Dicho lo anterior, realmente no quiero restarle valor a cómo unos pendientes pueden elevar y complementar tu look nupcial. Más si hablamos de una joyería diseñada para capturar la belleza de los diamantes, con detalles que hablan de artesanía, lujo y exclusividad, y pensadas para transcender en el tiempo (ya que te acompañarán toda la vida), que son cualidades que están en el savoir faire de RABAT. Obviamente, tener en cuenta puntos como el tipo de enlace que vas a celebrar (lugar, hora, decoración, dress code, etc.), el estilo de tu vestido de novia o el peinado que te vas a hacer, ayudan a definir con coherencia estética tu estilismo; pero lo realmente importante es que elijas el look que elijas, este a de expresar tu esencia y el cómo te quieres sentir y ver como novia… ¡Y los pendientes te tienen que hacer brillar aún más!
Un ‘must have’ para toda novia: pendientes dormilonas.
Los llamados pendientes dormilonas se caracterizan por su pequeño tamaño y diseños con un único diamante o rodeado por una orla de diamantes de distintas tallas. Son un básico atemporal de la joyería que aporta luminosidad al rostro y destacan por su atributo versátil y discreto; de ahí que sean los pendientes perfectos para cualquier novia, indistintamente del estilismo que sueñes llevar. Dos novias de la realeza –con estilos antagónicos: una bohemia y la otra conservadora– que lucieron pendientes tipo botón en oro blanco y diamantes fueron Charlotte Casiraghi y la duquesa de Sussex, Meghan Markle.
En vestidos de novia clásicos, de grandes volúmenes y/o con muchas texturas y abalorios, los pendientes pequeños o dormilonas armonizan el look; mientras que en vestidos de siluetas rectas y effortless mantienen la simplicidad estética aportando sofisticación. Para un toque de estilo vintage, puedes elegir un clásico de la joyería como los pendientes con zafiro azul central y orla de diamantes (que además cumplen con el ‘something blue’ que toda novia debe llevar según la tradición o algún modelo de inspiración Art déco. Si lo que quieres es dejar que el protagonismo lo tenga un tocado u otra joya, como una gargantilla o una tiara, este tipo de pendientes es tu aliado. Además, poder usarlos a diario en looks más allá del de la boda los convierten en el ‘must have’ de cualquier joyero personal (junto a unos pendientes de aro pequeños, la alternativa si buscas una joya discreta y esencial).
Para romper con lo convencional: pendientes trepadores y tipo ear-cuff.
Hay que admitirlo, los pendientes tipo trepadoras y ear-cuff son la sensación de la joyería actual: son modernos, audaces y ciertamente rebeldes, incluso en su versión más elegante. Su belleza radica en que adornan parte o todo el contorno de la oreja. Se pueden usar en conjunto, de forma individual y asimétrica y combinados con otras piezas, como los piercings; todo dependerá del diseño y de tu gusto personal, pero está claro que si los eliges como pendientes para tu boda es porque quieres, de alguna forma, romper con los convencionalismos asociados a las novias.
Para un moderno estilismo de novia los pendientes tipo ear-cuff y ear-climbers con diamantes multitalla y/o de diferentes tamaños son la elección más original, destacando muy bien sobre vestidos con patrones minimalistas, líneas muy puras y tejidos lisos. Si lo que deseas es imponer tus propias reglas y estética nupcial combínalos con looks de traje sastre, minivestidos, vestidos con corsé y siluetas glam punk. Pero no todo es disruptivo con este estilo de pendientes, también tienen cabida los diseños que conjugan vanguardia y romanticismo como en los modelos elegidos por dos novias RABAT: Isabelle Junot, cuyos pendientes con 24 diamantes de talla brillante y dos posiciones (pendiente trepador y pendiente largo) se pueden separar para lucirse individualmente y aportaban el toque trendy a su vestido de novia de corte princesa. Y Melissa Villarreal, que eligió unos pendientes muy especiales formados por dobles flores con pétalos de diamantes en tallas brillante, pera y corazón para completar un bridal look muy contemporáneo.
Los preferidos por muchas novias: pendientes largos.
Sueñes con ser una novia de elegancia tradicional y romántica, que tus vibraciones sean más ‘Old Hollywood’ y maximalistas o, todo lo contrario, buscas modernidad, en los pendientes largos encontrarás una elección segura. Su variedad de diseños de carácter timeless (del estilo cascada a los clásicos rivière) y el hecho de que estilizan el rostro, aportan luz y tienen movimiento, hacen que estén entre los favoritos de muchas mujeres. Solo tienes que saber elegir el modelo icónico adecuado para tu estilo.
Si quieres abordar un look que auné tradición, romanticismo y sofisticación, puedes inspirarte en la elección de la princesa Eugenia de York que lució unos pendientes de hilera de diamantes y esmeralda final (a juego con la diadema ‘Greville Emerald Kokoshnik’, creada en 1919 por los joyeros de Boucheron y perteneciente al joyero real de su abuela, la reina Isabel II del Reino Unido); y en otra de nuestras novias RABAT, Ana Cristina Portillo, que dio el «¡Sí, quiero!» con unos exclusivos pendientes ‘chandelier’ compuestos por más de 100 diamantes, y que en su caso dejó que brillarán como única joya de su estilismo. Si te imaginas proyectando una imagen natural y chic, pero manteniendo cierto glamur ‘Old Hollywood’, tienes que decantarte por unos pendientes de diamantes rivière; su línea esbelta y resplandor infinito ensalzan el legado de alta joyería de todos los tiempos y además los puedes llevar en conjunto, a juego con la pulsera y el collar rivière.
Para un look de novia maximalista solo tienes que regirte por la regla del «más es más» y no tener miedo a los excesos, volúmenes, texturas, accesorios, etc., y aquí los pendientes largos de gran formato y/o con piedras llamativas (bien por tamaño o color) serán tus aliados. Mientras que, en el polo opuesto, si planeas casarte con un look supermoderno opta por pendientes largos de líneas arquitectónicas, que bien jueguen con la geometría de las piedras o que contrasten el oro amarillo y el oro rosa con el brillo de los diamantes; esa delicadeza y minimalismo serán perfectos.
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