Con este objetivo se ha trabajado a partir del diseño del Tudor Pelagos, el reloj de submarinismo más técnico de la firma, incorporando nuevas funcionalidades e incluso desarrollando una nueva caja.
Pero antes de sumergirnos en las características técnicas del Pelagos FXD repasemos la singular historia que une a Tudor con la Marina Nacional francesa
La historia común de Tudor y la Marina Nationale
La colaboración entre la relojera suiza y las Fuerzas Armadas de Francia tiene su origen en 1956 cuando el Groupe d’Étude et de Recherches Sous-Marines (G.E.R.S.), un organismo científico adscrito a la Marina Nacional francesa con sede en Toulon, recibió algunos relojes Oyster Prince Submariner para evaluarlos en situaciones reales.
El desempeño durante operaciones submarinas de los relojes de buceo de Tudor fue tan favorable que 1961 la empresa fue reconocida como proveedor oficial de la Marina Nacional francesa. Esta colaboración continuaría hasta finales de la década de los 90.
De entre las diferentes evoluciones del modelo Oyster Prince Submariner creadas por Tudor para la Marina destaca especialmente la referencia 9401 que reúne algunas de las características principales que ahora recoge el nuevo Tudor Pelagos FXD: La esfera y el bisel azul, las agujas «snowflake» (recomendamos la lectura de su historia) y el fondo de la caja grabada con las iniciales «M.N» y el año de emisión del reloj.
Las asas fijas para la sujeción de la correa del Tudor Pelagos FXD
El verdadero factor diferencial del Pelagos FXD respecto a sus hermanos de colección es el uso de una barras fijas que sustituyen a los pasadores desmontables que sujetan la correa o brazalete a la caja del reloj.
No se trata de un capricho, es una de las condiciones especificadas para los relojes de buceo militares. Su forma responde a la función de evitar que el reloj se pierda por accidente al romperse una pasador y la correa se desprenda.
Tudor ha diseñado una caja mecanizada a partir de un bloque de titanio donde las barras de sujeción de la correa están integradas. El reloj por tanto solo puede ser usado con correas de especificación militar de una única pieza, de material textil y con autocierre.
Más allá del bisel de buceo
Las especificaciones de un reloj de buceo profesional están recogidas en la normativa ISO6425:2018 donde se recoge como debe ser la graduación del bisel móvil de este tipo de relojes.
El bisel de Tudor Pelagos FXD no cumple con esta normativa técnica sino que ha sido graduado para ser utilizado durante la «navegación subacuática», una de las especialidades de los nadadores de combate.
La navegación submarina consiste en llegar a un lugar preciso por mar, sin salir a la superficie. Los buceadores realizan esta navegación subacuática en parejas, conectados entre sí por una correa conocida como «línea de vida», y completan una serie de nados rectos guiados por una brújula magnética.
Nadan a una velocidad constante durante un tiempo determinado en cada sección, completando tantas secciones como sea necesario mientras cronometran cada una de ellas con exactitud. Esta navegación implica reiniciar una cuenta atrás en cada cambio de rumbo.
La graduación en sentido contrario a las agujas del reloj y la luminiscencia del bisel de este modelo facilitan la puesta en marcha y el seguimiento de cada cuenta atrás, alineando el tiempo fijado para la sección a cubrir en el bisel con el minutero. Cuando el minutero llega al lado opuesto del triángulo, el equipo cambia de rumbo y el buceador encargado del cronometraje comienza la siguiente cuenta atrás.
La correa, un elemento vital de un reloj-herramienta profesional
Aunque pueda resultar curioso, la Marina francesa solicitaba que se les entregase los relojes sin correas o brazaletes. Era el propio cuerpo militar quien se encargaba de proveer las correas hechas de forma más o menos artesanal a partir de cintas de naylon o incluso de elásticos de una sola pieza fabricados con restos de paracaídas.
En el nuevo Tudor Pelagos FXD la firma ginebrina ha recurrido al fabricante textil Julien Faure, a quien confía desde 2010 la elaboración de correas textiles tipo NATO que equipan diferentes modelos de la colección Black Bay
Para el modelo Pelagos FXD, TUDOR y Julien Faure han desarrollado una nueva confección de correa muy técnica, adaptada en este caso al carácter rústico del trabajo de los buceadores de la Marina francesa.
Esta correa está compuesta por una cinta tejida de polietileno azul marino de 22 mm con un hilo central plateado, una hebilla «D» de titanio y un sistema de autoagarre, se adapta a diferentes tamaños de muñeca y es muy cómoda de llevar.
¿Cuál es el origen de la siglas FXD?
La nomenclatura que recibe el nuevo Pelagos son las siglas de la palabra «Fixed» (fijado, en inglés).
El uso de siglas para las denominaciones de los diferentes modelos de la colección Pelagos no es nuevo para Tudor. Otro de los modelos más singulares de la marca es el Pelagos LHD, el reloj diseñado con la corona en el lado opuesto para ser utilizado en el brazo derecho por buceadores zurdos («Left Handed»)
Diferencias respecto al resto de la colección Pelagos
Las diferencias que hacen único al FXD con respecto al los otros relojes Pelagos son su caja de asas fijas y el bisel con escala para navegación subacuática. Pero también destaca por la hermeticidad máxima de hasta 200m (como especifica la Marina francesa) frente a los 500m del resto de Pelagos y de carecer de indicador de fecha. Estás dos características se han modificado para respetar de forma fiel la normativa técnicas impuestas por el ejercito francés.
El calibre MT5602, el corazón mecánico del Pelagos
Como no podía ser de otra forma Tudor ha dotado al reloj de un robusto y muy preciso mecanismo de cuerda automática manufacturado en sus talleres.
El calibre de manufactura MT5602, está certificado como cronómetro por el Instituto de Pruebas de Cronómetros (COSC), con un rendimiento que supera las normas establecidas por este instituto independiente. De hecho, mientras que el COSC permite una variación media en el funcionamiento diario de un reloj de entre -4 y +6 segundos en relación con el tiempo absoluto en un solo movimiento, Tudor insiste en una variación de entre -2 y +4 segundos en su funcionamiento una vez montado por completo.
