Nunca se dirá lo suficiente, pero es un auténtico logro por parte de François-Paul Journe haber alcanzado este éxito en tan pocos años (Montres Journe SA se fundó en 1999) en el contexto de un mundo relojero extraordinariamente marcado por el peso de la historia y la tradición. Hay varias razones que explican esto. La ingeniería de los relojes y el gran conocimiento que François-Paul Journe tiene sobre el mercado, los coleccionistas y su fiel clientela, son algunas de las principales razones. Otra de las razones que ha ayudado a la dinámica de desarrollo de la marca es la construcción inteligente y eficiente de su catálogo, basado en tres colecciones principales: Classique, LineSport y Élégante. Cada colección encarna la visión personal de François-Paul Journe respecto a los objetivos marcados.
F.P. Journe Classique, la gran piedra angular
La colección Classique es, por supuesto, la piedra angular del catálogo, la principal forma de demostrar el buen hacer de François-Paul Journe y de la manufactura. Reúne piezas que son la interpretación y la evolución contemporánea de las primeras creaciones del relojero francés, con las que ayudaron a forjar su leyenda. Desde piezas sencillas como el Chronomètre Bleu o el Souverain hasta otras más complejas como el Astronomic Souveraine o el fascinante FFC: todas se distinguen por un enfoque singular de la relojería clásica. A pesar de la gran diversidad de complicaciones que ofrece la colección, tiene una coherencia estética que permite reconocer a primera vista un reloj de la colección Classique: la forma típica de las agujas, el tipo de letra de los números, el diseño eficiente de las cajas que emanan delicadeza, la posición inesperada de ciertos indicadores, el acabado decorado de los movimientos, el uso de materiales preciosos (incluso el Chronomètre Bleu utiliza tantalio)… todos estos elementos ayudan a definir la identidad de las piezas de la colección.
Es difícil destacar un modelo de la colección, ya que cada uno es un logro soberbio en sí mismo. A título personal, sin embargo, destacaría tres relojes que me gustan especialmente:
1. Chronomètre à Résonance: porque encarna la culminación de varias décadas de investigación y reflexión por parte de François-Paul Journe sobre el fenómeno de la resonancia, porque fue uno de los primeros relojes de pulsera que fabricó en el año 2000
2. Chronomètre Optimum: porque tiene la misma función que el Chronomètre à Résonance gracias al mecanismo remontoir d’égalité que favorece el comportamiento estable del movimiento, a través del mecanismo de fuerza constante. Además, el Chronomètre Optimum busca la precisión gracias al segundero muerto.
3. El modelo Lune, porque es el recordatorio de que la marca ofrece calibres automáticos desde hace más de 20 años y porque organiza al máximo la esfera en torno a una indicación horaria descentrada.
En cualquier caso, cada reloj de la colección Classique es la manifestación de las ideas de François-Paul Journe y, como tal, puede considerarse una fabricación comprometida, que la hace apasionante y deseable, sobre todo, a ojos de los coleccionistas.
F. P. Journe LineSport, pura versatilidad
Por su parte, los orígenes de la colección LineSport son diferentes. La colección se creó a petición de un cliente que deseaba disponer de relojes más versátiles y ligeros para su actividad deportiva. Así nació esta colección, que dió a François-Paul Journe la oportunidad de explorar un territorio menos natural para él. Aunque el titanio ha sustituido al aluminio como material principal de la caja desde sus inicios, los principios fundamentales siempre han sido los mismos: redescubrir la excelencia de los movimientos desarrollados por François-Paul Journe en relojes hechos para acompañar a sus propietarios en cualquier ocasión o circunstancia.
La pieza principal de la colección es, por supuesto, el Centigraphe, y en particular la versión en titanio, la más fiel al espíritu de la colección. En efecto, es un cronógrafo superlativo, que se distingue por un práctico e inteligente sistema de pulsadores y por su capacidad para indicar los tiempos medidos con una precisión de una centésima de segundo.
F.P. Journe Élégante, la puerta de entrada
Finalmente, el último pilar del catálogo está representado por la colección Élégante. Esta colección ha tenido una trayectoria única en la historia de la relojería. El reloj Élégante es la interpretación personal de François-Paul Journe de lo que debe ser un reloj de mujer: práctico, cómodo, refinado e impulsado por un movimiento que no necesita ponerse a cero, si el reloj no se lleva durante algún tiempo. En efecto, François-Paul Journe se había dado cuenta de que a las mujeres les gusta cambiar de reloj con mucha regularidad, incluso durante el mismo día. Sin embargo, el Élégante tuvo tanto éxito con su diseño, destacando gracias a la sutil decoración de su exclusivo movimiento (que incluía un sistema de espera que ahorraba batería), que acabó seduciendo a los hombres. De hecho, los hombres también quieren aprovechar las prestaciones del Élégante para poder llevar un reloj sencillo y versátil, como una especie de complemento ideal para las piezas de la colección clásica. Como resultado, la colección se ha convertido en una verdadera colección mixta, dirigida tanto a hombres como a mujeres. Por su precio más accesible y su diseño original gracias a su caja tipo Tortue Plate, la colección Élégante es hoy la puerta de entrada más obvio al mundo de François-Paul Journe. Sin embargo, hay que tener en cuenta la demanda extremadamente alta.
Organizado en torno a la colección Classique, como elemento principal, el catálogo de la marca F.P. Journe está ahora completo, abarcando una gran variedad de propuestas relojeras. Cada colección, lleva la visión personal de François-Paul Journe y cómo su estrecha relación con sus clientes explica también la aparición de varios modelos. Las colecciones del catálogo demuestran, en cualquier caso, que François-Paul Journe es un relojero de talento que sabe cuestionarse a sí mismo y que no duda en desarrollar nuevos conceptos con convicción e implicación.