Y estalló la primavera como un obús de cosas bonitas. Y no importa cómo te pille (cómo de cansado, triste o melancólico) que estos primeros rayos de sol, los pies descalzos sobre la arena y escuchar de nuevo a las gaviotas consiguen lo inevitable —que siempre (siempre) estén aquí de nuevo las ganas de todo. Hay que levantarse.
Una serie para una noche perfecta de sofá y pizza
O sea, un thriller. Nos flipa ese género tan peculiar que han venido para quedarse: el nordic noir (o scandinoir) cuyos mimbres vienen a ser siempre: un crimen en un pequeño pueblo aislado, nieve everywhere, muebles bien bonitos, casas que te mueres, muchas copas de vino, gente un poco jodida y paisajes de postal todo el rato. Buenos ejemplos son The Chestnut Man o Una familia normal. Ahora estamos muy a tope con Fortitude, en HBOMax. Además por ahí andan Verónica Echegui o Stanley Tucci.
Stanley Tucci siempre sí
O cómo ser terriblemente atractivo sencillamente porque sí. Mr. Tucci tiene todo lo que me interesa en una persona: inteligencia, sentido del humor, elegancia (digo la importante, no la de la ropa —que también), ironía bien entendida (la otra también) y le gusta muchísimo comer, beber y viajar. Tanto, que tiene un documental llamado Stanley Tucci recorriendo Italia. Gratis en RTVE.
Un reloj que sí, un reloj todoterreno
Es momento de viajes de mochila, Timberlands y paseos larguísimos a través de montañas, lagos y calles por descubrir. De un tiempo a esta parte (bueno, desde siempre) Zenith, la manufactura de Le Locle, anda presentando piezas que apetecen mucho. Como este Pilot Automatic. Culpa de Zenith es la creación del primer mecanismo cronográfico de carga automática, en 1969.
Lisboa siempre es buena idea
Un viaje cortito, un destino que nunca cansa, una ciudad eterna —es que a mí las ciudades, como las personas, me interesan con historia. Un hotel que nos encanta es el Tivoli Avenida Liberdade, en la avenida del mismo nombre. Comer de maravilla en su La Cervejaria Liberdade (producto, producto, producto), Old Fashioned a media tarde con las mejores vistas de la ciudad y un desayuno de escándalo. Reservad mesa también en Gambrinus. No te la acabas Lisboa.
Un cómic diferente, Le pont des arts
O cómo mezclar maravillosamente el mundo del arte con el de la filosofía y la narrativa gráfica. Su autora, Catherine Meurisse, es además responsable de una de las obras favoritas de Laura: La joven y el mar. Imposible estar más de acuerdo con la frase que da comienzo a la obra: “Ustedes tienen necesidad del Arte. Todos necesitamos arte”. Tal cual. Os recomiendo mucho Le pont des arts.
Un poema para celebrar la primavera
O sea, un poema que celebre el amor. Esta maravilla de José María Andreo, Efecto mariposa. Se lo leo a Ismael López Gálvez.
Un objeto que me hace feliz
Pues es una tontería, pero me hace terriblemente feliz ver a nuestro muñequito de madera de los Eames, cada día, cuando me levanto. Tenemos el nº 18, este. Es una maravilla que las Wooden Dolls de Alexander Girard y el matrimonio Eames, que tienen casi setenta años (la colección forma parte del Vitra Design Museum) sigan fabricándose y pintándose a mano, como el primer día. Tengo que comprar alguno más.
Por dónde empezar Mallorca
Que es una cosa que preguntan mucho. Porque Mallorca —su belleza— es inabarcable. Dos cosas para un primer viaje, una cala preciosa (aquí Laura nos contó sus favoritas) y desde luego no volver a la Península sin una visita a Teixits Vicens. Si pasáis por Palma (que pasaréis, claro) imprescindible Aromata del Andreu Genestra y patear el barrio de Calatrava, lleno de galerías de arte. Hoteles hay para morirse. Grand Hotel Son Net (de la familia Cortesín) en la Serra de Tramuntana, es un sueño.
