Lifestyle

Cómo vestir en la oficina según las tendencias

Volvemos a poner, con ilusión, el contador a cero. Empezamos un nuevo curso de proyectos por desarrollar, sueños por cumplir y looks por estrenar. Es la época del año en la que la moda se reinventa para abrirnos las puertas de un nuevo capítulo, que esta temporada escribiremos con un armario lleno de clásicos renovados.

Las pasarelas viajan a décadas pasadas para recuperar un hit de Balenciaga: el abrigo de silueta cocoon, los trajes de terciopelo con pata de elefante de los 70, la estética college que trasladaron de la universidad a las calles los creadores estadounidenses de los 80 o el vestido que empoderó a la mujer en su inserción laboral. Pero ninguna de estas aportaciones a la historia de la moda viaja en el tiempo de manera literal. Su esencia ha cambiado y, sobre todo, se ha adaptado a los nuevos tiempos. Toma nota de qué (y cómo) se llevan las tendencias working girl del otoño de 2022 para empezar el curso con mucho estilo

Los pantalones split

Una simple abertura lateral (a la altura del tobillo o a media pierna) y ya tenemos los pantalones imprescindibles en el armario de las que más saben de moda. Victoria Beckham los lleva desde hace ya varias temporadas. Pero, ¿por qué gustan tanto? Sin duda porque estilizan la figura y dejan ver nuestros zapatos o botines: un accesorio en el que siempre ponemos mucha atención. La firma Max Mara propone, además, combinaciones con abrigos oversize, otra de las tendencias más fuertes para el ámbito laboral.

©Max Mara Atelier

Los cuadros versionados

Si entre tus imprescindibles para la oficina no pueden faltar los cuadros, debes saber que esta temporada este estampado tiene menos que ver con los clásicos Vichy o príncipe de Gales, y más con juegos de formas geométricas en varios colores. El resultado lo encontrarás, por ejemplo, en este dos piezas de chaqueta y pantalón de pata de elefante firmado por Mara Hoffman. Tras la jornada, transforma este look de trabajo en uno after work cambiando la camisa por un corpiño o bustier.

©Mara Hoffman

El traje sastre y todas sus texturas

No solo de lana vive el look más formal de la oficina. Esta temporada el terciopelo —como este diseño de Temperley London—, la pana, el raso o, incluso, el brocado, salen de los entornos festivos para colarse en importantes reuniones. Las chaquetas oversize empiezan a dejar paso a las ligeramente entalladas, y los pitillo ceden su hegemonía a los pantalones de pata ancha. Si quieres ir a la última introduce en tu look un chaleco a juego.

©Temperley London

El traje con falda

El traje de dos piezas que heredamos del armario masculino gracias a Coco Chanel vuelve ahora en su versión con falda: mini o midi, como en este conjunto de Paul Smith. Encuentra su mejor match en los zapatos con pulsera en el tobillo, que proporcionan ese look tan auténtico de los años 40, cuando esta combinación fue tendencia absoluta.

©Paul Smith

La estética preppy

En los 80 salió de las aulas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos para subirse a la pasarela, de la mano de Ralph Lauren y Tommy Hilfiger. En los 90 regresó gracias a los looks de Alicia Silverstone en Fuera de onda. Y en los 2000 captó a una nueva generación a través del éxito de Gossip Girl. Ahora, la tendencia college —la de cazadoras varsity, gorras y jerséis de pico— se adapta a otros contextos gracias a botas extra large, como esta propuesta en vinilo de Rag & Bone. La clave está en mezclarlas con faldas de tablas por debajo de la rodilla.

©Rag & Bone

El vestido de punto

En 1973 Diane von Furstenberg puso a la venta el primer wrap dress, un hito de la moda que en su nacimiento acompañó a la mujer en la incorporación al trabajo en plena ola feminista. Ahora la diseñadora propone su pieza estrella en punto: un tejido imprescindible este otoño no solo en vestidos sino también en total looks compuestos por pantalón y jersey o cárdigan.

©Ryan Dorsett/Diane von Furstenberg

La corbata

La mayor parte de las piezas que componen nuestros uniformes de working girl preferidos—trajes sastre, cárdigans, pantalones…— provienen del armario masculino. Pero hay una de ellas que nunca llegó a calar del todo: la corbata. Este otoño, el accesorio con el que Diane Keaton pasó a la historia de la moda por su papel en Annie Hall y que esta temporada propone Louis Vuitton sobre la pasarela, nos acompañará (por fin) en nuestras jornadas de trabajo. 

©Louis Vuitton

El total look

Al traje le ha salido un serio competidor, con pase preferente incluso para las citas más formales. Se trata de los conjuntos de dos piezas que hacen match con sus estampados: en rayas, cuadros, motivos geométricos o flores, como la propuesta de Paul Smith. No hay margen de error en estos conjuntos, que además nos ahorran más de un quebradero de cabeza cuando por la mañana nos enfrentamos a la temida pregunta: y hoy ¿qué me pongo?

©Paul Smith

Las botas mosqueteras

Las botas altísimas ofrecen un aire seventies muy cool y combinan con todo, especialmente con faldas midi y gabardinas, como la propuesta de Lemaire sin miedo al total look blanco cuando caen las temperaturas. Esta temporada las opciones en botas son infinitas: las encontrarás de estética mosquetera o cowboy, en ante o piel, planas o con tacón, e incluso las de suela track y estética militar.

©Lemaire

Los colores vitamina

Si hay algo que determina la diferencia entre un armario de verano y uno de invierno es la elección del color. Se acabó recurrir únicamente al negro, gris o beige cuando caen las temperaturas. Es hora de incluir una paleta cromática mucho más atrevida, capaz de inyectarnos una dosis de optimismo en los días más grises. Emilio Pucci presenta en su colección piezas en colores vivos, como el fucsia o el amarillo, que combina de forma inteligente con pantalones negros para equilibrar la balanza del color.

©Emilio Pucci