Dice Georges Kern que «nos lleva mucho usar la palabra icono, pero el Navitimer se lo ha ganado». Estoy muy de acuerdo, la verdad. Es uno de los iconos mejor tratados y conservados entre las marcas de este segmento. Nació en 1952 para servir como herramienta destinada a pilotos de aviación. A día de hoy, mientras siguen añadiendo funcionalidades al modelo, mantienen la forma y diseño que lo convierten en uno de los relojes más reconocibles del mercado.
En el caso particular del B19, encontramos una pieza que mantiene las formas originales y que consigue una buena armonía en una esfera que ofrece gran cantidad de información, un hito no muy frecuente en relojes con grandes complicaciones. No desvirtuar un icono, al incluir en él una gran complicación, es algo de lo que estar orgulloso. 43 milímetros de caja, 14,94 milímetros de grosor, caja de acero y bisel de platino. Calendario perpetuo y fase lunar. Todo esto en una esfera ice blue, que cada día tenemos más asociada al uso del platino, y que incluye todas las funcionalidades a las que nos tiene acostumbrados el Breitling Navitimer.
Este modelo no es la primera versión del Navitimer Calendario Perpetuo que vemos. En septiembre de 2024 tuvo lugar el lanzamiento de los modelos con B19 en conmemoración del 140.º aniversario de la marca. El nuevo calibre le daba vida a las tres principales familias de cronógrafos: Navitimer, Premier y Chronomat. La dificultad fue la accesibilidad a dichos modelos: eran limitados y tenían precios relativamente altos. Algo común en una edición de aniversario, especialmente al estar hechas en oro rojo. Para solucionar esta dificultad y lanzarse al mercado masivo tenemos este nuevo B19 en acero. No es limitado y es significativamente más barato que sus predecesores. De hecho, está en el grupo de los calendarios perpetuos más asequibles del mercado, sobre todo teniendo en cuenta el uso del platino para su bisel y la función de cronógrafo.

La estética está clara: tamaño clásico de 43 milímetros y armonía en una esfera cargada en color ice blue. Pero, ¿y el movimiento? Hemos estado mencionando repetidamente el B19. Hablemos de su rendimiento. 96 horas de reserva de marcha funcionando a 4 hercios siendo un calibre de carga automática. Cronógrafo con rueda de pilares y todo ello en un calibre cronómetro certificado por COSC. Además de las pruebas de cronometría mencionadas, las piezas pasan una prueba de estrés propia de Breitling, que se basa en una simulación de uso de 16 años: 100 000 giros de corona, 3 456 000 cambios de peso y 60 000 shocks a 500 G de fuerza. Es más que reseñable la robustez probada de un calibre gran complicación como es el caso de este B19.

En conclusión: el tamaño es el clásico y no en 44 milímetros, la esfera y el uso del platino están muy en la línea de lo que demanda el mercado, y me cuesta mucho pensar en modelos homólogos en este rango de precio. ¿Algún cronógrafo automático calendario perpetuo que se compare?