Los tiempos cambian, y si antaño la pedida de mano era una celebración cargada de formalidad que tenía como objetivo conseguir el consentimiento del padre de la novia para desposarse, en la actualidad se plantea como una reunión familiar previa al enlace en la que anunciar oficialmente el compromiso. Un cambio de guión resultado de las nuevas costumbres, donde las parejas suelen prometerse tras una decisión personal y previa.
Si bien esta fiesta sigue conservando su esencia de ‘tradición’, las tendencias del momento en el mundo de las bodas y los eventos reflejan su influencia a la hora de diseñar la decoración, innovar en el lugar de la celebración o ajustar las tradiciones a la forma de ser de cada pareja. «Lo que no cambia es el hecho de celebrarla con la familia», así lo cuenta la wedding planner Cristina Rodríguez Diez de Baldeón con quien hemos hablado para ayudarnos a resolver las típicas dudas de protocolo y organización que suelen generar los preparativos de la pedida de mano.
El cuándo, dónde, quién y cómo de una pedida de mano.
Normalmente, la celebración de la pedida de mano se realiza entre 6 y 3 meses antes de la boda; y según la tradición, el lugar para hacerla es la casa familiar de la novia, pero hoy en día puedes elegir desde un salón privado en un Hotel 5 estrellas, el reservado en un exclusivo restaurante o innovar con la elección del espacio. Un ejemplo real, fue la celebración de la pedida de la propia Cristina realizada en una galería de arte que reservaron para la ocasión. Fue de lo más especial.

El protocolo establece que la familia de la novia es quien se encargará de los preparativos de la pedida, que suele consistir en una reunión en petit comité con el núcleo familiar, pudiendo ampliarse a los amigos más cercanos. Otra opción que gusta a muchas parejas es realizar la parte más formal (donde se lleva a cabo el intercambio de regalos y el discurso del novio) en familia y de forma más íntima, para luego celebrar una fiesta más distendida donde compartir con el resto de los amigos e invitados.

Cuán clásica, sencilla, moderna u ostentosa sea la celebración, es una decisión exclusiva de la pareja. Pero, perfectamente, idear un bonito brunch con una variada selección gastronómica o una cena a la luz de las velas con un menú creado para la ocasión son dos opciones con garantía de éxito. La clave siempre está en ponerle ilusión, mimo y buen gusto. Contar con la ayuda profesional de un wedding planner o event designer también es una buena idea, ya que no sólo tienen en cuenta los gustos y preferencias de sus clientes, también aportan un punto de vista estilístico, creativo y de gestión experta, a la par de restarle esa carga organizativa a las familias.
Los regalos de la pedida de mano
Un reloj para él. Un anillo para ella. Siempre hemos oído que estos son los regalos para intercambiarse el día de la pedida, ¿pero de verdad es así? Tradicionalmente sí, así era. En la actualidad, hay que tener en cuenta que la novia ya suele tener el anillo de compromiso con ella, por lo que ahora los padres del novio pueden elegir cualquier tipo de joya: desde una pulsera a unos pendientes; si además la elección es la de una joya intemporal, la novia podrá incluirla en su look nupcial.
En cuanto al novio, los padres de ella suelen elegir bien entre un reloj muy especial o bien unos gemelos de alta joyería. Obviamente, siempre se pueden intercambiar los regalos que más se ajusten al estilo de vida y personalidad de cada uno de los novios; pero, como bien apunta nuestra experta: «Las joyas, al igual que las obras de arte, es el único regalo que dura para siempre».
Familiares y amigos no se escapan de hacer un pequeño presente ese día. Si bien es la parte menos conocida del protocolo, lo cierto es que este recomienda a los invitados enviar bonitas flores a la futura novia, acompañadas de un mensaje de buenos deseos. Lo ideal es que sea un arreglo floral de dimensiones discretas, ya que correspondería al novio sorprenderla con el centro de flores más espectacular que se pueda imaginar.

Claves para una pedida de mano de ensueño
Siempre que esta o cualquier otra celebración se organice con cariño, buen gusto y dedicación se tiene el éxito asegurado. Tener en cuenta el estilo de cada pareja, es básico; aunque también se puede llegar a un punto de coincidencia con los deseos e ideas que puedan tener las madres de los novios, si finalmente son quienes se encargan de la planificación. Realizar un ‘mood board’ ayuda mucho para sintetizar todas esas ideas e inspiraciones que se tienen para el diseño y la decoración.

Sea una cena formal de varios platos o un picoteo de lo más informal, una gran fiesta con espectáculos varios o una reunión en el jardín de casa, lo recomendable es buscar crear un ambiente especial y bonito para que sea memorable. Decorar el espacio con flores y/o velas, la música ambiente, elegir un menaje especial para la mesa, personalizar la papelería y optar por un buen catering o menú son las claves básicas para acertar. Al final, lo importante es no perder del foco que la pedida de mano es la reunión, previa a la boda, entre las dos familias en la que aprovechar de estrechar lazos y acompañar en su felicidad a los futuros novios. Y el hecho de celebrarla con la familia, de una manera u otra, ya es mantener la tradición de este acto de compromiso.