Joyas, Novias

La novia eterna

El estilo mod de los sesenta, el esmoquin femenino con falda, un toque romántico o el pantalón ancho son algunas de las apuestas de las novias que reinaron por un día, y marcaron un estilo para siempre.

Hay una frase memorable que la historia reciente de la moda le atribuye a Coco Chanel: “Las tendencias pasan, pero el estilo permanece”. Es quizás uno de esos mantras que muchas novias quisieran haberse tatuado a fuego después de sucumbir a las tendencias el día de su boda y, años más tarde, darse cuenta de que su vestido no cumple con la máxima de la legendaria diseñadora francesa. En un momento en el que el concepto de temporada y de tendencia parece haberse diluido a marchas forzadas, la frase de Chanel adquiere más sentido que nunca. No hay más que recordar dos imágenes contrapuestas. El vestido de mangas afaroladas y volúmenes extremos con el que Lady Di se convertía en princesa, definió una época y el estilo de los años ochenta, pero hagamos el ejercicio de recordar ahora aquel vestido lencero que firmó Narciso Rodríguez, de lineas sutiles, y que pasaría a la historia sobre la figura de Carolyn Bessette el día que se vistió de novia en su enlace con John John Kennedy. Juntos predicaron el estilo depurado de los noventa, y décadas más tarde, no hay duda que cuál de los dos vestidos ha superado el paso del tiempo y la tendencia con más holgura.

Actrices, celebrities, y royals han apostado a lo largo de la historia por tendencias que a día de hoy siguen vigentes en nuestro imaginario colectivo. Repasamos algunas de aquellas novias que marcaron un antes un después en las claves del estilo eterno.

Mia Farrow

Lo de la actriz de ‘La semilla del diablo’ en su boda con Frank Sinatra el verano de 1966, fue toda una declaración de intenciones. Aunque el matrimonio duró solo dos años, su enlace en el hotel Sands de Las Vegas nos dejó uno de los looks nupciales más aclamados de la historia. Ella tenía 21 años y un anillo de compromiso con un diamante de nueve quilates que le había regalado uno de los hombres más poderosos de la industria musical, que además le doblaba la edad (y algunos años más). Una pulsera de oro de doble tira de diamantes adornaba su muñeca. Su mini vestido de corte clásico y una chaqueta de cuello redondo y manga tres cuartos, con su recién corte de pelo al estilo ‘pixie’, cumplía con los mandamientos de una chica mod. Una lazada en la cintura le daba un ligero toque lady, en contraste con su estilo delicadamente andrógino.

Mia Farrow con su corte pixie y su estilo mod, en su enlace con Frank Sinatra.

Bianca Jagger

Fue años más tarde, en 1971, cuando Bianca Jagger se casó con Mick Jagger
embarazada de cuatro meses de su hija Jade. Su entrada celestial enfundada en un dos piezas de Yves Saint Laurent revolucionó a la industria de la moda. Una falda cortada al bies con una chaqueta tipo smoking, la prenda estrella que el diseñador francés había presentado sobre la pasarela un par de temporadas antes. Años más tarde, en 1975 el fotógrafo Helmut Newton convertiría la prenda en un icono aquella noche en la rue Aubriot en Le Marais. El fotógrafo berlinés le pidió a la modelo Vibeke que encarnara la famosa figura decimonónica del dandy –o en palabras de Baudelaire “el que no tiene otra profesión más que la elegancia”–. Y ahí quedó para siempre esa instantánea: Vibeke sosteniendo un cigarro en la noche oscura de París, ensayando la expresión de un hombre en un esmoquin adaptado a las líneas de una mujer.

Desde luego, nadie en 1971 hubiera imaginado un vestido de novia con esta prenda, sin sujetador y sin camisa. Hasta que llegó Bianca Jagger. Cuenta la leyenda que aunque Saint Laurent le había diseñado una camisa color marfil para el día del enlace, con la amenaza del calor estival, la novia decidió desprenderse de la camisa y colocarse, en su lugar, un velo sobre una pamela de dimensiones considerables. Una decisión que no hizo más que verificar, por si quedaba alguna duda, quién era la pareja más irresistible del momento.

Bianca y Mick Jagger el día de su boda.

Carolina de Monaco

La hija mayor de los Grimaldi es sin duda una de las mujeres más elegantes de la historia. En su primera boda con Pierre Junot en junio de 1978, Carolina de Monaco llevó un vestido de alta costura diseñado por Marc Bohan, entonces al frente de la maison Christian Dior. Un tul ligero con bordados de flores, las mangas acampanadas y el cuello redondo que copó todas las portadas de las revistas del corazón. La corona de flores y un estilo de corte bohemio es una de las tendencias que mejor ha superado el paso del tiempo.

Carolina de Mónaco en su boda con Philippe Junot.

Nicole Kidman

El estilo romántico por el que apostó la actriz australiana Nicole Kidman el día de su boda con el cantante Keith Urban fue, sin duda, uno de los más aclamados entre la crítica de moda y una de las siluetas más atemporales que nos deja el Hollywood actual. Fue el diseñador Nicolas Ghesquiere quien dibujó su vestido cuando estaba al frente de la maison Balenciaga. De corte imperio y escote asimétrico, Nicole brillaba como una orquídea en flor, con su elegancia serena, y su rostro radiante, como los dos pendientes
de brillantes y perlas antiguos que llevaba también de la misma firma. Y así, en un acto casi de justicia poética, se fraguaba una de las historias de amor más esperadas de la década.

Amal Clooney

También esperado y sin salir de los rostros de Hollywood, fue el enlace que
protagonizaron Amal y George Clooney que dejó un aluvión de looks memorables, de esos que un fashionista jamás podrá olvidar. Pero fue el día de su boda civil en el Ayuntamiento de Venecia, donde la novia escogió un dos piezas con pantalón de Stella McCartney que, a lo Bianca Jagger, coronó con una pamela extralarge. De inspiración marinera y accesorizado con el clutch Beckett, de la misma firma, su elección fue perfecta para un instante que también pasará a la historia de las novias eternas.