Con una industria comunicativa más rápida que nunca, a la vez que una base de consumidores acostumbrada a, cada vez, más y más relojes nuevos cada año, el hecho de que una marca de relojes presente un nuevo modelo tiene difícil trascendencia.
Sin embargo, esta no era la tendencia de las marcas hace unos años o, quizás, unas décadas. Las marcas utilizaban las ferias para presentar sus actualizaciones de catálogo, y, a partir de ahí, «buen año y nos vemos el siguiente». De todas formas, no es de esta evolución en sí misma de lo que vengo a hablar hoy. Hoy quiero comentar un aspecto muy curioso —y hasta divertido— del mercado Pre-Owned y de segunda mano.
Mientras que, como venimos comentando, las marcas evolucionan velozmente, van dejando una huella con sus lanzamientos que hace años quedaba en el olvido. Sin embargo, cada día se demandan más relojes de segunda mano y neo vintage por parte de los consumidores, volviendo a poner en circulación en el mercado modelos pasados de marcas que, probablemente, hayan ya pivotado o cambiado su estética. Esto genera la curiosa situación a la que hacía referencia: ver relojes en el mercado y pensar: «¡Es cierto! Me acuerdo de cuando hacían esto…». Me recuerda a un concepto que han comentado varios cantantes y artistas a lo largo de sus carreras. Según van evolucionando, sus fans se quejan de que echan de menos los productos que el artista lanzaba antes. «¡Pero si puedes seguir escuchándolos!» Pues, como comentamos, eso es exactamente lo que viene pasando con los relojes.

Para muchos aficionados que pasaron su pico de compras hace diez o veinte años, el resurgir del mercado Pre-Owned es una bendición. Por fin vuelven a estar disponibles, ahora en condiciones óptimas de compra y con garantía, los relojes que ellos vieron lanzarse como nuevos hace tiempo. Esta situación genera una voluntad de compra nostálgica que creo que es buena para la industria.
Por encima de esto, genera una inmortalidad de las novedades de las marcas. Una vez que se lanza un modelo y al mes siguiente se presenta el próximo, el anterior no cae en el olvido. Sigue ahí, y las unidades que se produjeron siguen en circulación en el mercado. Puedes ver relojes con calibres estandarizados de una marca que ahora es manufactura, tamaños impensables en marcas que han pivotado en proporciones, o diseños muy atrevidos propios de otra época. Esta diferencia se vuelve muy notoria ahora en especial, ya que llevamos un par de años y estamos en una situación de deceleración fuerte del mercado. En casos así, como es lógico, las marcas se recogen, sellan bien sus puertas y ventanas, y esperan a que pase el huracán. En otras épocas más floridas, como 2018-2019 o antes de la crisis de 2008, las marcas mostraban sus plumajes cual pavos reales. Este atrevimiento en diseños, proporciones, materiales e innovación en general queda plasmado hoy en catálogos Pre-Owned que distan mucho de los catálogos actuales.

Es más, agregadores de datos de ventas de mercado secundario, como la empresa Everywatch, reúnen información muy valiosa al respecto. A través de dichos datos, tanto los clientes como las marcas pueden ver cómo rinden en el mercado modelos actuales en comparación a modelos, tamaños, materiales y propuestas de valor pasadas. Esto ayuda al coleccionista a ganar perspectiva de la trayectoria de una marca, al igual que ayuda a la marca a no desechar proyectos pasados y tener la oportunidad de relanzarlos quizás con características más acordes a su realidad actual.
Esta es una tónica que vemos repetirse una y otra vez: muchas novedades reinterpretan, en ocasiones muy fielmente, modelos del pasado de la marca. En general, el equilibrio perfecto está entre eso y la innovación. No se puede vivir de reinterpretaciones, tampoco desechando el pasado por completo y reinventando la rueda cada Watches & Wonders. Lo que sí está claro es que, con el fuerte crecimiento del mercado Pre-Owned, lo natural sería que las marcas continuaran la tendencia de adentrarse en él y redujesen el número de novedades, ya que el mercado solo soporta un cierto volumen de oferta, y lo que hace el mercado Pre-Owned es incrementarla dándole una segunda vida y volviendo a poner en circulación modelos pasados. Pienso que veremos así una deceleración de novedades paulatinamente, también basada en el concepto principal de este artículo: con el mercado Pre-Owned, las marcas quedan más retratadas que nunca en sus productos, y deben enfocarse en construir una base sólida y atemporal de catálogo, o el mercado se llenará de productos que no se alinean con sus valores aun llevando su logo.