Joyas, Tendencias

Looks para ir de la oficina a un plan afterwork sin pasar por casa

Las tendencias de este otoño nos ofrecen trucos de estilo infalibles que encajan en cualquier momento de la jornada

Septiembre es sinónimo de vuelta pero también de cambios. Es el momento de iniciar nuevos proyectos, de aceptar retos y de estrenar las últimas tendencias:  todos aquellos looks que nos acompañarán en esta etapa y que serán testigos de nuestros próximos éxitos. Es por ello que no solo queremos incorporar a nuestro armario piezas de diseños renovados, sino también aquellas que por su versatilidad y practicidad sean capaces de resistir el ritmo frenético de nuestras (interminables) jornadas.

Necesitamos, más que nunca, encontrar tendencias que nos hagan la vida más fácil. Y eso pasa por seleccionar conjuntos capaces de convivir con toda nuestra agenda: desde nuestros compromisos laborales hasta los que se producen fuera del ámbito de la oficina. Esta vez la moda consiste en acertar en cualquier contexto sin tener que molestarnos por sacar un hueco para cambiarnos.

Para facilitarte el trabajo hemos seleccionado, de entre todas las tendencias de esta temporada, las que cumplen esta fantástica función de adaptarse al medio.

Los cuadros escoceses

Esta temporada, los cuadros típicos de los tradicionales kilts escoceses se alejan de la sobriedad propia de la estética de Balmoral —más en consonancia con los looks de mañana o de fin de semana—, y se aproximan a la escena punk de la que fueron símbolo a finales de los 70 gracias a las propuestas de Vivienne Westwood.

©Alessandra Rich

Es precisamente en esta interpretación donde este entramado da lugar a looks perfectamente compatibles entre las jornadas de trabajo y los planes fuera de ellas. Para conseguirlo basta con seguir las reglas que propone Alessandra Rich y combinar el tartán —en faldas o prendas de lana— con medias negras de cristal (un ‘must’ de los 80 recuperado por Saint Laurent hace ya varias temporadas), complementos con detalles de tachuelas y elementos románticos, como las camisas con encaje o las diademas, siempre que se aproximen más a la estética gótica que a la naïf.

El vestido de punto

Es la prenda estrella de los cambios estacionales, y más ahora que seguimos apostando por la comodidad por encima de todo. El vestido de punto posee una valiosa cualidad cambiante: capaz de ofrecernos un eficaz look de oficina, también puede encajar en una cena e, incluso, en un look effortless dentro de casa.

©Isabel Marant

Su transformación depende de los complementos con los que se mezcle. Con un blazer funciona en una reunión de trabajo, mientras que con botines y un cinturón estarás lista para cualquier plan nocturno. Isabel Marant va más allá del tradicional modelo con la creación de vestidos de espíritu artesanal que combinan el punto con otras técnicas como el crochet.

El total look de piel

El minimalismo de los 90 no solo es la tendencia más deseada de este año, sino también la más útil. Ese empeño por el menos es más, que tanto caracteriza al contexto social de cambios e incertidumbres en el que vivimos, da lugar a patrones y cortes depurados que consiguen conjuntos camaleónicos aptos para adaptarse a cualquier contexto. La fórmula es muy sencilla: cuanto menor es el ornamento, mayor es su capacidad de transformación.

©Jil Sander

Es por eso que los total looks minimalistas lideran el listado de las tendencias más recurrentes e inteligentes. A pesar de su aparente sencillez, en una combinación, por ejemplo, de pantalón y camisa, todo está estudiado. Y más  si el tejido empleado es el cuero o alguna de sus versiones veganas, como la propuesta de Jil Sander —la madre del minimalismo americano, firma hoy en manos de ​​Lucie y Luke Meier—, que no deja lugar a equívocos.

Las botas de caña alta

Mosqueteras, cow boy, hípicas, militares… la inspiración es irrelevante. Lo que importa ahora es que las botas sean cuanto más altas, mejor. Después de tantas temporadas marcadas por la supremacía del botín, ha llegado la hora de recuperar el calzado más funcional del invierno: protegen de la climatología a la vez que estilizan la silueta.

©Celine

Sobre pantalones o con faldas, las botas de caña alta pasan del contexto laboral al del ocio siempre que la ocasión lo requiera. Así lo dispone Hedi Slimane en su colección otoño-invierno 2021/22 para Celine. Las botas cowboy hasta la rodilla, combinadas con blazers de cuadros, sofistican los pantalones vaqueros, que dejan de ser una pieza sport y logran ajustarse a cualquiera de los compromisos de nuestra agenda. 

La falda de tablas

El término vuelta al cole —por muy adulto que se sea— lleva consigo una inspiración college de la que es difícil escapar. Los jerséis de estética Ivy League, los zapatos Mary Janes, los blazers de cuadros o las faldas tableadas nos transportan a ese mundo preppy que marca el comienzo de un nuevo ciclo.

Precisamente la falda de tablas es la prenda vinculada a esta estética que reaparece este año con más fuerza. En sus versiones mini o midi, y en tejidos gruesos como el tweed o, más livianos, como el algodón, hace que los trajes de chaqueta pierdan seriedad y ganen movimiento.

©Chanel

Pero la falda de tablas no ha llegado solo para acompañarnos durante la jornada laboral. Además de su faceta académica, posee una cara más informal y un tanto rebelde que la dota de una versatilidad extraordinaria para pasar de un escenario a otro. Si quieres disminuir su seriedad, combínala con detalles de paillettes o aplicaciones de fantasía, igual que hace Virginie Viard para Chanel.

La cazadora bomber

A veces, para conseguir looks que se ajusten a todos nuestros compromisos no es necesario renovar el armario por completo. Basta con buscar una única prenda que sea capaz de transformar cualquier conjunto. Este es el caso de la bomber.

©Stella McCartney

Esta cazadora, que fue creada a principios del siglo XX para proteger del frío a los pilotos de combate —de ahí que su nombre completo sea “de bombardeo”—, es hoy la pieza mágica que convierte un estilismo serio en uno más desenfadado. Así ha ocurrido desde que se vinculó a la figura inconformista de James Dean en Rebelde sin causa (1955).

Esta temporada Stella McCartney recupera este icono de la moda y lo mezcla con conjuntos de corte clásico, pero que presentan arriesgadas combinaciones de colores. Justo lo que necesitamos para empezar el nuevo curso con energía y optimismo.