Abrimos ‘Consultorio’ sin miedo; un ratito de mambo y hedonismo
¿Por qué apnea?
Es difícil expresar los porqués, las sensaciones, qué me arrastra a ese fondo de mí mismo. Pero lo intento: pocas emociones como estar allá abajo rodeado de una belleza azul cobalto, una belleza atávica que tira de ti desde allá al fondo de todas las cosas. Silencio absoluto, un “estar en ti” extremo (si no estás en ti, no hay apnea: es imposible), dejarlo todo atrás, ser nada más que piel y huesos, detener el tiempo en el ahora —hasta casi desaparecer. Y el mar, claro.
¿Dónde hacerme las alianzas de boda y cuáles?
A lo primero no hace falta contestar, ¿no? ¡En RABAT! A lo segundo toma el mando Laura: Algo sencillo con secreto dentro para atraer la buena suerte y continuar con la tradición. Oro amarillo, un ancho finito, grabado por dentro y con un diamante interior al que puedes añadir un pequeño zafiro y/o un rubí.
Una novela para reconectar con la vida
A la vida se reconecta uno viviendo (viajando, besando o siendo feliz en torno a una mesa con muchas copas llenas) no leyendo, pero entiendo lo que quieres decir. Vamos a decir un libro de poesía: La fuerza viva de Alejandro Simón Partal, que además recibió el Premio de Poesía Arcipreste de Hita.
Esto que hay hoy, esto que hoy tenemos, tendría que ser suficiente.
Esta higuera cercana que da sombra sin que nadie le exija fruto alguno, estas toallas nuevas que sí secan, los retratos de familiares que ya no están y que más que estupor. deducen paraísos.
Pendientes de boda para regalar a mi mejor amiga
Al habla Laura: estos pendientes de oro blanco de diamantes con orla de diamante, Sencillos y atemporales pero con un detalle diferente por la orla, que rodea como tú con tu amistad al diamante central que es tu amiga.
¡Gracias por el podcast! ¿Qué pequeñas cosas te hacen olvidarte de todo?
Gracias a vosotras por el cariño, surgió de una manera tremendamente natural: hacer cosas bonitas con un amigo al que quiero mucho (Alberto) y que además aporten a quien lo escuche, creo que lo hemos conseguido porque Decir las cosas nos permite hacer algo que creemos de corazón era necesario —hablar de las cosas importantes.
En cuanto a qué pequeñas cosas me hacen olvidarme de todo te diré una cosa: he llegado a una edad (emocional) en la que no quiero olvidarme de nada, porque de cada cosita aprendo. Cada traspiés me ha traído hasta aquí y cada agobio (que los tengo) me hace ser todavía más consciente de los momentos de plenitud.
Reloj perfecto para cruzar el atlántico con mi padre
Qué bonito propósito, por Dios Santo. Te diría alguno que esté dedicado al amor por los viajes, por la aventura, por la emoción; te soplo una pieza que me tiene enamorado: el IWC Schaffhausen Reloj de Aviador Cronógrafo Edición Le Petit Prince, edición en honor de aquel inmenso viajero (y escritor) que fue Antoine De Saint Exupery, tengo grabada a fuego aquella certeza suya: “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va”.
Dos hoteles imprescindibles
Imposible decirte solo dos, los (buenos) hoteles me dan la vida. Pero te digo dos visitas recientes que me han maravillado: el Hotel Mandarín Oriental Ritz con la cocina de Quique Dacosta (y el Capo al frente del equipo) que es una catedral erigida en torno a la belleza y el lujo más clásico, volvimos con los sentidos extasiados. Y otra cosa que no tiene nada que ver: Predi Son Llaumell, un hotel rural en Capdepera (Mallorca) con la cocina de Andreu Genestra, un espacio utópico rodeado de verde, tranquilidad, Mediterráneo y calidez. Un sueño.
Alguna colección nueva que te encante
Pues en mi última visita a Rabat (para recoger una cosita que me autoregalé: es que soy muy fan de autoregalarse cosas) me enseñaron la colección Three Wishes y me encantó, tanto el concepto (inspirada en las tres generaciones de la familia —tres diamantes, tres deseos: pasado, presente y futuro) como la estética, tan sencilla y tan atemporal. Especialmente la pulsera.
¿Dónde disfrutar de un buen cocktail?
Vivimos ahora mismo un momentazo increíble de bartenders y coctelerías tremendas; en Madrid te diría Salmón Gurú de Diego Cabrera, el maravilloso clasicismo de Del Diego (Fernando y David) o el bajo de Angelita con Mario Villalón. En Barcelona tiraría por Schmucks, Dr.Stravinsky o Sips —Barcelona, por cierto, se convertirá en el centro mundial de la coctelería durante los The World’s 50 Best Bars. Y tanto en Madrid (en el Gran Meliá Fénix) como en Barcelona tienes el Dry Martini de Javier de las Muelas, que además es el responsable de los cócteles que sirven en las boutiques de Rabat: cócteles y relojes, planazo.
