Los relojes cronógrafos de la colección Defy de Zenith aprovechan las últimas evoluciones de los calibres El Primero para ofrecer unos resultados excepcionales. El reloj más representativo de este enfoque es sin duda el Defy El Primero 21, puesto que, más allá de su diseño característico, está accionado por el calibre El Primero 21 que permite mostrar con precisión las centésimas de segundo del tiempo medido gracias a un segundero del cronógrafo que da una vuelta completa a la esfera en un segundo.
Zenith Defy Extreme, un reloj estratégico para la marca
La edición digital más reciente de la feria Watches & Wonders, celebrada en abril de 2021, permitió a Zenith ampliar la colección Defy con la presentación del modelo Defy Extreme. Esta novedad es de una importancia estratégica ya que, debido a su estilo más deportivo y sólido, se dirige a una clientela a la que la manufactura no se había dirigido necesariamente estos últimos años. Esta clientela es la de los amantes de las sensaciones fuertes que buscan relojes sólidos y técnicos, con una importante presencia en la muñeca.
Al descubrir las tres versiones del Defy Extreme me sorprendió mucho la sensación que ofrecían una vez puestos en la muñeca. El tamaño percibido es claramente superior al del Defy El Primero 21, aunque solo hay un milímetro de diferencia en lo que respecta al diámetro entre los dos modelos (45 mm frente a 44 mm). El Defy El Primero 21 ya es un gran reloj, pero son sobre todo los prominentes pulsadores del Defy Extreme los que hacen que su diámetro resulte más imponente. Sin embargo, a pesar de estas dimensiones tan generosas, no tuve la impresión de llevar un reloj voluminoso, todo lo contrario.
Esto se explica muy fácilmente: el Defy Extreme es un reloj muy cómodo de llevar, sea cual sea su versión. Una sensación que se debe a la utilización del titanio como material principal y a la forma en que la correa se integra en la caja.
Sistema de intercambio rápido de correas
La correa se ciñe sin dificultad a la muñeca y garantiza un perfecto ajuste. No hay nada más desagradable cuando se lleva un reloj grande que el hecho de que baile en la muñeca. Pero este no es el caso: la estabilidad se consigue con independencia del tipo de correa utilizado.
Una de las grandes ventajas del Defy Extreme está además relacionada con su sistema de cambio rápido de correa. Cada versión se entrega con tres correas de titanio (micropulido, pulido o satinado, según el modelo), de caucho o de velcro. E intercambiarlas es de lo más sencillo. Basta con apretar un pequeño botón en la parte posterior del reloj para liberar cada segmento de la correa. Para volver a colocarla, basta con introducirla entre las asas y presionar ligeramente. El cambio completo de la correa se efectúa en unos segundos.
Una manipulación tan sencilla no resulta trivial; contribuye enormemente al placer que proporciona el reloj. En función de mi humor, de mi agenda del día, de la actividad que deseo practicar con el Defy Extreme, elijo la correa más apropiada y transformo su estilo y su uso en un abrir y cerrar de ojos.
Es importante destacar además hasta qué punto un cambio de correa puede transformar la apariencia de un reloj. Según la correa, el Defy Extreme parece una pieza sofisticada, deportiva o aventurera. En todos los casos, esas diferentes atmósferas se le adaptan muy bien gracias al enfoque estético contemporáneo y cuidado definido por Zenith.
Un diseño con estrella
El parecido con el Defy 21 es innegable. Encuentro el mismo método en el diseño de la esfera, así como una organización similar de las funciones. Esto se debe, claro está, a la utilización del mismo movimiento, el calibre El Primero 21. Desde el punto de vista estético, las graduaciones de los contadores están colocadas en el primer nivel de una esfera abierta. El aspecto es moderno y muy técnico.
La velocidad de la aguja central es la que más impresiona, ya que sobre todo expresa el control de Zenith sobre los mecanismos de alta frecuencia.
El conjunto conserva una buena visibilidad a pesar de la cantidad de información y de elementos presentes en la esfera. La distribución de los contadores y las ventanas recuerda la complejidad del mecanismo.
Movimiento cronógrafo de alta frecuencia.
El segundero del cronógrafo está situado en las 6, el de los minutos en las 3. El segundero permanente está en las 9. Pero, entonces, ¿para qué sirve la aguja central? Sencillamente para mostrar las centésimas de segundo: esta aguja da una vuelta completa a la esfera en un segundo. Cuando el cronógrafo está en marcha, hay tres segunderos en movimiento: la aguja central (sumamente rápida), la del contador de los segundos y el segundero permanente. Al principio, el espectáculo es sorprendente; después, se torna muy impresionante. La velocidad de la aguja central es la que más impresiona, ya que sobre todo expresa el control de Zenith sobre los mecanismos de alta frecuencia.
El indicador de reserva de marcha en la parte superior de la esfera se dedica al cronógrafo. Y aquí noto la otra especificidad del calibre El Primero 21: tiene dos elementos reguladores. El primero, clásico, se dedica a la visualización del tiempo. Su frecuencia es de 5 Hz (El Primero obliga) y su reserva de marcha es de 50 horas. Es, por tanto, el contexto habitual para un cronógrafo Zenith. El segundo elemento regulador presenta unos resultados excepcionales: su frecuencia alcanza los 50 Hz para permitir la visualización de las centésimas de segundo del cronógrafo.
Cuando la masa oscilante del calibre El Primero 21 se mueve, solo da cuerda al mecanismo relacionado con la visualización del tiempo. La energía que se transmite al mecanismo del cronógrafo proviene del remonte mediante la corona. El indicador de reserva de marcha es, por tanto, indispensable para confirmar el nivel de energía antes de poner en marcha el cronógrafo.
Una caja imponente
Esta similitud con el Defy 21 reaparece en lo referente a la caja. No se trata de una caja sencillamente más grande. Zenith adoptó un enfoque que lleva aparejado algunos toques de refinamiento y distinción, como, por ejemplo, la base dodecagonal del bisel y los elementos protectores de la corona y los pulsadores.
El conjunto resulta imponente, pero la caja contiene suficientes elementos sutiles como para definir un carácter potente no desprovisto de sofisticación. Las tres versiones del Defy Extreme están disponibles en titanio pulido con microesferas, titanio pulido/cepillado y titanio pulido con microesferas combinado con oro rosa.
Cada modelo tiene su propia identidad, sus propios acabados de esfera y movimiento. La versión en titanio pulido/cepillado tiene una apariencia más clásica, la versión de titanio pulido con microesferas presenta un aspecto más contemporáneo, y la de titanio pulido con microesferas y oro rosa es, sin ninguna duda, la más sorprendente. Además, yo aprecié especialmente este modelo gracias a sus efectos de contraste y a su precioso trabajo sobre la masa oscilante. En cualquier caso, Zenith ha creado con enorme cuidado estas diferentes versiones, como lo prueban los distintos acabados de la masa oscilante.
Detalles de excelencia
Estos acabados pueden observarse con facilidad, ya que el calibre El Primero 21 es visible a través del fondo transparente. Su arquitectura y su presentación son coherentes con el estilo contemporáneo del Defy Extreme. La masa oscilante hueca en forma de estrella permite apreciar sus detalles, pero no olvidemos que también se expone por la parte delantera del reloj gracias a la esfera abierta. El funcionamiento simultáneo de los dos elementos reguladores es un movimiento que se vuelve fascinante cuando el cronógrafo está en marcha.
El Defy Extreme es un gran éxito de Zenith. Puede considerarse una evolución más radical del Defy El Primero 21, pero posee sus propias ventajas, como el sistema de cambio rápido de correa y su estanqueidad a 200 metros. El Defy Extreme propone tres interpretaciones distintas que seducirán a una clientela que aprecia los relojes técnicos, generosos y sin concesiones. En todo caso, me alegro de que Zenith haya decidido ampliar su gama con un reloj así, puesto que su potente diseño está en consonancia con los resultados de alto nivel del calibre El Primero 21.
