Este reloj se presentó en 2019 para celebrar el vigésimo aniversario del primer Tourbillon Souverain. El Tourbillon Souverain de 1999 es una pieza fundamental para François-Paul Journe que atestigua la fascinación del relojero francés sobre esta complicación técnica. Así, el tourbillon ha dejado su huella en todas las etapas principales de la carrera de François-Paul Journe siendo su primer reloj diseñado a mano, a los 20 años, un reloj de bolsillo con tourbillon. El prototipo del Tourbillon Souverain que comprende por primera vez una cuerda en un reloj de pulsera se produjo en 1991, pero fue el Tourbillon Souverain de 1999, vendido por suscripción a coleccionistas, el que marcó el punto de partida de la empresa Montres Journe SA convirtiéndose posteriormente en la Marca F.P.Journe que, hoy en día, rivaliza con las casas más importantes en términos de prestigio e influencia en el mercado.
Por tanto, celebrar el vigésimo aniversario del Tourbillon Souverain no fue una tarea fácil. Era necesario aportar algo nuevo conservando las principales características de este reloj legendario. Y así nació el Tourbillon Souverain – Vertical, cuya piedra angular es la posición vertical de la jaula del Tourbillon. Como siempre ocurre con François-Paul Journe, hay una razón profunda detrás de esta solución técnica; ya que no es el resultado de una casualidad, sino de un enfoque destinado a responder a un desafío. La función del Tourbillon es reducir el impacto de la gravedad alojando el órgano regulador en una jaula; esta jaula gira para que el órgano regulador cambie de posición continuamente y evite acabar en posiciones más sensibles a los efectos de la gravedad. A pesar de la rotación de la jaula, el órgano regulador puede, sin embargo, comportarse de manera diferente cuando el reloj se coloca plano o apoyado sobre la carrura debido al uso de una hebilla o un cierre desplegable. La función del tourbillon vertical (o más precisamente: del tourbillon cuya jaula es vertical) es obtener un funcionamiento constante, independientemente de la posición en la que se encuentre el reloj. En este contexto, el tourbillon vertical complementa idealmente la cuerda cuya función es también obtener un comportamiento constante.

Sin embargo, la posición vertical de la jaula tiene dos consecuencias. La primera es engrosar la caja teniendo en cuenta el diámetro del volante y de la jaula. El segundo es evitar que el volante y la espiral sean completamente visibles en la esfera. Pero una vez más, François-Paul Journe tuvo la capacidad de encontrar soluciones e incluso crear oportunidades a partir de ambos problemas.
En primer lugar, el grosor total de la caja Tourbillon Souverain – Vertical es de 13,6 mm. Es ciertamente superior al del Tourbillon Souverain (9,9 mm), pero sigue siendo muy razonable. Con un diámetro de 42 mm, el conjunto ofrece proporciones armoniosas. La capacidad de François-Paul Journe para crear relojes finos fue muy útil en este contexto, limitando así al máximo el impacto del uso de una jaula vertical.
Más adelante, François-Paul Journe trabajó para que el tourbillon conservara su dimensión mágica e hipnotizante, ofreciendo un espectáculo, tal vez menos perceptible inmediatamente que el Tourbillon Souverain, pero que sigue siendo cautivador y sutil. El resultado se obtiene combinando una solución estética con una solución técnica. La solución estética es la creación de dos lucernarios; el primero consta de un anillo cónico pulido a espejo que permite reflejar en él la jaula del tourbillon y el segundo está situado en la parte trasera del reloj; se trata una extensión del primero y ofrece una vista más abierta de la jaula y su mecanismo.
La solución técnica se basa en acelerar la velocidad de rotación de la jaula. En este modelo la jaula completa una revolución completa en 30 segundos (frente a un minuto para el Tourbillon Souverain), loque permite mejorar la eficiencia del comportamiento del tourbillon así como hacer más perceptibles los reflejos en el anillo cónico.
La arquitectura del Tourbillon Souverain – Vertical es similar a la del Tourbillon Souverain: El indicador de reserva de marcha (con una duración de 80 horas) está situado a las 12 h, la subesfera (esmaltada gran fuego) dedicada a la visualización de la hora está a las 3 h, mientras que la zona dedicada al tourbillon está a las 3 h. El pequeño segundero completa la esfera a las 6 horas, mientras que en su lado izquierdo hay una abertura que permite observar parcialmente el mecanismo de cuerda.
Sin embargo, la orientación de la reserva de marcha no es idéntica a la del Tourbillon Souverain y, debido a la presencia de la apertura del mecanismo de cuerda, la esfera del Tourbillon Souverain – Vertical se distingue por una representación más asimétrica que la del Tourbillon Sovereign. Cabe destacar que la esfera en guilloché con un patrón “Clou de Paris” está formada por los puentes del movimiento (contribuyendo así al objetivo de optimizar el grosor del reloj). Las inscripciones en la parte superior y base de la esfera están grabadas y pintadas a mano. La combinación de estas diferentes técnicas decorativas contribuye al poder de seducción de este modelo.
El éxito del Tourbillon Souverain – Vertical radica en la capacidad de crear un reloj tan diferente como similar al Tourbillon Souverain. La proximidad al reloj cuyo vigésimo aniversario se celebra se materializa en la presencia conjunta de un tourbillon, un mecanismo de cuerda y un segundero muerto. Aquí tocamos uno de los puntos clave del enfoque de François-Paul Journe para el que lograr precisión es importante, pero considera que esta precisión no debe verse alterada en función del nivel de reserva de marcha y este el objetivo del Tourbillon, mejorar dicha precisión. La función del enrollador de igualdad, en cambio, es suavizar la energía transmitida al órgano regulador para obtener un comportamiento lo más estable posible durante toda la reserva de marcha. En cuanto al segundero muerto, acompaña la precisión del mecanismo por la precisión de la pantalla.
El Tourbillon Souverain – Vertical y el Tourbillon Souverain comparten la misma atención al detalle y la calidad de los acabados, resaltados por la arquitectura de sus respectivos movimientos de cuerda manual.
En dimensiones, el Tourbillon Souverain – Vertical destaca por su tamaño y su presentación visual. Es a la vez más imponente pero también en ciertos aspectos más sutil y delicado, como lo demuestra el juego de reflejos de luz sobre el anillo cónico. Además, destaca claramente la animación de la jaula en la parte trasera del reloj, dando la posibilidad de apreciar la construcción del tourbillon en el sentido de la altura. Esta es una vista a la que se puede acceder con un tourbillon tradicional sólo cuando hay una abertura en el medio de la caja. Es mucho más evidente y sencillo con el Tourbillon Souverain – Vertical.

Sin duda, François-Paul Journe ha conseguido, con la presentación del Tourbillon Souverain – Vertical en 2019, mantener la trayectoria que ha seguido desde el inicio de su carrera: cada nuevo modelo ofrece una solución técnica específica, original y exclusiva y que responde a un tema en particular. El Tourbillon Souverain – Vertical, al igual que piezas como el Centigraphe o el Resonance Chronometer, es mucho más que un reloj muy bonito y perfectamente elaborado. Suscita sorpresa, luego debate y reflexión. Esto demuestra una vez más la capacidad de François-Paul Journe para crear relojes que no sólo seducen por su contenido sino que también hacen avanzar la industria desde un punto de vista técnico.
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