Poca presentación necesita el Omega Speedmaster. Pocos relojes han logrado convertirse en parte de la cultura popular del siglo XX y el Speedmaster ha sido uno de ellos desde que fue protagonista de la llegada del hombre a la Luna en 1969. Sin embargo, la historia del Speedmaster comienza mucho antes. Omega lanzó en 1957 este cronógrafo como instrumento para los aficionados a las carreras de coches. Un origen de lo más común en aquella época que, cosas del destino, llevaron años más tarde al Speedmaster al ser el reloj del espacio.
La edición 2022 del Speedmaster ’57 comparte muchas características con la primera versión del Speedmaster ’57, aunque no son tan iguales como parece a simple vista.
Hace nueve años Omega recuperó el diseño de aquella primera versión en un modelo bautizado Speedmaster ’57. Aquel reloj se convirtió de inmediato en una de las referencias preferidas de los seguidores. La línea Speedmaster ’57 se amplía ahora en una segunda fase con interesantes añadidos que hacen su propuesta aún más atractiva.
Reinterpretación del diseño original de Speedmaster 57
Más que una reproducción fiel del reloj de 1957, el Speedmaster ’57 de 2013 fue una reinterpretación en clave contemporánea. Algunos elementos se mantenían del diseño original. La caja, por ejemplo, mantenía la forma simétrica de los primeros Speedmaster, con su escala taquimétrica grabada directamente sobre el bisel. Otros detalles fueron tomados de versiones posteriores del Speedmaster, como las agujas, o simplemente adaptados a los gustos y exigencias de la relojería del siglo XXI. El ejemplo más claro era la desaparición del tercer contador y su sustitución por el indicador coaxial del cronógrafo, característico de los movimientos 9300 de Omega.
La edición 2022 del Speedmaster ’57 comparte muchas características con la primera versión del Speedmaster ’57, aunque no son tan iguales como parece a simple vista. Para empezar el nuevo Speedmaster ’57 vuelve a la carga manual. Una decisión bastante atrevida, pero fiel al espíritu original del Speedmaster. Recordemos que el primer Speedmaster Professional automático no aparecerá en el mercado hasta 1971, ya con la identificación Mark III.
Un Speedmaster más pequeño y estilizado
El cambio a un movimiento manual ha permitido a los diseñadores de la casa presentar un Omega Speedmaster 57 más compacto que la edición anterior. Con un diámetro de 40,50 milímetros, el Speedmaster ’57 se ve mucho más estilizado sobre la muñeca, gracias a la reducción del bisel y un menor grosor de la caja. En comparación, el reciente Speedmaster Moonwatch con calibre 3861 tiene un diámetro de caja de 42 milímetros por una altura de 13,58 milímetros. La altura del nuevo Speedmaster ’57 es de solo 12,99 milímetros.
Más allá de sus excelentes cualidades técnicas, el Calibre 9906 posee la belleza característica de los movimientos vintage
El cristal abombado es de zafiro con tratamiento antirreflejos en la cara interior. También es de zafiro el fondo de la caja, lo que nos permite ver la decoración de su movimiento.
Vuelta a la cuerda manual
Como decíamos antes, el principal cambio técnico del nuevo Speedmaster ’57 respecto a la versión de 2013 es la vuelta al sistema de carga manual. El movimiento elegido es el Calibre 9906. El mecanismo incluye el escape Co-Axial exclusivo de Omega, espiral de silicio y sistema de cambio rápido de hora. Esta última función es bastante útil a la hora de viajar al permitir el cambio únicamente de la aguja horaria sin necesidad de desplazar la de minutos. Por supuesto, el Calibre 9906 posee el título de Master Chronometer, algo que no tenía el anterior modelo de 2013. Master Chronometer certifica que el reloj ha superado el examen METAS, una exigente prueba de fiabilidad y precisión que incluye, entre otros aspectos, la resistencia del reloj a la influencia de los campos magnéticos. Más allá de sus excelentes cualidades técnicas, el Calibre 9906 posee la belleza característica de los movimientos vintage. Su fondo está prácticamente ocupada por la platina decorada con unas bandas Côtes de Genève sutilmente onduladas, solo rota por la presencia del puente del volante.
Del vintage al color
Centrados en la esfera, los aficionados más devotos de Omega ya habrán descubierto un pequeño detalle más que diferencia al nuevo Speedmaster ’57. Se trata de la recuperación de las agujas Broad Arrow, ya utilizadas en el primer Speedmaster de 1957. Aparte de su indiscutible atractivo, estas agujas de gran formato ayudan es el mejor modo de diferencia al Speedmaster ’57 del resto de referencias de la colección.
El Omega Speedmaster 57 se presenta en ocho versiones, todas ellas realizadas en acero. Las diferencias entre ellas se basan en el color de esfera y material de la correa.
La versión de esfera negra, la más fiel al modelo original de hace 65 años, es de tipo sándwich, con un disco superior con los índices calados y uno inferior con recubrimiento de Super-LumiNova beige. Estamos seguros de que será la opción preferida de los seguidores de la historia del Speedmaster.
La sorpresa nos viene en forma de tres esferas de color. Las opciones disponibles son en verde, azul y burdeos. Tan discretas como llamativas, esta nota de color representa un importante incentivo dentro de la colección Speedmaster y abre la oferta del reloj para aquellas personas que quieran disfrutar de este icónico modelo de un modo diferente.
Omega abre la opción de escoger cada una de estas cuatro versiones de esferas con una correa de cuero a juego con la esfera (con la excepción del negro, que viene acompañada de una correa marrón) o brazalete de acero. En este último caso se recupera el brazalete ya usado en la edición Aniversario Apolo XI presentada hace tres años y que se caracteriza por su construcción con tres filas de eslabones, con la central en acabado satinado.
Como es habitual en Omega, todos los relojes se entregan con su correspondiente certificado Master Chronometer emitido por METAS y la garantía internacional de cinco años.
