Materiales Rolex: El platino
Relojes

Los materiales que hacen especial a Rolex

Acero, oro, caucho o cerámica son materiales muy habituales en la industria moderna. Rara es la firma que no usa uno de estos elementos en la fabricación de sus relojes. Rolex no es una ninguna excepción en este caso. La firma marca de la corona se ha mantenido fiel durante décadas a una escueta lista de materias primas para la elaboración de sus referencias. Lo que realmente le diferencia del resto de firmas es su absoluto dominio de estos componentes.

El compromiso de Rolex por conseguir los mejores materiales para sus relojes le ha llevado a convertirse en la única marca capaz de producir su propio oro y acero. Un camino iniciado hace años y que alcanzó su culminación hace casi dos décadas con la inauguración de su propia fundición. Gracias a este patrimonio, los clientes saben que los materiales con los que están fabricados sus relojes cumplen los más altos estándares de calidad y, detalle no menos importante, son exclusividad total de Rolex.

Repasamos a continuación las materias primas más habituales de su catálogo y las características que les hacen ser tan especiales.

Acero Oystersteel

Resistente, inoxidable y fácil de pulir, el acero es el material más habitual en relojería. También es el más fácil de encontrar en el catálogo de Rolex. Ya sea de modo exclusivo o en combinación con el oro (los denominados modelos Rolesor), Rolex ha venido usando el acero desde sus inicios para sus relojes de tipo profesional. Hablamos de iconos como el Oyster Perpetual, el Submariner, el Sea-Dweller o el GMT-Master.

Caja de acero de un reloj Rolex
Caja de reloj de acero OysterSteel | Foto: Rolex

Al igual que ocurre con el resto de las aleaciones de la industria, la calidad del acero viene marcada por los elementos usados en su composición. La práctica totalidad de las firmas del mercado emplean el acero de tipo 316L, una aleación compuesta básicamente de hierro, acompañado de otros elementos como el molibdeno, el cromo y el carbono. Decimos la práctica totalidad porque se da una importante excepción en el caso de Rolex. En 1985, la firma de la corona tomó la decisión de emplear la variedad 904L. El modelo elegido para usarlo por primera vez fue el Sea-Dweller para submarinistas profesionales. Desde entonces el 904L ha ido sustituyendo al más común 316L hasta llegar a ser el único usado por Rolex en todas sus cajas y brazaletes.

En comparación con el 316L, el 904L es un acero con mayor contenido de cromo, níquel y cobre, además de tener una menor concentración de carbono.

Este cambio de fórmula hace que este tipo de acero presente una mayor resistencia a la corrosión, sobre todo al agua del mar, y un aspecto más radiante en comparación con el tradicional 316L.

En 2018 Rolex decidió cambiar la denominación de su acero, que pasaba ahora a llamarse Oystersteel. Aunque la fórmula es la misma que la del ya conocido 904L, la elección del nombre Oystersteel manda un claro mensaje a los aficionados a la relojería: ser la única marca capaz de fabricar su propio acero.

Oro

Es en el uso del oro donde Rolex marca su exclusividad respecto a la competencia. Lo más habitual en la industria es que las firmas deleguen la fabricación de las cajas y brazaletes de oro en proveedores externos. No es el caso de Rolex, que cuenta con su propia fundición. Crearla fue posible gracias a la construcción de una nueva fábrica en Plan-les-Ouates, a las afueras de Ginebra, a comienzos de este siglo.

Bisel elaborado en oro | Foto: Rolex

Una fundición supone una enorme inversión, pero es el único modo que encontró Rolex de mantener sus elevados estándares de calidad durante todo el proceso de fabricación de sus componentes de oro. Dicho proceso incluye, obviamente, las fórmulas elegidas para las aleaciones de los diferentes tipos de oro.

Rolex trabaja hoy en día con tres modalidades de oro: amarillo, blanco y Everose. El acabado depende de los metales elegidos para cada aleación y del porcentaje que se usa de cada uno de ellos. Rolex solo emplea oro de 18 quilates en sus relojes, lo que significa que la aleación contiene un 75 % de oro puro y se completa con otros metales como la plata, el cobre o el paladio.

En el caso de Rolex, todas las aleaciones son exclusivas de la propia marca: la fórmula para fabricar cada una de las variantes se atesora con extremo celo en los cuarteles generales de Rolex como si se tratara de la legendaria piedra filosofal. Merece una mención especial el Everose, la exclusiva aleación de oro rosa presentada por Rolex en 2005 y cuya tonalidad especial es única en el mercado.

Dicen que todo reloj de oro tiene algo especial. La frase cobra todo el sentido cuando hablamos de Rolex.

Platino

Es el metal noble por excelencia en relojería y joyería. Sus diferencias con el oro blanco o el acero son más evidentes cuando tenemos el reloj en nuestras manos. Es entonces cuando percibimos su gran peso (el platino es uno de los metales más densos y pesados de la corteza terrestre) y su increíble luminosidad natural.

Brazalete de reloj Rolex de platino
Brazalete President de platino | Foto: Rolex

Rolex emplea una aleación muy pura, con un 95 % de platino, completada habitualmente con rutenio, un metal de la misma familia. Su escasez y difícil manipulación explican su alto coste respecto a los otros metales presentes en el catálogo. Para hacernos una idea, debido a su alto punto de fusión, no fue hasta principios del siglo XIX cuando los científicos lograron sintetizar platino puro. Solo entonces fue posible emplearlo en relojería y joyería. Menos flexible y maleable que el oro, únicamente los técnicos más expertos están capacitados para fabricar y pulir estas valiosas cajas.

Todas estas razones explican que haya tan pocas referencias de Rolex fabricadas en platino y que a la vez sean tan apreciadas por los coleccionistas. El reloj más emblemático de platino de la marca es el Oyster Perpetual Day-Date de 40 milímetros, el buque insignia de Rolex. Se le conoce popularmente como «el reloj de los presidentes», ya que se suele asociar con los hombres más poderosos del planeta.

El otro modelo disponible con caja y brazalete de platino es el Cosmograph Daytona. Como curiosidad, las versiones en platino tanto del Day-Date como del Cosmograph Daytona son las únicas del catálogo de Rolex disponibles con esfera color azul glaciar como elemento de distinción frente al resto de los modelos.

Sin embargo, el uso del platino en Rolex no se limita a estos dos relojes. Este metal tan especial también se emplea para fabricar los biseles de ciertas referencias Yacht-Master y en el revestimiento de los índices de los biseles de cerámica.

Cerachrom

La cerámica se ha convertido en un material muy popular en relojería en las últimas décadas. Rolex lo incorpora a su catálogo en 2005, aunque limitado únicamente a la fabricación de los biseles de algunos de sus modelos más conocidos. Una sola pieza del reloj, pero de una gran importancia. Al sustituir el aluminio anterior por la actual cerámica, Rolex ha conseguido que sus biseles sean prácticamente imposibles de rayar, así como mantener su apariencia y color con el paso del tiempo. Sin duda, un material perfecto para este componente clave.

Biseles Rolex GMT-Master II de color rojo y azul, y azul y negro
Biseles de Cerachrom | Foto: Rolex

Además, Rolex ha alcanzado un grado de maestría en el uso de la cerámica como ninguna otra casa relojera lo ha hecho hasta la fecha. Apenas dos años después de presentar su primer bisel de cerámica negra, llegó la primera variante en color: un bisel azul para el reloj náutico Yacht-Master II. Será también en 2007 cuando Rolex registre el nombre de Cerachrom para referirse a su propia cerámica.

En los años siguientes, Rolex ha conseguido desarrollar nuevas tonalidades para su cerámica, rojo incluido. Este último color ha obligado a los técnicos de la casa a cambiar la habitual zirconia por alúmina como componente base de la cerámica. Este constante aprendizaje de los secretos de la materia alcanza su cénit en 2013 con la presentación de su primer disco de cerámica bicolor rojo y azul para el GMT-Master II, algo insólito hasta entonces en la industria relojera.

Oysterflex

El último material en añadirse a la lista. El Oysterflex llegó al catálogo de Rolex en 2015 como respuesta a la gran demanda de clientes que querían acompañar sus relojes favoritos con una correa de caucho. Rolex atendió el requerimiento, aunque con una serie de peculiaridades que lo hacen mucho más atractivo que otras propuestas similares que encontramos en el mercado.

Brazalete de elastometro Rolex Oysterflex
Brazalete Oysterflex | Foto: Rolex

Para empezar, el término Oysterflex no hace referencia al material empleado, sino que es el nombre elegido para el brazalete. En lo que respecta a su composición, Rolex optó por fabricar el Oysterflex con elastómero en lugar de caucho tradicional. Este último tiene un origen natural: para su fabricación se emplea látex procedente de plantas y árboles tropicales. Por su parte, el brazalete Oysterflex está fabricado con un elastómero de origen químico. A diferencia del caucho tradicional, el elastómero de Rolex no se seca y no va decolorándose con el paso del tiempo y la acción del sol.

Siempre con un aspecto impecable, el brazalete Oysterflex está hoy en día disponible para los modelos Yacht-Master, Sky-Dweller y el emblemático cronógrafo Cosmograph Daytona. Fueron muchos los aficionados que, desde las redes sociales, apostaron por su incorporación este año al icónico Submariner. Su deseo no se hizo finalmente realidad. ¿Será el año que viene…?