El nuevo reloj Tudor Black Bay Ceramic combina detalles contemporáneos de alta tecnología con sutiles referencias a su tradición.
Desde que Hans Wilsdorf creó la marca en 1926, y fiel a su ideal de los productos de relojería, Tudor nunca ha dejado de fabricar relojes robustos, duraderos, fiables y precisos.
Al igual que todos los modelos de la línea Black Bay, el modelo Ceramic hereda todas las características y esencia de la colección de relojes de submarinismo Tudor presentados ahora como nunca antes gracias a la caja cerámica y la certificación Master Chronometer otorgada por el Instituto Federal Suizo de Metrologia (METAS)
Estética de Alta Tecnología
La caja monobloque de cerámica, la primera de sus características creada por Tudor, de color negro combina el acabado mate pulido a chorro de arena y bordes biselados pulidos a espejo para crear un asombroso contraste. El bisel giratorio unidireccional es también de cerámica negra con acabado tornasolado.
La esfera es negra y los marcadores de hora disponen de material luminiscente de color blanco roto como único contraste. El reloj Ceramic adopta las agujas angulares distintivas de Tudor conocidas como «Snowflake»,
Por último, una correa híbrida de cuero y caucho, negra, por supuesto, con un motivo «Snowflake» en el interior y cierre desplegable. El Tudor Black Bay Ceramic se entrega con una segunda correa de tela negra con una banda crema.
Calibre de Manufactura
El Tudor Black Bay Ceramic está impulsado por un calibre de manufactura Tudor – Ref: MT5602-1U – con acabado totalmente negro que corona la estética «Black in Black» del reloj.
El rotor troquelado en tungsteno monobloque negro está satinado con detalles pulidos a chorro de arena, mientras que los puentes y la platina alternan superficies arenadas y decoraciones láser.
La tecnología de este calibre, que incluye una espiral de silicio amagnético, le permite funcionar dentro de un rango de precisión de cinco segundos. Además garantiza un reserva de marcha de 70 horas que permite, por ejemplo, quitarse el reloj un viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana sin necesidad de darle cuerda y ponerlo en hora.
Certificación independiente integral
El Instituto Federal Suizo de Metrologia es la entidad publica suiza encargada de certificar las características funcionales de los relojes, como la precisión, la resistencia a campos magnéticos, la hermeticidad y la reserva de marcha.
El Black Bay Ceramic funciona dentro de un intervalo de variación diaria de cinco segundos (0 +5), es decir, cinco segundos menos de lo que permite el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC) (-4 +6).
Cualquier firma que desee obtener el certificado Master Chronometer debe cumplir primero de condiciones básicas: Que sus relojes cumplan los criterios de «Hecho en Suiza» y que los calibres hayan sido certificados por el l Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).
Cumplidos los dos primeros requisitos, para obtener la certificación, los relojes deben funcionar dentro de un intervalo de variación diaria de cinco segundos (0 +5), es decir, cinco segundos menos de lo que permite el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC) (-4 +6).
La certificación también garantiza la precisión de la hora cuando el reloj se somete a campos magnéticos de 15.000 gauss.
Además, por último, garantiza que la hermeticidad declarada por el fabricante cumpla la norma 22810:2010 de la Organización Internacional de Normalización (ISO), al igual que la reserva de marcha de cada reloj Master Chronometer.
Los requisitos que cumple el Tudor Black Bay Ceramic y por los cuales se le ha otorgado el certificado Master Chronometer son:
- Swiss Made
- Certificación por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC)
- Precisión a dos temperaturas, en seis posiciones y con dos niveles distintos de reserva de marcha: 100% y 33%
- Funcionamiento correcto bajo un campo magnético de 15’000 gauss y sin variación de la precisión tras esta exposición
- Hermeticidad a 200 m con arreglo a la norma ISO 22810:2010
- Reserva de marcha de 70 horas
La garantía Tudor
Tudor ofrece una garantía de 5 años a todos los relojes vendidos desde el 1 de enero de 2020 y recomienda realizar un mantenimiento de sus relojes cada diez años aproximadamente, en función del modelo y de la intensidad del uso que se le dé diariamente.