Reloj Tudor Black Bay Cronógrafo con agujas Snowflake
Relojes

La historia detrás de las icónicas agujas “Snowflake” de Tudor

Muchas veces sucede que aquello que podemos considerar una decisión puramente estética responde en realidad a la solución de una necesidad funcional. El principio del diseño “La forma sigue a la función” deviene una ley de la relojería mecánica.

Muchas veces sucede que aquello que podemos considerar una decisión puramente estética responde en realidad a la solución de una necesidad funcional. El principio del diseño “La forma sigue a la función” deviene una ley de la relojería mecánica.

50 años después de su creación profundizamos en la historia y la motivación de las características agujas estilo “snowflake” que firman las esferas de los relojes de submarinismo de Tudor desde 1969.

Relojero colocando las agujas Snowflake sobre la esfera de un reloj Tudor

El origen: La historia de los Tudor Submariner

En 1954 Tudor presentaba la primera generación del modelo Oyster Prince Submariner, un reloj hermético creado específicamente para su uso bajo el mar. Su diseño presentaba muchas similitudes con el Rolex Submariner – Recordemos que ambas marcas habían sido fundadas y eran dirigidas por Hans Wisldorf – con el que compartía varios componentes. Entre los elementos comunes estaba la característica aguja horaria con forma de estrella de 3 puntas.

La segunda generación de la colección Oyster Prince Submariner veía la luz en 1969. Tudor aprovechaba para introducir cambios mecánicos – movimientos con fecha – y estéticos como la esfera con índices cuadrados y la primera aguja horaria “snowflake”.

Reloj Tudor Oyster Prince Submariner de 1969 con las primeras agujas "snowflake"
Reloj Tudor Oyster Prince Submariner de 1969 con las primeras agujas «snowflake»

La forma sigue a la función

El rediseño de los elementos de la esfera de los Tudor Oyster Prince Submariner no solo respondía a la necesidad de remarcar su personalidad, sino que estaba condicionado principalmente por los requerimientos de sus usuarios.

Los índices cuadrados y las agujas de mayor grosor permitían aplicar más material luminiscente mejorando su legibilidad en entornos con poca luz como las profundidades marinas. Además, el diseño de las nuevas agujas facilitaba diferenciar entre el índice de las horas y los minutos.

La Marina Nacional francesa adoptaría el Tudor Submariner como una herramienta de su equipación para los submarinistas militares. Este reloj de submarinismo también sería popular entre los cuerpos de las marinas de los Estados Unidos, Canada e Italia.

Reloj Tudor  Oyster Prince Submariner de 1977 de la Marina Nacional francesa.
Reloj Tudor Oyster Prince Submariner de 1977 de la Marina Nacional francesa.

¿Por qué se las conoce con el sobrenombre de agujas “Snowflake”?

El apodo de “Snowflake” o “Copo de nieve” se empezó a utilizar entre coleccionistas y aficionados en la década de los 90. Ante la popularidad del termino Tudor lo ha adoptado de forma oficial. Es sencillo entender la idoneidad del término con una representación de varias agujas:

Superposición de agujas Tudor Snowflake formando el patrón de un copo de nieve.
Superposición de agujas Tudor Snowflake formando el patrón de un copo de nieve.

Un legado continuo:

Las agujas “Snowflake” siguen siendo uno de los elementos de diseño Tudor más reconocidos, presente tanto en sus líneas Black Bay como en Pelagos desde el relanzamiento de ambas colecciones durante la feria de Basilea de 2012.

Reloj Tudor Black Bay con agujas Snowflake doradas.
Reloj Tudor Black Bay con agujas Snowflake doradas.