Ligero, extremadamente resistente a la corrosión y con un peculiar acabado oscuro, el titanio se ha destapado como un producto ideal para la fabricación de relojes. De hecho, su aplicación, junto con la cerámica, sin duda ha representado una de las revoluciones más importantes en la fabricación relojera de las últimas décadas. Hasta su llegada, la oferta del mercado quedaba reducida a los metales preciosos y el acero. El titanio, sin embargo, aportaba una serie de ventajas a las cuales es difícil resistirse hoy en día.
Una muestra de esta popularidad es la reciente presentación de tres novedades de Blancpain realizadas en este material. El conjunto lo componen una nueva versión del Bathyscaphe Automático, el aviador Air Command y el curioso Fifty Fathoms Tourbillon 8 Jours. Aunque dediquemos antes unas pocas palabras al titanio antes de hablar de ellos.
Titanio, un metal surgido de las profundidades
Aunque no nos llevamos a engaño: el titanio es uno de los elementos naturales más abundantes en la corteza terrestre, así que no hace falta descender sumergirse cientos de metros para extraerlo. El título se explica porque fue precisamente en el segmento de instrumentos de submarinismo donde el titanio tuvo su primera presencia relojera.
Fue a comienzos de los setenta cuando se anunciaron la realización de los primeros prototipos de relojes de buceo fabricados con este material. Pero no sería hasta 1980 cuando se empezaría a popularizar el uso del titanio con el primer reloj con la caja y brazalete fabricados en este material en serie.
¿por qué tardó tanto tiempo el titanio en popularizarse dentro de la relojería deportiva? Por la sencilla razón de su extraordinaria complejidad de manipulación.
Con el titanio la industria relojera era capaz de elaborar relojes de buceo más manejables. Pesaban menos que los relojes de acero y ofrecían unas medidas más contenidas. Todo ello gracias a su ligereza y grado de resistencia. El titanio también demostró ser un metal ideal para el entorno marino gracias a su extraordinaria resistencia a la corrosión. Incluso su bajo nivel de toxicidad pronto se destapó como una ventaja más en los casos de aficionados con pieles muy sensibles.
Si todas estas ventajas eran conocidas desde el momento de ser probado en los primeros prototipos, ¿por qué tardó tanto tiempo el titanio en popularizarse dentro de la relojería deportiva? Por la sencilla razón de su extraordinaria complejidad de manipulación. El titanio requiere de fornituras exclusivas para su uso. El precio de fabricación solo comenzó a bajar una vez que estas maquinarias fueron más habituales en las líneas de producción. Conseguido este objetivo, era cuestión de tiempo que los relojes de titanio alcanzaran la popularidad que tienen hoy en día.
El Blancpain Bathyscaphe más esperado
Conocidas las virtudes del titanio, no nos extraña el revuelo que ha levantado el nuevo Fifty Fathoms Bathyscaphe de titanio. De las tres últimas novedades de Blancpain esta ha sido sin duda la más esperada por los seguidores de la firma.
Lanzado al mercado en 2013 con motivo del 60º aniversario del Fifty Fathoms, el Bathyscaphe ha logrado en tan poco tiempo en convertirse en uno de los relojes de submarinismo favoritos del mercado. Su diseño estaba basado en un antiguo modelo desarrollado por Blancpain en 1956, reintroduciéndolo en el mercado con muy cambios estéticos respecto al original.
El Bathyscaphe se ha destapado como un reloj rabiosamente moderno sin abandonar su estilo vintage. La caja tiene un diámetro de 43 milímetros y una altura de poco más de 13,45 milímetros. Son dimensiones más contenidas que las del Fifty Fathoms más habitual. También es más estilizado, con un bisel más fino y una esfera de excelente legibilidad.
La nueva versión aprovecha de manera magistral las características estéticas del titanio. La superficie satinada remarca el tono gris oscuro de la caja, bien acompañado por una esfera en el mismo color, aunque en acabado cepillado, y su característico bisel rematado con un disco de cerámica con la escala horaria de Liquidmetal.
No hay cambios en el corazón del reloj, donde se sigue usando el contrastado calibre 1315 con espiral de silicio y cinco días de reserva de marcha. Llegados al componente mecánico, es importante recordar que Blancpain es una de las pocas firmas suizas que fabrica la totalidad de los movimientos usados por los relojes de su catálogo. Todas ellas son maquinarias de excelente nivel técnico y acabado, como podemos comprobar a través del fondo transparente de la caja. En cuanto a sus aptitudes para el buceo, el Fifty Fathoms Bathyscaphe dispone de un nivel de hermeticidad hasta 300 metros. El acabado monocromático del Fifty Fathoms Bathyscaphe se completa con la oferta disponible de correas, ya sea en la versión con tela de vela, tejido de tipo NATO o la deslumbrante versión con brazalete de titanio.
Alta complicación submarina
Un concepto radicalmente diferente de reloj de buceo es el que nos propone el Fifty Fathoms Tourbillon 8 Jours. Aquí la novedad reside de nuevo en el titanio como material de fabricación, porque el modelo es un viejo conocido de los seguidores de la marca. De hecho, la versión Tourbillon 8 Jours fue una de las primeras referencias que lanzó Blancpain en 2007 cuando decidió recuperar el Fifty Fathoms. Fue un reloj que no pasó desapercibido en su momento. Si ya causó sensación un reloj de buceo por parte de Blancpain, hasta entonces una firma centrada en piezas de corte clásico, más sorprendente fue que llegara con una complicación tan refinada y delicada como el tourbillon.
Como decimos, fue todo un shock y una declaración de intenciones por parte de Blancpain. Una jugada maestra que la situaba como una de las grandes manufacturas del momento. No en vano, aquel movimiento era herencia directa del presentado en 1989 y que estableció el récord de tourbillon volante más plano del mercado Aquel fantástico movimiento vuelve a la actualidad acompañado de una caja de titanio de 45 milímetros y esfera azul en acabado soleado. Como es tradicional en la colección Fifty Fathoms, el reloj viene acompañado de un bisel de zafiro y es hermético hasta 300 metros. Las opciones de correa también incluyen la tela de vela, tejido tipo NATO y brazalete de titanio.
Air Command, a la conquista del cielo
El trío de relojes de titanio se completa con una sorpresa en forma de un reloj de aviador. Salimos de los ambientes marinos para conquistar los cielos con esta reedición vintage de un cronógrafo de aviador, recuperado por Blancpain en 2019. Su presentación supuso un enorme impacto entre los aficionados, que no esperaban una imagen tan “aérea” de Blancpain. Extraña, pero fiel al pasado: la firma había realizado esta pieza en los años cincuenta y ahora volvía al presente sin apenas cambios respecto al original.
El elemento más destacable del Air Command es su movimiento automático cronógrafo flyback. Este tipo de cronógrafo es originario del mundo de la aviación y tiene la particularidad de no necesitar su parada previa para comenzar una nueva medición.
La caja tiene un diámetro de 42,5 milímetros y viene acompañada de un bisel giratorio bidireccional de cerámica con escala de cuenta atrás. Esta versión en titanio se diferencia de la original en acero de hace tres años por el acabado azul de su esfera y correa de becerro.
Ilustres antecedentes
Aunque el titanio es el elemento común más destacado de estas tres novedades, hay que destacar que no es la primera vez que Blancpain lo usa en su colección. La firma informa que ya en los años sesenta empleó el titanio en la fabricación de piezas especiales de su histórico MIL-SPEC II creadas en exclusiva para miembros de la marina estadounidense.
Mucho más tarde tendrían los aficionados la oportunidad de hacerse con modelos fabricados en titanio. Centrados en la colección Fifty Fathoms, destacamos dos productos tan especiales como el 500 Fathoms y el X Fathoms, el primero de 2009 y el segundo de 2012. Son dos relojes pensados para el público profesional que requieren de unas condiciones extremas para la práctica del buceo. El 500 Fathoms se trata de un reloj equipado con una válvula de escape de helio y una hermeticidad de 1.000 metros. Su fabricación en titanio confirmaba la voluntad de la firma por ofrecer un reloj de buceo de altas prestaciones sin el perjuicio de un peso excesivo en la muñeca del submarinista.
Esta búsqueda de ligereza se volvió imprescindible tres años más tarde en el asombroso Fifty Fathoms X Fathoms, uno de los relojes de buceo más completos del mundo. Con un diámetro de 55,6 milímetros, hablamos de un reloj equipado con profundímetro mecánico y siete agujas; seis de ellas ubicadas en el eje central. Con estas dimensiones, el titanio demostró ser el material idóneo para elaborar esta ‘bestia’ marina, aún en el catálogo de Blancpain.
Un titanio de lo más especial
Bueno, tenemos que hacer una corrección. Aunque antes hemos dicho que estas tres novedades no son los primeros Blancpain de titanio, sí hay un detalle que los hacen únicos en el catálogo de la manufactura. Blancpain ha decidido elaborar sus nuevas referencias en una variante del titanio de grado 23.
Una puntualización que requiere de una pequeña explicación técnica. En la industria se emplean varios tipos de titanio dependiendo de las características y necesidades requeridas en cada producto. En relojería las variantes más habituales son las de grado 2 y grado 5. La primera destaca por ser un titanio en estado puro, mientras el grado 5 incorpora pequeñas cantidades de aluminio y vanadio que lo hacen más estable y resistente.
Hay un detalle que los hacen únicos en el catálogo de la manufactura. Blancpain ha decidido elaborar sus nuevas referencias en una variante del titanio de grado 23.
El titanio de grado 23 que usa ahora Blancpain es una versión más pura del grado 5 en la que se han reducido al mínimo componentes presentes en el proceso de fabricación como son el oxígeno, el nitrógeno y el hierro. Según los técnicos, el titanio de grado 23 es más dúctil, resistente y, no menos importante, inofensivo para el cuerpo humano.
Muy raro de encontrar aún en la relojería, la elección del titanio de grado 23 por parte de Blancpain muestra el interés de la firma por ofrecer relojes de la más alta calidad los aficionados.