joyas, Lifestyle

5 planes eco para vivir un verano más sostenible

Hoteles en los que la naturaleza es el principal atractivo o restaurantes donde comer bien es sinónimo de producto ecológico: El turismo que cuida del medioambiente es el cuida de nuestro bienestar.

Pretender desconectar sin incluir a la naturaleza en la ecuación resulta una tarea imposible. Nuestro entorno, el más primitivo, forma parte de nuestra esencia y reconectar con él significa recuperar nuestra raíces, el bienestar y la salud que tanto ansiamos. Es por ello que respetar el medioambiente y adquirir una conciencia ecológica —incluso durante nuestro tiempo de ocio— es, además de positivo, necesario y urgente. Emprendemos un viaje a los destinos en los que el turismo no se entiende sin el prefijo ‘agro’, a las mesas cuyos menús no conocen productos fuera de temporada y a caminos intactos que (afortunadamente) no han sufrido el impacto de los seres humanos. Se trata de volver a las buenas prácticas del pasado para evolucionar hacia el futuro.

Can Domo (Ibiza)

Lejos de las playas y el turismo masivo de la isla, existe otra Ibiza, la que conecta con la naturaleza y la esencia mediterránea. Allí el día transcurre entre rutas de pinos y acantilados, con el único sonido de las chicharras. En medio de esta recóndita Ibiza, la más desconocida, se encuentra Can Domo, un hotel rodeado de 15 hectáreas de olivos —producen su propio aceite— y un huerto ecológico, cuyo producto de temporada va directo a la mesa de su restaurante, respetando así los tiempos que marca la naturaleza.

Este hotel renovado —acaba de reabrir sus puertas tras una reforma y un cambio de dueños— se viste ahora con un diseño contemporáneo que se fusiona con la naturaleza y la esencia de la construcción rústica ibicenca. Un proyecto en el que el respeto por el medioambiente y la oferta agroturística son las máximas prioridades. En su propuesta de alojamiento se incluyen cuatro habitaciones con piscina privada de las que no querrás salir.

Can Domo (Ibiza)
©Can Domo Ibiza

Eco Resort Mas Salagros (Barcelona)

A 20 minutos de Barcelona, en el parque protegido de la Serralada Litoral, se alza esta masía de 1497, que promete una experiencia sostenible 360 grados. Consta de 60 habitaciones rehabilitadas con materiales naturales, tres restaurantes certificados por Green Globe, en los que se sirven productos ecológicos procedentes de productores locales, y un sistema de consumo energético eficiente común a todas las instalaciones. Incluso dispone de un punto de recarga para los que acudan con vehículo eléctrico. Y lo que es bueno para el medioambiente lo es también para nosotros. Todas las acciones que Mas Salagros pone en marcha por conciencia ecológica repercuten directamente en nuestra salud. Además de la salubridad de su cocina, libre de artificios y pesticidas, la limpieza de las habitaciones se lleva a cabo con productos bio y los talleres brindan la posibilidad de hacer mermeladas ecológicas o relajados paseos por la naturaleza. Y para poner el broche de oro a una estancia centrada en el bienestar: dos piscinas y su spa, en el que encontrar la calma es tan sencillo como dejarse llevar en su ‘flotarium’. Una sensación tan solo comparable a la del Mar Muerto.

Eco Resort Mas Salagros (Barcelona)
©Mas Salagros EcoResort

Parador Nacional El Saler (Valencia)

Es uno de los pocos hoteles a pie de playa que, en vez de restar al entorno, suma. La arquitectura del parador está perfectamente integrada en el paraje dunar y el bosque de pinos, que forma parte del parque natural de l’Albufera. Y muy cerca de él, una playa casi salvaje en la que anidan tortugas. Por eso El Saler colabora con Global Nature, Xaloc y la Generalitat Valenciana, para custodiar la biodiversidad de este ecosistema y sustituir especies invasoras por otras endémicas.

Este parador, ubicado a escasos minutos de la ciudad de Valencia, es perfecto para relajarse —por la paz que se respira en el entorno y por las aguas de spa— y para practicar una gran oferta de deportes al aire libre. Cuenta con un campo de hierba y uno de golf (uno de los más bellos del mundo) a orillas del Mediterráneo.

Parador Nacional El Saler (Valencia)
©Paradores

El Invernadero (Madrid)

A pesar de ubicarse en una de las zonas más concurridas de la capital (calle Ponzano, 85), entrar en este restaurante capitaneado por Rodrigo de la Calle es como abrir la puerta de Narnia a un mundo mágico de calma y buena mesa. En un ambiente íntimo en el que solo conviven 20 comensales, el chef inventor del concepto ‘gastrobotánica’ pone en marcha un menú de origen vegetal (existe la posibilidad de añadir pescado, carne o quesos), valedor de una Estrella Verde Michelín. Este distintivo en forma de hoja que cuelga de unos pocos restaurantes españoles premia el compromiso con la sostenibilidad en el campo gastronómico. Para acompañar, como no podía ser de otra forma, El Invernadero ofrece bebidas vegetales fermentadas —como la kombucha o el kéfir de agua— y vinos ecológicos. Una experiencia gastronómica completa que respeta los ritmos de la naturaleza —el chef madrileño acepta la temporalidad y evanescencia del producto y trabaja según el timing marcado por las estaciones—, y se esfuerza por innovar con iniciativas que preservan el medioambiente: desde la gestión de recursos hasta la eliminación de residuos.

El Invernadero (Madrid)
©El Invernadero Restaurante

Ruta de Siurana (Tarragona)

Por su ubicación, levantado sobre un gran peñón de roca caliza, Siurana, además de ser uno de los pueblos medievales más bonitos de España, es el lugar elegido por escaladores de todo el viejo continente. Y su entorno, entre las sierras de Montsant y Gritella, lo convierten en un espectáculo para senderistas. Siurana es el punto de partida a un sinfín de rutas —para expertos y no iniciados—, y espectador de charlas calmadas con amigos a paso ligero, y de momentos de relajación en los que la paz se alcanza antes, incluso, de haber perdido la noción del tiempo. Bajo su roca se encuentra el embalse del mismo nombre y un agua calmada y preparada, verano tras verano, para recibir a bañistas y a asiduos a los deportes acuáticos, especialmente el kayak.

Ruta de Siurana (Tarragona)
©Infocatalonia.eu