Relojes Breitling Navitimer
La leyenda de la relojería Navitimer se cimentó gracias al sector de la aviación civil. Admirado por pilotos y aficionados al vuelo, llegó al espacio en 1962 en la muñeca de Scott Carpenter, ayudándolo a distinguir entre la noche y el día. Setenta años después, sigue siendo uno de los relojes cronógrafos mecánicos más respetados por los pilotos de aviación, pero también por aquellos que buscan imprimir su estilo de vida.