Cuando Heródoto habló de los siete mares, seguramente nunca pensó que aquello quedaría como una referencia cultural para la historia. Su división entre el mar Rojo, Negro, Mármara, Jónico, Egeo, Tirreno y Adrático a día de hoy todavía sigue inspirando a escritores y es una referencia cuando hablamos del Mediterráneo. Nosotros, de hecho, nos hemos servido de él para definir el territorio por el que nos vamos a mover este verano, seleccionando cada una de las joyas para lucir en la muñeca que RABAT nos propone para los meses de calor. Se trata de piezas con carácter, elegantes y contemporáneas que bien merecen una leyenda al más puro estilo de la de Jasón y los argonautas.
Toma nota de nuestras propuestas y disfruta las leyendas que encontramos a lo largo de sus costas y sus aguas.
Mar Rojo
Estamos ante uno de los mares con más leyendas y que más nos ha fascinado. Sus aguas se abrieron por voluntad divina para que Moisés y el pueblo de Israel cruzaran de orilla a orilla, los romanos le llamaban el mar de Eritrea y Alfonso de Alburquerque sembró el terror cuando navegó con sus barcos durante la Edad Media. Incluso el propio Napoleón conoció el sabor de la derrota en sus costas. A nosotros, hoy en día, lo que más nos llama la atención de este lugar son sus maravillosas aguas, una de las mejores en las que practicar el submarinismo.
Te podrás sumergir hasta cincuenta metros para descubrir los tesoros que esconde el mar Rojo gracias al modelo Uylsse Nardin Marine Torpilleur, una fantástica creación con sabor marinero, caja de acero de 42 mm y correa de caucho.
Mar Negro
Entre Oriente y Occidente, vinculado para siempre a los estrechos del Bósforo y Dardanelos, el mar Negro es otro de los siete mares que nos cautivan. No sabemos qué nos atrae más de él, si la belleza de sus costas o la historia de Jasón y los Argonautas, que lo navegaron en busca del vellocino de oro. Son unas aguas tan particulares que devoran los barcos de hierro hundidos, pero, en cambio, respetan con mimo los de madera.
El color oscuro del lapislázuli de este diseño de RABAT nos trae a la mente este lugar. Los destellos dorados de las bolas de oro rosa, nos recuerdan el misterio de las construcciones del imperio otomano, testigo de gran parte de la historia de estas aguas.
Mar de Mármara
Hermano pequeño del mar Negro, es el encargado de separar Oriente de Occidente, y de bañar la ciudad de Estambul, la mítica Constantinopla. Herman Melville aseguraba que una ballena que lo habitaba atacaba a los barcos que se atrevían a navegarlo, de ahí quizás el gran número de naufragios que acompañan su historia.
Los diamantes negros que configuran el alma de este diseño de RABAT nos pueden servir como salvoconducto para atrevernos a descubrir este lugar que baña las costas de Misia y Bitinia. La pulsera se completa con oro rosa que le dan, si cabe, un aspecto más historicista.
Mar Jónico
Testigo de una batalla que cambió el rumbo de la historia, cuando Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados por Octavio, es también famoso por alojar la mítica Ítaca. Pero en estas aguas encontramos otras bellezas como Corfú, Siracusa o Messina, lugares todos en los que perdernos por sus calles llenas de historia y de leyendas.
El Grand Seiko Sport Collection Hi-Beat 36000 GMT, con movimiento automático, bien podría ser el reloj favorito de Odiseo. Con doble huso horario, es perfecto para los aventureros. Pero, si eres de vivir las historias en tierra firme, también podrás sentir el vértigo de las olas gracias a su original esfera, con un elegante dibujo náutico que recuerda la espuma de un mar agitado.
Mar Egeo
Hoy en día, el mar Egeo es sinónimo de grandes veranos. El sinfín de islas que lo pueblan nos permite disfrutar de la cultura en islas como Praxos o Naxos, y de la fiesta en Mikonos. Baña las costas de dos países de leyenda, como son Grecia y Turquía, y recibe su nombre del rey ateniense Egeo, que se arrojó a este mar tras creer que su hijo había sido devorado por el Minotauro (si esperaban una historia mitológica alegre, esta tampoco lo iba a ser).
Para que no nos suceda como a este monarca desafortunado, podemos recurrir al coral, un material que crece en algunos “rincones” de este mar y al que de manera histórica se le ha atribuido poderes protectores mágicos. En el diseño que encontramos en RABAT se combina con bolas de oro rosa, haciendo de ella no solo una pieza que nos librará del mal de ojo, sino que se convierte en una auténtica joya.
Mar Tirreno
Conocido también como mar de los etruscos, su nombre, al parecer, se lo dieron los griegos, inspirados por las historias que recogía Heródoto, que aseguraba que esta era una tribu migrante dirigida por el príncipe Tirreno, que se instaló en esa parte de la península Itálica. Con forma triangular, sus aguas bañan las costas de las islas de Córcega, Cerdeña y Sicilia, y llega hasta la Toscana, Lacio, Campania y Calabria.
El Tudor Pelagos FXD Chrono ‘Edición Alinghi Red Bull Racing’ es un modelo perfecto para estas costas. Comparte el espíritu aventurero de los etruscos que llegaron hasta estas tierras y destaca por un movimiento automático Calibre MT5813 (COSC). Cuenta con cronógrafo y una caja de 43 mm de carbono, lo que lo convierte en un reloj que parece diseñado para el Mediterráneo.
Mar Adriático
Se trata de otras aguas llenas de cultura, al bañar lugares tan diversos como Venecia, Piran, Trieste, Dubrovnik o Split. El Adriático también le debe su nombre a los etruscos, pero por él han pasado personajes de todo tipo, como Sissi emperatriz que se relajaba mirando los reflejos del mar.
Del mismo color que el Adriático es la turquesa que protagoniza en esa ocasión el diseño de RABAT. Incluye, también, bolas de oro rosa, que nos vuelven a recordar la belleza del paisaje de este lugar.
