Joyas, Tendencias

Las 6 tendencias de joyas que van a dominar el 2024

Desde pendientes de largos interminables a gargantillas chunky o detalles de personalidad pomposa como la fruta, las flores o las caracolas de mar, en 2024 las joyas irradian una predilección por el maximalismo haciendo del ‘más es más’ su premisa troncal.

La semana pasada París se encargaba de poner el broche final a la temporada de desfiles de otoño-invierno 2024. Cuatro intensas semanas de presentaciones, pasarelas, y eventos, durante las que el foco de toda la industria de la moda se pone en identificar qué tendencias se van a llevar en los próximos meses. Colores, tejidos, siluetas, y estilismos se reinventan varias veces al año y a veces resulta imposible seguir el ritmo de la puerta giratoria por la que entran y salen nuevas propuestas.

Afortunadamente, el tempo de los accesorios y las joyas es más calmado. Probablemente sea por su naturaleza más atemporal que les permite vivir a lo largo de varias temporadas con pequeñas variaciones. Las perlas, por ejemplo, son una constante en los desfiles de Chanel y Simone Rocha; y el imaginario surrealista de Schiaparelli no se concibe sin sus piezas escultóricas. Pero las joyas también son reflejo del momento en el que vivimos y–aunque de forma más sutil que las prendas de ropa–metamorfosean para hacerse eco de mensajes muy poderosos.     

De entre todas las tendencias de joyas que nos han desvelado los desfiles de otoño-invierno 2024, destaca la premisa del ‘más es más’ como factor común indiscutible. Las dimensiones y los largos de los pendientes se dilatan, la cantidad de brazaletes y collares se multiplica y los motivos beben de los archivos más pomposos. Y, ¿por qué las joyas quieren sobresalir en 2024? En un panorama social que roza lo apocalíptico, los complementos exagerados llegan para inyectar una dosis de optimismo a las propuestas estilísticas de este año.

Desde RABAT hacemos un análisis de todas las tendencias de joyas que nos van a conquistar en 2024.

1. Cadenas colosales

Las cadenas son un complemento imprescindible para las amantes de las joyas. Su origen se remonta a finales de los 70 con el despunte de la cultura punk y en los 80 el hip-hop las convirtió en su seña de identidad con dimensiones XXL como las que hemos visto desfilar en las pasarelas de otoño-invierno 2024. Fendi se decanta por el contraste en una pieza extra ancha en el que el dorado convive a la perfección con el marrón; Roberto Cavalli hace alarde de su ADN recargado con una cadena de doble vuelta; Acne Studios se aleja del oro y tiñe de plata una de las versiones más discretas de esta tendencia; Etro advierte que en las cadenas chunky también habitarán colgantes gigantescos; y Tom Ford engarza eslabones oversize para articular algunas de las joyas que más se van a demandar en los próximos meses.

2. Brazaletes gemelos

Lejos de dejar su estrellato atrás, los brazaletes siguen siendo una de las tendencias en joyas y complementos que viene pisando con más fuerza para el 2024. Es más, este año la fórmula funciona mejor si la multiplicamos por dos. Fue en 2022 cuando los brazaletes gemelos calaron en nuestro imaginario y aunque el año pasado volvimos a verlos en solitario, el 2024 se reconcilia con la versión doble.En acabados dorados los firman Gucci, Tom Ford y Chanel; los de Giambattista Valli se conciben en torno a piedras mastodónticas; Givenchy los abarrota de cristales logrando así dar con un diseño con capacidad de convertir a unos vaqueros y una camiseta en el look idóneo para eventos de noche; y Saint Laurent vira hacia propuestas más desenfadadas con acabados efecto resina.

3. Gargantillas ‘chunky’

Se dice que los egipcios creían que las gargantillas tenían propiedades mágicas para protegerlos de cualquier mal. Y el grunge de los años 90 catapultó su fama, sobre todo, entre los adeptos a estilos con tintes góticos. Díscolas, inconformistas, rockeras, o sugerentes son algunos de los rasgos que se le atribuyen a las gargantillas y que han salido reforzados con la presentación de las colecciones de otoño-invierno 2024. Versace y Gucci recalcan el ADN rebelde de este complemento con diseños completamente ceñidos al cuello en los que predomina el negro. Del mismo largo escaso es la que propone Givenchy en forma de conglomerado de cristales que abrazan el cuello cual armadura; y con algo más de holgura son la de Bottega Veneta en tonalidades plateadas. También son reflejo de esta tendencia la de Chanel rematada con su icónica doble ‘C, la de efecto ombré en diferentes tonalidades metalizadas de Missoni, y la de cuentas hiperbólicas que firma Schiaparelli.

4. Pendientes de largo infinito

Este año los pendientes serán kilométricos o no serán. Al menos eso es lo que dictan algunas de las colecciones más sonadas de otoño-invierno 2024 que hemos podido ver en Nueva York, Londres, Milán y París. Si bien para esta primavera-verano ya se vislumbraba una inclinación por los tamaños maxi y la asimetría (pares de pendientes en los que uno era significativamente más grande que el otro, e incluso con diseños distintos), durante el resto del 2024 nos vamos a decantar por diseños esbeltos de largos infinitos. Las elecciones cromáticas más recurrentes: los plateados y el negro. En la primera tonalidad están los de silueta ligeramente acampanada de Schiaparelli y los de aire setentero de Jil Sander esbozados en una malla metálica; y en la segunda los que aderezan los looks de Carolina Herrera y Christian Siriano, ambos con un boceto de flecos que promete convertirse en un comodín de estilo para sazonar todos los looks de noche de aquí en adelante. Por último, las perlas también se cuelan en esta tendencia gracias a propuestas como el pendiente infinito del joven diseñador nacido en Estrasburgo, Víctor Weinsanto.

5. Collares, cuantos más mejor

Las pasarelas lo confirman: la técnica del layering se cuela en el terreno de las joyas. Esto puede que ahuyenta a las más escépticas de los estilismos a base de capas. Pero lo cierto es que, si hablamos de collares, las reglas del juego son mucho más permisivas y las combinaciones posibles son infinitas. Podemos mezclar diferentes largos y materiales, siempre y cuando el resultado final se perciba armonioso y equilibrado. Entre aquellos a la cabeza de esta tendencia en 2024 está Emporio Armani quien recurre a los collares de cuentas de diferentes tamaños dentro de la misma paleta cromática. El simbolismo oculto, que actuó como hilo conductor de la colección de otoño-invierno 2024 de Etro, impregna también el diseño de sus cascadas de collares con guiños místicos. Hemos visto una Isabel Marant que recurre a la plata como metal protagonista y se convierte en la autora de la composición más relajada. La de Chanel se presume como una de las recetas con más potencial a ser replicada. Con el dorado como piedra troncal, el éxito de esta fórmula está en el baile de proporciones perfectamente armonizadas entre las diferentes capas.

6. Motivos pomposos

El maximalismo que desprenden las tendencias de joyas de este 2024 se eleva al siguiente nivel de la mano de motivos de personalidad pomposa. Flores barrocas, frutas recargadas o elementos del fondo del mar se fusionan con las dimensiones exageradas que reinan las pasarelas dando lugar a piezas epatantes. Tory Burch y Balmain re-imaginan el mundo de lo culinario con pendientes en forma de racimos. Schiaparelli coincide con el segundo en que las caracolas del mar–símbolos de la prosperidad y el renacimiento–son las mejores aliadas para darle un giro inesperado a cualquier básico de armario; y los pendientes de Carolina Herrera y Erdem prueban que no hay nada como unas flores rimbombantes para conseguir ser el centro de todas las miradas.