Del verano nos gusta todo —¿quién no querría quedarse a vivir en él eternamente?—, pero las noches tienen una magia que ganan a todo lo demás. Cenas en la orilla del mar o bailes bajo la luz de la luna son la excusa perfecta para vestirnos con nuestras mejores galas estivales. Desde vestidos vaporosos con un aire casual que encaja en cualquier evento, hasta otros más formales para fechas muy especiales. Te proponemos siete tendencias para que vivas con mucho estilo esas noches que (seguro) serán inolvidables.
El vestido lencero


Fue la pieza estrella de los 90 y ahora llega reinterpretado en líneas evasé, largos hasta el tobillo, con espalda escotada y, por supuesto, en tejidos satinados. Y aunque a priori parezca una pieza para ocasiones especiales encaja también en looks de diario. ¿La clave? llevarlo con una blusa o camiseta debajo.
Victoria Beckham es una incondicional del vestido lencero, además de proponerlo en su colección de primavera-verano 22, lució uno en tono plateado y con encaje, diseñado por ella misma, para asistir a la boda de su hijo Brooklyn con Nicola Peltz. Una inspiración para madrinas que buscan algo diferente.
Manga farol XL


La vuelta de la manga abullonada está marcada por el éxito del vestuario de Los Bridgerton y los vestidos románticos de la danesa Cecilie Bahnsen, que ya han dado la vuelta al mundo. Pero más allá de su versión más naïf, esta temporada también encuentra su lugar una perfecta forma arquitectónica y simétrica. Y aunque estos dos estilos son opuestos tienen algo en común: en cuestión de mangas no existen medias tintas, y cuanto más extremas mejor.
Mara Hoffman las incluye en su colección en un conjunto de potente colorido y bustier visible (otra de las grandes tendencias del verano), en una estética que nos transporta a un paraíso tropical.
El vestido joya


Las noches de verano no tienen por qué ceñirse a conjuntos de naturaleza ligera. El barroco también tiene cabida en los eventos a la luz de la luna. Los denominados vestidos joya, cargados de adornos dorados, son el recurso perfecto para dress codes urbanos o bodas de noche.
Daniel Roseberry, director creativo de Schiaparelli, sube un nivel añadiendo a los vestidos joya el toque surrealista propio de la casa italiana. Entre sus grandes éxitos sobre la pasarela se encuentra este vestido de forma arquitectónica que lució Maggie Gyllenhaal sobre la alfombra roja de la pasada edición de los Oscar.
Total white


El blanco, impoluto y sin combinaciones, desplaza al negro en el primer puesto de color infalible y recurrente para las noches de verano. Ralph Lauren propone el look total white en dos versiones opuestas pero igualmente seguras: trajes sastre y vestidos de escote palabra de honor con una estética pareo muy veraniega. La clave de este look está en elegir piezas de patrón y costura elaborados, que se salgan del tópico ibicenco, y en no mezclar con otras tonalidades (incluidos accesorios). Solo así conseguiremos un efecto cien por cien impecable. Las perlas y las joyas de oro blanco harán el match perfecto.
Corsé


Nada tiene que ver con aquellos diseños que dañaron el cuerpo de las mujeres durante cuatro siglos (desde el XVI hasta el XX). El corsé vuelve como una pieza que no oprime sino que realza la figura, de la misma forma empoderadora que lo concibió Vivienne Westwood en los 80.
Precisamente de esa década, Mara Hoffman recupera los dibujos abstractos y los colores de neón para ofrecernos corsés a modo de cropped top y con escote palabra de honor. Perfectos para combinar con unos mom jeans y con joyas en exceso. Esta pieza que deja al descubierto la piel bronceada será, sin duda, la tendencia más fuerte del verano.
Inspiración bucólica


Las noches de verano no solo se celebran en la orilla del mar. El campo es el escenario perfecto para veladas que se alargan entre el aroma de las flores y un paisaje bucólico. El secreto para conseguir esta estética boho de vestidos largos reside en tejidos vaporosos y estampados florales: el print al que nos resistimos a abandonar por mucho que otros sean tendencia.
La diseñadora Luisa Beccaria recoge esta esencia con diseños románticos para vivir El sueño de una noche de verano e, incluso, adentrarse en el otoño, ya que combinan de forma inteligente con cárdigans y chalecos de punto —una de las tendencias estivales más repetidas en los países escandinavos—.
El nuevo boho


La nueva versión del look bohemio se encuentra en una tendencia de espíritu años 70: las faldas largas evasé combinadas con camisas cut out. Este look propuesto por Cult Gaia se basa en las prendas que dan la sensación de haberse confeccionado a mano y en las que intervienen tejidos naturales como el algodón rústico.
Aunque esta tendencia provenga de la época del new age en la que destacaba el exceso de estampados y colorido, esta vez el boho bebe de los 90 (una década que está presente en casi todas las colecciones) para proponer un estilo bohemio pero depurado en tonos neutros. Las sandalias de tiras finísimas y las gargantillas de tipo choker lideran entre las propuestas de accesorios.