La selección de los mejores relojes del 2025 por Andrés Moreno

27 Nov 2025

Desde la más absoluta subjetividad, proponemos los que, para nosotros, han sido los mejores relojes que las firmas han presentado este año y que puedes encontrar en Rabat.

Ya estamos casi en diciembre y, con el mes, llegan las cenas de Navidad, las fiestas de empresa y, cómo no, las listas de lo mejor del año. Nosotros no hemos querido ser menos y nos animamos a presentar nuestra selección de los mejores relojes de 2025. Es una lista muy personal, aunque elaborada con un cuidado especial. Para confeccionarla, hemos valorado aspectos que, para nosotros, son imprescindibles, como la estética, el nivel de acabados y, lo más importante, la integración de la pieza con la filosofía de la firma y la atención a las tendencias actuales del mercado. No hace falta que un reloj tenga muchas complicaciones para ser el mejor; simplemente tiene que ser “consecuente”, un término no fácil de explicar, pero que entenderéis a la perfección cuando veáis los relojes que hemos seleccionado. Esperamos que os gusten.

1. JAEGER-LECOULTRE REVERSO MONOFACE SMALL SECONDS

Siempre es complicado trabajar con un icono y encontrar el punto exacto donde la novedad sea relevante sin perder la esencia del original. Jaeger-LeCoultre lo ha conseguido con la versión Monoface Small Seconds, presentada en la pasada edición de Watches & Wonders y que, de manera lógica, estuvo entre los modelos preferidos por los seguidores.

La fórmula es tan sencilla como incorporar un brazalete metálico, algo inédito en la colección Reverso. Aunque es en los detalles donde el reloj se eleva. Así lo vemos en la elección de una malla milanesa, una idea en principio chocante, pero con un resultado visual muy acertado, o en la atractiva elección de una esfera de tono similar al oro de la caja y el brazalete. La característica forma rectangular del Reverso ayuda a que esta versión Monoface sea bastante original, aunque sin perder la esencia de la colección.

El Reverso Monoface Small Seconds se ha presentado en versión única con caja de oro rosa de 45,6 milímetros de largo por 27,4 de ancho y un grosor de apenas 7,56 mm. Equipa un movimiento 822 de carga manual con reserva de marcha de 42 horas.

2. VACHERON CONSTANTIN HISTORIQUES 222

Ha pasado tanto tiempo desde su lanzamiento que hasta se nos hace extraño considerar al Historiques 222 un reloj de 2025. Pero a las fechas nos remitimos: Vacheron Constantin presentó esta versión en acero en el mes de enero y, por tanto, merece estar entre los mejores relojes del año. Todo un reconocimiento a un reloj que quizás no tuvo el éxito que se merecía en su primera etapa (1977-1985) y que la manufactura decidió guardar en un cajón y sustituir por el Overseas, lanzado en la década de los noventa.

O, quizás, la cuestión era encontrar el momento exacto. Porque la recuperación del 222 en 2022, en una versión en oro amarillo, supuso todo un descubrimiento para los nuevos aficionados, cada vez más interesados en la faceta más histórica de la relojería moderna. Y ahí el 222 ofrecía todo lo que un seguidor espera encontrar: un diseño arrebatador, con unas dimensiones muy compactas y con los elementos sutiles que identifican su papel en la relojería reciente.

Todas estas virtudes se resaltan aún más en la versión en acero, muy fiel al diseño propuesto por Jorg Hysek, incluyendo el diámetro (37 milímetros) y la curiosa disposición de la cruz de Malta en el frontal de la caja. Eso sí, a diferencia del modelo de 1977, el Historiques 222 permite ver el movimiento a través de su fondo de zafiro: un calibre ultraplano 2455 de carga automática, con reserva de marcha de 40 horas.

3. GRAND SEIKO EVOLUTION 9 SPRING DRIVE UFA

La firma japonesa ha logrado el dificilísimo reto de desarrollar un producto tecnológico de altísimo interés, fuera del entorno del movimiento mecánico tradicional. Lo ha conseguido con Spring Drive, exclusivo de Seiko y cuyo desarrollo se prolongó más de veinte años, hasta ver el primer reloj comercializado con esta tecnología en 1999. Explicado de un modo muy sencillo, la tecnología Spring Drive combina lo mejor de la relojería mecánica y la de cuarzo: es tan elaborada como la primera y tan precisa como la segunda.

Ahora Grand Seiko va un paso más allá y presenta la línea UFA (Ultra Fine Accuracy), heredera de los míticos VFA de los años sesenta. El Spring Drive UFA es el reloj de carga mecánica más preciso del mundo, con una desviación de apenas ±20 segundos ¡al año! Un logro posible gracias a la inclusión de un regulador de triple sincronización. Pura magia relojera. Del Spring Drive UFA también apreciamos lo bien que refleja la identidad japonesa frente a la relojería suiza. Puede sorprender lo pequeño que es (su caja tiene un diámetro de 37 milímetros), sus impecables acabados y ese gusto tan propio de Grand Seiko por las esferas artesanales, en este caso inspiradas en los bosques helados que rodean la manufactura donde se fabrican los mecanismos Spring Drive.

4. BREGUET CLASSIQUE SOUSCRIPTION 2025

La famosa manufactura hizo una apuesta de lo más arriesgada para su 250.º aniversario. En lugar de presentar un único reloj, Breguet diseñó un programa de ediciones, lanzadas a lo largo del año y cada una relacionada con una etapa histórica de la firma. Y abrió con la más especial de todas ellas: el Classique Souscription 2025. El reloj parte de una de las historias menos conocidas de Abraham-Louis Breguet: la creación de un reloj de suscripción a su vuelta a París en 1795 tras los altercados de la Revolución Francesa. Es la primera vez que la firma reproduce, técnica y estéticamente, una antigua creación de Abraham-Louis Breguet, con la única excepción de transformarlo de reloj de bolsillo en uno de pulsera. Como era de esperar, el Classique Souscription 2025 mantiene su curiosa indicación de una sola aguja, algo tan chocante como atractivo para los aficionados. Además, el reloj está fabricado en una exclusiva aleación de oro denominada Breguet, que también se ha empleado en el resto de las referencias del aniversario.

Hace tiempo que muchos aficionados pedían a Breguet un poco más de riesgo creativo. El Classique Souscription 2025 responde a esta petición y la reacción por parte de la crítica no ha podido ser más entusiasta. No exageramos si decimos que estamos ante el inicio de una nueva etapa creativa para esta famosa firma.

Además, ¿quiénes somos nosotros para llevar la contraria a los grandes expertos del sector? El Classique Souscription 2025 ha recibido la Aiguille d’Or, el máximo galardón del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, considerados los Óscar de la relojería.

5. RESSENCE TYPE 7

Ya lo dijo Charles Darwin: las especies deben adaptarse a su ambiente para sobrevivir, ya sea un pájaro pinzón o una firma relojera. Y la nueva adaptación supone sumarse a la tendencia del brazalete integrado. Algo fácil para las firmas que ya poseían este diseño en sus archivos, pero no siempre ocurre así. ¿Qué hacer cuando es necesario transformar la identidad estética de la firma para conseguir un diseño de brazalete integrado? Una prueba complicada. Por eso la interpretación que ha hecho Ressence nos parece tan valiosa.

Fundada en 2010 por el diseñador industrial belga Benoît Mintiens, Ressence destaca por su característico sistema de indicación horaria, con una disposición satelital de los elementos alrededor del eje de la esfera. El sistema no ha variado en esta versión, realizada en titanio de grado 5, con un diámetro de 41 milímetros y un grosor de 14 mm. El uso de un aceite especial logra que los indicadores de la esfera parezcan flotar en su interior. Añadimos a esto el precioso color azul noche elegido para la esfera y el tratamiento luminiscente para consultar el reloj en la oscuridad. Para nosotros, la pieza perfecta de una firma que ha acertado en la búsqueda de la simplicidad visual en sus propuestas de los últimos años.

6. CHOPARD QUATTRO MARK IV

El calibre L.U.C 1.98 de Chopard fue toda una revolución en el momento en que salió al mercado, hace exactamente veinticinco años. Por entonces, Chopard se iniciaba en el mundo de las manufacturas con un único calibre, el L.U.C 1.96, lanzado cuatro años antes. El L.U.C 1.98 reflejaba bien el deseo de Karl-Friedrich Scheufele de encontrar un camino propio dentro de la Alta Relojería: con respeto a la tradición, pero libre de ataduras historicistas.

El movimiento sorprendió a todos al ofrecer una reserva de marcha de nada menos que 9 días, gracias a un exclusivo sistema de acoplamiento de cuatro barriletes en serie, acompañado de un certificado de cronometría COSC.

Un cuarto de siglo ha pasado desde aquel fascinante movimiento, actualmente conocido por la referencia L.U.C 98.01-L. Tiempo suficiente para que Chopard haya consolidado una sólida reputación como manufactura de altísimo nivel. La firma celebra el aniversario con una maravillosa edición bautizada Quattro Mark IV, donde volvemos a comprobar que la sencillez es el mejor camino para conseguir un diseño atractivo. Y que la simplicidad también es sinónimo de gran lujo.

La caja es de platino con un diámetro de 39 milímetros, el tamaño fetiche de la temporada. El granulado de la esfera aporta gran riqueza visual a una superficie apenas ocupada por un contador de segundos y fecha. Incluso el indicador de reserva de marcha aparece en el fondo del mecanismo para no romper la pureza de la primera impresión. Alta Relojería de lujo discreta y bien entendida.

7. GREUBEL FORSEY NANO FOUDROYANTE

Cuando vimos hace poco a Mark Zuckerberg aparecer en una entrevista explicando que llevaba un prototipo del Greubel Forsey Nano Foudroyante en la muñeca, supimos al instante que este reloj debía aparecer sí o sí entre las mejores piezas del año.

El Nano Foudroyante es la última creación de una casa que ya nos tiene acostumbrados a entregarnos piezas con una complejidad técnica inalcanzable para el resto de las firmas del mercado, siempre acompañadas de una estética arriesgada y un acabado impecable. Las primeras unidades fueron mostradas el pasado año con motivo del vigésimo aniversario de la manufactura, aunque ha sido en 2025 cuando se ha presentado la primera edición comercial, limitada a 22 unidades para todo el mundo.

Este reloj conserva toda la esencia de Greubel Forsey y, a la vez, rompe con la tradición de la casa. En el plano técnico, porque es su primer tourbillon volante y su primer cronógrafo. También es un reloj engañosamente simple, con una esfera bastante sobria, encastrada en una caja de oro blanco de apenas 38 milímetros de diámetro.

La exclusividad del reloj está en su indicación foudroyante, un pequeño contador que mide las fracciones de su órgano regulador, que funciona con una frecuencia de 21.600 alternancias por hora. Lo maravilloso del mecanismo es que este contador está alojado en la cara superior del tourbillon, algo solo posible gracias al uso de los principios de la nanomecánica, rama de la ingeniería en la cual el equipo de Greubel Forsey lleva trabajando desde hace años. Simplemente increíble.

8. LONGINES ULTRA-CHRON CLASSIC

Hay una tendencia general en la relojería moderna consistente en combinar estética vintage con movimientos de última generación que aporten un valor técnico importante. Mucho mejor si la propuesta viene acompañada de una integración natural del reloj en la historia de la marca. Estas condiciones se cumplen en el nuevo Ultra-Chron Classic, con la virtud adicional de una soberbia presentación propia de las firmas más exclusivas del mercado. Dicho de otro modo, el Ultra-Chron Classic es el reloj ideal para que muchos aficionados presten a Longines la atención que se merece.

Cada detalle del Ultra-Chron Classic responde a una razón lógica. Nada está puesto al azar ni por una simple estrategia comercial. Para empezar, existe una conexión directa entre la elección de un movimiento de 36.000 alternancias y el hecho de que Longines fue la primera firma suiza en comercializar un movimiento de alta frecuencia en 1967, cuya estética se reproduce en esta nueva referencia. La estilizada línea de la caja, el cristal tipo bóveda y la elegante esfera dividida en cuatro nos demuestran que el diseño clásico, si está bien resuelto, siempre estará de moda. Por supuesto, hay concesiones a los gustos modernos, como vemos en la ampliación del diámetro de la caja respecto a los 35 milímetros del modelo histórico. Aunque incluso aquí Longines ha tenido el detalle de mirar al pasado y ofrecer la opción al cliente de elegir el Ultra-Chron Classic con un diámetro estándar de 40 milímetros o ser un poco más atrevido y optar por una versión más pequeña de 37 milímetros, más acorde con la tendencia actual de los relojes pequeños.

9. ULYSSE NARDIN DIVER [AIR]

Admitamos que estamos en una mala época para lanzar relojes deportivos. Ahora que triunfan tanto las novedades de corte clásico, es todo un reto optar por esta estética sin caer en diseños demasiado aparatosos o acabar con un reloj que recuerde a un smartwatch con ínfulas.

Ulysse Nardin ha evitado todos estos temores con el Diver [Air], creando un deportivo de submarinismo con una imagen muy moderna, sin recursos vintage. Vistoso, pero sin caer en la estridencia. Además de su inmejorable primera impresión, el Diver [Air] viene acompañado de la carta de presentación de ser el reloj de buceo más ligero del mundo, un título obtenido gracias a su exiguo peso de 52 gramos, correa incluida.

Para ello ha sido necesario diseñar una caja de titanio de 44 milímetros de diámetro, acompañada de componentes Nylo-Foil, un innovador material que combina fibras de nylon y carbono. El movimiento ha sido reducido a la mínima expresión. Tanto que, según informa la casa, apenas ocupa un 20 % del interior de la caja, siendo el resto el aire que da nombre al reloj.

Esta obsesión por la ligereza no compromete las facultades del reloj: automático, con reserva de marcha de 90 horas, hermético hasta 200 metros y con resistencia a impactos de hasta 5.000 g. El origen reciclado del nylon y titanio usado en los principales elementos del reloj es una muestra más del espíritu innovador que representa esta pieza.

10. ROLEX LAND-DWELLER

Dejamos para el final el que, para mí, es el mejor reloj de 2025. Un título que merece el Land-Dweller por muchos motivos. Para empezar, por el impecable acabado y el amor por el detalle que Rolex siempre imprime en todas sus creaciones. El Land-Dweller ha sido diseñado desde cero. La evolución va mucho más allá del cambio de caja: la esfera es nueva, también los números y las agujas. El brazalete se ha concebido de forma exclusiva para esta colección, logrando que su estética se adapte de manera natural a la imagen global del reloj. Incluso un elemento en apariencia menor, como el bisel, ha sido modificado: pasa a tener 60 estrías en lugar de las 72 tradicionales, aportando una imagen más moderna.

Este cuidado por los factores externos es, en realidad, un signo de la excelencia que aloja en su interior. Porque todo el encanto vintage del Land-Dweller se transforma en tecnología punta al hablar de su movimiento 7135, que estrena el revolucionario escape Dynapulse de silicio y marca la entrada de Rolex en el mundo de la alta frecuencia, con un funcionamiento de 36.000 alternancias por hora.

Pero, en mi opinión, hay otro factor que lo hace aún más especial: su fuerte carga simbólica. Hacía mucho tiempo que no veíamos a Rolex estar tan atenta al mercado como con esta apuesta por el brazalete integrado. Solo ha tenido que buscar un poco en su gigantesco archivo para sumarse a la tendencia más poderosa de los últimos años. El resultado: un reloj que establece un diálogo entre el pasado y el futuro de la marca, a la vez que abre una tercera vía estética para Rolex, más allá del clasicismo del 1908 y el estilo profesional de las colecciones Oyster Perpetual ya conocidas.

Pero, en mi opinión, hay otro factor que lo hace aún más especial: su fuerte carga simbólica. Hacía mucho tiempo que no veíamos a Rolex estar tan atenta al mercado como con esta apuesta por el brazalete integrado. Solo ha tenido que buscar un poco en su gigantesco archivo para sumarse a la tendencia más poderosa de los últimos años. El resultado: un reloj que establece un diálogo entre el pasado y el futuro de la marca, a la vez que abre una tercera vía estética para Rolex, más allá del clasicismo del 1908 y el estilo profesional de las colecciones Oyster Perpetual ya conocidas.

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