El caso Première Édition Originale de CHANEL es uno de estos casos en los que el reloj captura cada esencia de su fundadora, de una leyenda. Una reedición fiel a su primera incursión relojera presentada en 1987, un testimonio de elegancia atemporal.
Gabrielle CHANEL y el amor octogonal
El diseño del Première nace de la poesía y la melancolía: Un reloj femenino que no siguiera los códigos de la relojería masculina. Y no habría otra manera de hacer lo que no fuera con la figura geométrica más icónica de la firma: La caja octogonal, inspirada en la silueta de la Place Vendôme y en el tapón del perfume N°5, es una declaración de intenciones y romanticismo. Su esfera negra lacada, sin índices numéricos, decorada con agujas doradas sobre un fondo oscuro, como pinceladas minimalistas que enmarcan la historia de elegancia más contada a lo largo de los años.
Un juego de contrastes donde el negro y el dorado se combinan en honor a Gabrielle Chanel.
La joya que mide el tiempo
El Première Édition Originale es mucho más que un reloj, es una joya. Su brazalete, diseñado en cadena y con una cinta de piel negra entrelazada hace referencia a los bolsos más reconocidos de CHANEL, abraza la muñeca como una pulsera de oro de aire atemporal. Cada detalle ha sido pensado para elevar al máximo la feminidad, la elegancia y el estilo de cada mujer que lo luce.
El reloj se ensambla en la Manufactura CHANEL en La Chaux-de-Fonds, epicentro de la relojería suiza, y presenta una caja de acero recubierta de oro amarillo de 18 quilates; en su interior, late un movimiento de cuarzo suizo de alta precisión, discreto y silencioso, al servicio de un diseño exclusivo e inolvidable.
Este reloj joya consigue unir dos mundos: la tradición relojera y el diseño atemporal de un accesorio irrepetible.
Kim Jennie, la musa de este tiempo
Una vez más, la cantante de BlackPink, Kim Jennie es la embajadora de esta icónica pieza, una relación que siéntalas bases de la transversalidad de CHANEL: Cómo un icono de 1987 es capaz de reinventarse para atraer a nuevas generaciones de estilo y sofisticación sin perder su carácter y autenticidad por el placer de poseer un fragmento de la historia de la moda.
