Zebith Defy Skyline 2022
Relojes

Zenith reinventa el pasado con su nuevo Defy Skyline

La creadora del famoso calibre El Primero acaba de incorporar una nueva referencia a su colección de brazalete integrado. El Defy Skyline es una pieza de moderna concepción, ideal para recorrer la ciudad, aunque inspirada en el rico legado de la manufactura. Como elemento estrella hay que destacar su curioso contador de 10 segundos. Todo un aviso para recordarnos que estamos ante un movimiento muy especial. El Defy Skyline lo tiene todo para ser uno de los relojes de la temporada.

El Zenith Defy Skyline ha sido uno de los grandes protagonistas de la reciente edición de LVMH Watch Week. Este evento, que tuvo que celebrarse de nuevo en modo digital, es el elegido por las firmas relojeras pertenecientes al grupo francés para presentar sus novedades. La manufactura de Le Locle mantiene la buena senda iniciada en 2021 con la presentación del Chronomaster Sport, uno de los mejores relojes que descubrimos el pasado año. En nuestra opinión, el Defy Skyline tiene todas las papeletas para repetir este éxito.

Relojes Zenith Defy Skyline con esfera negra en versiones de acero y correa de caucho.
La propuesta del Zenith Defy Sklyine es tan sencilla como poderosa: un reloj versátil y urbanita, con una fuerte personalidad vintage.

Los coleccionistas más atentos ya estarán familiarizados con la colección Defy. Lanzada en 2017, esta línea representa la línea más moderna y tecnológica de la manufactura. En Defy hemos encontrado referencias tan sobresalientes como el vanguardista Defy Inventor y su increíble oscilador de 129.600 alternancias a la hora, los impresionantes Defy Extreme del año pasado o propuestas más locas, como las colaboraciones con el diseñador Felipe Pantone o el dj inglés Carl Cox.

Pero Defy es mucho más que un vehículo de Zenith para lanzar sus propuestas más extravagantes. En realidad, la salida de Defy al mercado coincidió con el inicio de la tendencia de los relojes de brazalete integrado. Todas las referencias agrupadas en esta moda tienen en común una unión completa y natural del brazalete en la caja, sin necesidad de usas las habituales asas. Rara es la firma de relojería que no ha incorporado un reloj de estas características a su catálogo en los últimos años, nadie se ha resistido al poder de atracción que supone el brazalete integrado. No lo ha hecho Zenith, que con Defy Classic ha encontrado el producto ideal para conquistar el interés del público urbanita. Defy Skyline toma el relevo de Defy Classic, el cual irá desapareciendo paulatinamente del catálogo de Zenith.

Zenith Defy, unos sólidos antecedentes

Fotografías de anuncio de publicidad Zenith de 1969
La colección Defy fue creada en 1969, cuya primera referencia (A3642) acaba de ser reeditada por Zenith. El Defy fue un reloj que revolucionaria la construcción, con un sistema de amortiguación de golpes.

Conviene señalar que la colección Defy no surge en 2017 de la nada. Hay que retroceder a 1969 para encontrar el primer Defy. Fiel hijo de su tiempo, aquel Defy se caracterizaba por su poderosa caja octogonal de acero cuya gran altura permitía esconder un sistema de amortiguación de protegía al movimiento de las sacudidas externas. Comercializado con la referencia A3642, aquel Defy pronto se convirtió en sinónimo de dureza dentro de Zenith hasta acabar siendo un recurso recurrente para bautizar futuras colecciones. No serán pocos los que recuerden ahora los exuberantes Defy comercializados por Zenith hace quince años. ¡Cómo cambian los relojes en tan poco tiempo!

Reloj Zenith Defy de primeros de los años 90.
Como el moderno Skyline, los Defy noventeros eran una original reinterpretación del concepto de reloj deportivo de ciudad. La comparación con los actuales modelos nos muestrán cómo han cambiado los gustos relojeros en estos años.

En cualquier caso, el diseño del mencionado A3642 está muy presente en el nuevo Defy Skyline. La forma poligonal del original se ha trasladado al bisel, un recurso técnico que ya habíamos visto en el Defy Extreme del año pasado. El reloj sale ganando con la elección: gana personalidad y establece un vínculo estético más estrecho con uno de los mitos del pasado de Zenith.

Comodidad ante todo

Aunque las referencias al pasado son abundantes en su estética, debemos aclarar que el Defy Skyline es un reloj rabiosamente moderno. Ya hemos hablado antes del brazalete integrado como gran tendencia relojera del momento. El Defy Skyline es el primer reloj de acero de Zenith en incorporarla. Hasta ahora estaba también disponible en el muy interesante Defy Classic, con la salvedad que este último modelo solo está disponible en titanio. Las características del brazalete integrado no se limitan a la imagen que aporta al reloj. Entramos en un apartado bastante personal, pero es indiscutible la comodidad que aportan este tipo de relojes. La falta de asas hace que el brazalete se adapte de un modo natural a la forma de la muñeca y consiga que el reloj sea muy cómodo de llevar.

Imagen del nuevo reloj Zenith Defy Skyline de 41 mm
La caja tiene un tamaño de 41 milímetro, la medida perfecta para la mayoría de las muñecas masculinas.

Claro, que para conseguir esta comodidad es necesario que el reloj esté perfectamente diseñado. El Defy Skyline lo está. La caja tiene un tamaño de 41 milímetro, la medida perfecta para la mayoría de las muñecas masculinas. El cuidado en el diseño también es evidente en la terminación del reloj. Toda la superficie en acero ha sido trabajada, ya sea con pulido espejo o cepillada, para que el reflejo de la luz ayude a perfilar las formas del reloj. El Defy Skyline se disfruta en tridimensional, de eso no hay ninguna duda.   

Detalle del fondo de la caja del Zenith Defy Skyline
El fondo de la caja nos permite ver además el atractivo rotor de carga de su movimiento El Primero, con la forma estrellada del logotipo de Zenith.

Y un detalle que no se nos puede escapar: su curiosa corona de forma pentagonal, los mismos lados que la estrella de su logotipo. Por cierto, la corona va enroscada en el lateral de la caja para garantizar la hermeticidad del reloj, estimada en 100 metros.

El Primero, un movimiento mítico

El Defy Skyline equipa la última versión de El Primero. Una decisión de lo más lógica si tenemos en cuenta que El Primero es uno de los movimientos más importantes de la historia de la relojería, si no fuera por el pequeño inconveniente de ser un cronógrafo y el Defy Skyline es un tres agujas.

Calibre Zenith El Primero
El movimiento de manufactura automático late a la alta frecuencia de 5 Hz (36 000 alt/h).

¿Cómo trasladar a un reloj «sencillo» toda la singularidad de El Primero? Pues nada menos que haciendo de su segundero una prolongación del cronógrafo. Suena complicado, pero es muy fácil de entender. Ya hemos dicho que Zenith lanzó el pasado año su reloj Chronomaster Sport. El cronógrafo venía equipado con un movimiento El Primero 3600 y un peculiar segundero con una frecuencia de rotación de diez segundos por vuelta. Esta singularidad del Chronomaster Sport, y de todos los nuevos Zenith equipados con El Primero 3600, permite una lectura más exacta de las décimas de segundo. El Primero, además de haber sido el primer cronógrafo automático integral lanzado al mercado (1969), tiene la particularidad de funcionar a 36.000 alternancias a la hora, lo que le permite ser capaz medir tiempos con una exactitud de una décima de segundo.

La versión 3620 que equipa el nuevo Defy Skyline parte de este calibre y transforma la trotadora del cronógrafo en un pequeño y normal contador de segundos. Bueno, no tan normal: su aguja completa una vuelta cada 10 segundos, y no en los 60 segundos que emplean todos los segunderos del mercado. Un modo sencillo y muy eficaz de mostrar que hay algo diferente bajo la esfera.

El cielo estrellado

La esfera del Defy Skyline también se diferencia respecto al mencionado Classic. La superficie sigue un patrón de estrellas de cuatro puntas. Su realización ha partido del antiguo logotipo de Doble Z que Zenith empleó en los años 60. Más allá del vínculo estético, el patrón aporta a la esfera una imagen muy original y con cierto aire vintage. El acabado de la esfera aporta además las diferentes declinaciones en las que se ha presentado el Defy Skyline que, por lo demás, solo está disponible por ahora con caja de acero. Se puede escoger en plateado, azul o negro.

Cada uno de los tres modelos viene acompañado de su correspondiente brazalete de acero y una correa suplementaria de caucho. Su color cambia dependiendo de la esfera: caucho verde caqui para la esfera plateada, azul o negra. El paso del brazalete a la correa es muy sencillo de realizar gracias al sistema de cambio rápido que incorpora el Defy Skyline. La operación se realiza en apenas unos segundos con solo apretar los pulsadores ubicados en ambos lados del fondo de la caja.

El Defy Skyline tiene un precio de venta al público de 8.300 euros. Por estética y relación calidad/precio, está destinado a ser uno de los relojes del año, ¡y eso que apenas llevamos un mes!