La paternidad nos cambia, de igual modo que también nos cambia la imagen que tenemos de la paternidad. Solo hace falta comparar cómo veíamos a nuestros padres cuando éramos pequeños y cómo nos vemos a nosotros mismos para entenderlo. Es una evolución natural que también afecta a conceptos como la elegancia. Para el recuerdo ha quedado ese prejuicio donde un reloj para ser elegante debía ser tradicional. No había otra opción. Por suerte, esa regla ha quedado desfasada y hoy en día criterios como tecnología, deportividad y estilo vintage se asocian de manera natural en una corriente de estilos que huyen del clasicismo trasnochado. Así nos lo demuestra Pepe Barroso, el famoso actor y modelo, perfecta imagen del padre moderno (él lo es de un niño de nombre Marco), que nos muestra las múltiples facetas que engloba la elegancia dentro de la relojería moderna.
Breguet Marine Tourbillon Équation Marchante 5887, una gran complicación diferente
Elegancia también es salirse de lo normal sin caer en la estridencia. Solo si sabemos diferenciarnos seremos capaces de marcar nuestro estilo y conseguir que los demás lo aprecien. El Breguet Marine Tourbillon Équation Marchante 5887 plantea este desafío al ser una gran complicación que se aleja estéticamente de la gran mayoría de propuestas similares del mercado. Su movimiento combina tourbillon volante, calendario perpetuo y ecuación del tiempo. Esta última complicación es muy poco habitual en el mercado y mide la diferencia entre la hora civil y la hora solar, esta última marcada por la posición de la Tierra respecto al Sol. Breguet incluye está complicación en homenaje al origen marino de la colección, ya que la ecuación del tiempo era vital para los antiguos navegantes. El aspecto más interesante de su mecanismo reside en que el controlador de la ecuación, un dispositivo en forma de riñón, es visible a través de la ventana que cubre el espacio del tourbillon.
Complejo en su aparente sencillez, el Marine 5887 luce sobre la muñeca de Pepe en su versión de caja de platino de 43,9 mm de diámetro y esfera azul con disco central de guilloché de motivo ondulado. El calibre 581DPE es automático, con un rotor periférico de carga y fondo grabado con motivo náutico.
Omega Speedmaster Moonwatch Professional Co-Axial Master Chronometer Chronograph, la sublimación del icono
El Speedmaster Moonwatch de oro es un reloj mítico dentro de la historia de Omega. El primer modelo en este metal precioso se fabricó en edición especial de 1.014 piezas como homenaje a los héroes de la misión especial Apolo 11. El mismo reloj fue regalado al presidente Nixon. Aunque declinó el regalo, esta renuncia no fue problema para que esta primera versión en oro del Speedmaster pasara a la historia con el sobrenombre de Nixon. La celebración de los cincuenta años de la llegada del hombre a la Luna sirvió a Omega de excusa para recuperar los Speedmaster Moonwatch de oro. Una decisión que nos ha traído propuestas tan interesantes como la que luce Pepe Barroso, donde el oro amarillo encuentra un equilibrado y muy original contraste con el verde de la esfera, la pulsera de piel de aligátor y el brillante anillo de cerámica que cubre el bisel, adornado con una escala taquimétrica realizada en Ceragold.
Este Speedmaster Moonwatch está elaborado en Moonshine, la aleación exclusiva de oro amarillo que produce Omega y la cual destaca por su tono más pálido que el mostrado por las aleaciones tradicionales. En el fondo del reloj encontramos el Calibre Omega 3861, la más reciente versión de este conocido movimiento de carga manual, ya equipado con escape Co-Axial, espiral de silicio y avalado por el certificado METAS.
Hublot Classic Fusion Titanium King Gold 42, las reglas de la atracción
“Menos es más” fue el lema que popularizó el genial arquitecto Mies van der Rohe y menos es más es también es el mejor modo de explicar por qué nos encanta esta versión de Classic Fusion de Hublot. El reloj guarda la sencillez del primer reloj de Hublot, creado 1980 y conocido como el Classic Original, aunque adaptado a los gustos y las tendencias actuales. Con apenas unos pocos elementos, el equipo de diseño de Hublot ha logrado crear un reloj muy sugerente donde la belleza la encontramos en los contrastes, ya sean entre el titanio de la caja y el oro rosa del bisel, o en los diferentes acabados de las superficies metálicas. La esfera también conserva también el mismo estilo sobrio. Tanto las agujas como los índices presentan un acabado facetado para que la luz solar perfile sus formas según el ángulo de reflejo. Los tornillos que fijan el bisel y la correa nos confirman que estamos ante un Hublot gracias a la forma de H de sus cabezas. Pepe Barroso viste la versión de 42 milímetros del Classic Fusion Titanium King Gold, que también está disponible en 33, 38 y 45 milímetros. Equipa movimiento automático HUB1110 con reserva de marcha de 42 horas.
Tudor Black Bay 39, un tipo con carácter
Pequeño, pero matón. El Black Bay 39 reduce a la esencia el carácter de este deportivo de la casa Tudor, el modelo más popular de su catálogo. El Black Bay 39 mantiene la esfera característica del reloj, aunque prescindiendo del bisel giratorio unidireccional, una reminiscencia del pasado submarinista de la línea Black Bay. Ante nosotros tenemos un reloj minimalista, práctico y muy versátil. De su diseño destaca su esfera, con una legibilidad excepcional. Lo consigue gracias a los enormes índices tratados con material luminiscente y las características agujas Snowflake que Tudor usó en el pasado.
Aunque si hay un apartado que merece destacarse del Black Bay 39 es su magnífico calibre. Producido por Kenissi, casa hermana de Tudor, el movimiento manufactura MT5602 dispone de reserva de marcha de 70 horas, escape antimagnético de silicio y certificado COSC de cronometría. La caja de acero de 39 milímetros, hermética hasta 100 metros, y el brazalete de cinco filas de eslabones añaden un estilo vintage que casa a la perfección con el estilo sport casual que lleva Pepe Barroso en esta imagen de la producción.
Bvlgari Octo Roma, lo mejor de dos mundos
La firma lo describe como la unión del estilo italiano con el “saber hacer” relojero suizo. A nosotros nos parece la mejor definición para el Bulgari Octo Roma. Poca presentación necesita la colección Octo. Lanzado originalmente en 2012, el Octo parte de la pasión de la casa por la arquitectura clásica italiana, siempre presenta a lo largo de la historia de Bulgari. Es un diseño en apariencia sencillo, pero magistralmente resuelto mediante la superposición de formas geométricas básicas como la circunferencia, el cuadrado y el octógono. La colección Octo se divide actualmente en dos grandes líneas: la vanguardista y muy técnica Finissimo, y la más versátil y funcional Roma, la cual fue actualizada el pasado año con esta nueva versión de su modelo Automático.
El nuevo Octo Roma es un reloj de formas suavemente redondeadas, con una caja de acero de 41 milímetros y hermética hasta 100 metros. La puesta al día del modelo incluyó una nueva esfera con guilloché Clous de Paris, símbolo de su fabricación Swiss Made, y unas formas más simétricas de la caja al incorporar protectores laterales junto a la caja. El Octo Roma es un reloj que nos garantiza ir siempre elegantes, ya sea en la oficina o en nuestros momentos de ocio, y que tiene la virtud de modificar su aspecto en apenas unos segundos gracias al sistema de cambio rápido que incluye ahora su caja. Equipa movimiento automático con reserva de marcha de 42 horas.
Blancpain Fifty-Fathoms Grande Date, el veterano encantador
Nada menos que siete décadas cumplió este reloj el año pasado y ya vemos lo moderno y atractivo que luce en la muñeca de Pepe Barroso. El Fifty Fathoms ha pasado a la historia como el primer reloj moderno de buceo, creado según la experiencia como buceador amateur de Jean-Jacques Fiechter, por entonces consejero delegado de Blancpain, quien entre otros inventos incluyó un bisel giratorio para la medición de los tiempos de inmersión. Más allá de su carácter de mito, el Fifty Fathoms ha ganado encanto con el paso del tiempo. En un momento en el que impera la uniformidad de estilos, el Fifty Fathoms impone su imagen diferente con su característico bisel de zafiro de forma abombada. Personalidad no le falta.
Menos conocido que otras versiones, el Grande Date que lleva Pepe en la foto es práctico y original; dos virtudes siempre buscadas en un reloj de este nivel. Junto al índice de las 6 horas aparece el indicador de fecha de doble ventana, extremadamente fácil de leer, incluso para las personas de más edad; una legibilidad muy difícil de encontrar en los calendarios de ventana simple. Además, el Fifty Fathoms Grande Date está fabricado en titanio, elección que agradecemos ya que no es un reloj pequeño precisamente: su caja tiene un diámetro de 45 milímetros y es hermética 300 metros.
Breitling Premier B25 Datora 42, un clásico revisitado
La colección Premier acoge las piezas más elegantes y refinadas de Breitling. Son referencias inspiradas en los fundadores de la firma y, como tales, abogan por una imagen clásica y los movimientos más complejos. Entre ellos encontramos el Premier B25 Datora 42, una de las piezas más interesantes del catálogo de la casa. Lo es en el apartado técnico, con un movimiento manufactura B25 que combina las conocidas virtudes del cronógrafo Breitling (rueda de pilares, certificado COSC) con la disposición tradicional del cronógrafo completo, incluyendo la doble ventana junto al eje central y el contador de fecha con fases de luna. En su diseño han partido de un antiguo modelo Datora Moonphase Chronograph de la década de 1940. El resultado es un reloj que “parece” antiguo, aunque diseñado y fabricado según los criterios modernos de la manufactura.
Una sensación a la que también contribuye la preciosa esfera color salmón, bien complementada por una correa de piel de cocodrilo marrón brillante. Atentos también al precioso detalle de las agujas del cronógrafo en azul. El reloj crece si lo vemos desde una perspectiva global. Será entonces cuando disfrutemos de la decoración acanalada de su caja, la suave curvatura de su cristal de zafiro convexo o el escalonado de los contadores de la esfera, muy prácticos para diferenciar las indicaciones que aparecen en ella. El Premier B25 Datora 42 se presenta con caja de acero de 42 milímetros, hermética hasta 100 metros y fondo transparente de zafiro.
Zenith Pilot Automaric, el negro siempre triunfa
El negro siempre supone acierto seguro cuando hablamos de elegancia en relojería. Este tipo de acabados representan una buena opción incluso en referencia de origen deportivo, como este Pilot Automatic. Zenith renovó recientemente esta colección para dotarla de un componente más práctico. Como buen reloj de aviador, el Pilot Automatic destaca por su excelente legibilidad. Los índices son de grandes dimensiones y están recubiertos de SuperLumiNova, al igual que las agujas. La corona también es similar a las usadas en los antiguos relojes de piloto. Su tamaño permite que se pueda manipular incluso con los guantes puestos. Si nos fijamos en la esfera, tiene una decoración de bandas horizontales inspirada en los tablones usados en los aeropuertos para indicar los vuelos. Un detalle que aporta personalidad al reloj.
La caja del Pilot Automatic está fabricada en cerámica, tiene un diámetro de 40 milímetros y es estanca hasta 100 metros. En el apartado mecánico, el reloj equipa un movimiento El Primero, algo poco habitual dentro de Zenith al tratarse de un modelo de tres agujas y no cronógrafo. Es una apuesta arriesgada que confirma el compromiso de la manufactura por dotar a sus relojes de sus mejores mecanismos. También es interesante la decisión de Zenith de entregar el reloj con dos correas diferentes de caucho, una negra y otra caqui con textura efecto “cordura”. Un modo de cambiar el aspecto del reloj en apenas unos segundos.
Girard-Perregaux Laureato Automatic, el acierto seguro
Ninguna lista de relojes más elegantes del mercado quedaría completa sin incluir el Laureato de Girard-Perregaux. El resurgir de los relojes con brazalete integrado ha devuelto el interés por este clásico creado en 1975. Sin duda es una buena noticia, porque el Laureato merece estar en la lista de grandes creaciones relojeras de las últimas décadas. Su secreto está en su diseño reconocible, con un bisel que combina la circunferencia con el octógono y consigue que ese juego de formas se traslade de manera natural primero a la caja y después al brazalete. Es, en definitiva, un reloj sencillo, elegante y atemporal. Girard-Perregaux sabe del interés que ha despertado el Laureato entre los aficionados y ha dedicado las últimas temporadas a consolidar un catálogo amplio con referencias de diferentes tamaños, materiales y colores.
El modelo que lleva Pepe Barroso en esta ocasión es uno de los más clásicos y versátiles de la colección. Se trata de la versión de caja de acero de 42 milímetros, acompañada de una esfera plateada con guilloché Clous de Paris. Un reloj pensado para adaptarse a cualquier situación. Su gran nivel de acabado queda patente en el contraste de acabados de la superficie en acero y la elección de un calibre automático manufacturado por la propia firma. El Laureato es siempre un acierto seguro.