Como muchos aspectos de la vida, en una boda, a veces, lo importante es el viaje y no tanto el destino. Disfrutar del camino hasta el día del enlace resulta a veces más especial que el día en sí. Hablamos, por ejemplo, de momentos tan emotivos e inolvidables como la pedida: una reunión íntima con familia (y a veces, amigas más cercanas) para disfrutar al máximo de tu futura unión. Y es por eso que este momento merece una selección de joyas muy exclusiva: primero porque marcará el look de un día que será eterno pero además porque serán testigo de vuestro amor y, quién sabe, si en un futuro pasarán a una nueva generación.
Para ti, para tus hermanas, tu madre, tus cuñadas o tu suegra, tenemos la selección de joyas imprescindible para una pedida única.
Diamantes eternos
Sí, siempre son un imprescindible del mundo nupcial, pero este año además son tendencia. No lo decimos nosotras sino las prescriptoras de estilo. Fíjate en los anillos de compromiso de Zendaya o Selena Gomez. O en los últimos looks de alfombra roja de las estrellas: la gargantilla doble de Zoe Saldana en los BAFTA, los pendientes de Demi Moore en los Critics Choice Awards, o el collar riviere de Macarena García en los Goya. Y es que son atemporales, combinan con todo, aportan luz a cualquier look e iluminan el rostro.

El oro más romántico
En un mundo saturado de tendencias efímeras, el oro rosa es un símbolo de permanencia y autenticidad. Su tonalidad, a la vez suave y vibrante se debe a la aleación de oro puro con cobre —cuanto mayor es el porcentaje de cobre más rojizo será—, que se popularizó en Rusia en el siglo XIX. Desde entonces, el oro rosa es el mejor aliado de las joyas que representan el amor y el complemento capaz de elevar cualquier look.

En un evento que es toda una declaración de amor, qué mejor color que el rosa para celebrarlo. Este oro es perfecto para las novias —en alianzas y solitarios dan lugar a las piezas más románticas—, pero también para las madres y, sobre todo, para las hermanas que quieren conseguir un look natural, debido a que esta tonalidad es más suave y sutil.
Relojes que son iconos
Si hablamos de pedidas, los relojes están reservados exclusivamente a los hombres. Primero porque es el regalo tradicional con el que la familia de la novia obsequia al novio, y porque, según marca el protocolo, los vestidos largos y de ceremonia no se combinan con estas piezas. Sin embargo, se nos olvida que el look de la pedida es menos elevado y que puede permitir un reloj, sobre todo con looks de dos piezas como los trajes de chaqueta y pantalón.
La clave está en elegir los más sofisticados y huir de los modelos sport. Si te decantas, por ejemplo, por un diseño de correa de piel, asegúrate de que tenga una esfera joya, como las de nácar con adornos de brillantes. Los que combinan el acero y el oro en versión femenina y no deportiva —mejor si llevan diamantes— siempre serán un sí rotundo.
Entre el negro y el azul
Cuando nos preparamos para un evento de esta categoría lo primero que nos viene a la cabeza es lucir joyas de aspecto eterno y en colores neutros, pero lo cierto es que cada vez es más común recurrir a otras tendencias. Los diamantes y el oro blanco ya no son los únicos que forman las piezas más sofisticadas para las pedidas.
Igual que ocurre en moda, en joyería el negro es también una opción muy elegante y, además, super exclusiva, sobre todo si lucimos esta tonalidad a través de los diamantes. Sí, los diamantes negros son unos de los más extraños y difíciles de conseguir, por eso su valor estético es tan elevado. En collares de eslabones o anillos en forma de espiral se presentan como la opción perfecta para las madrinas.

Por su parte, el azul intenso que aportan los zafiros es otra de las tendencias de color para los looks de pedida. Menos arriesgada que el negro, pero igual de acertada. Gracias al icónico anillo de compromiso de la princesa de Gales, un diseño heredado de Lady Di, asociamos estas piezas con tradición y eternidad pero sobre todo como un testigo que pasará de generación en generación para que los que vienen después también sean partícipes de este momento inolvidable.