Desde hace casi tres siglos, Vacheron Constantin combina su dilatado patrimonio histórico con un espíritu de innovación incesante para dar vida a sus colecciones principales: Patrimony, Traditionnelle, Overseas, Fiftysix e Historiques y Métiers d’Art, habiendo esta última revitalizado la especialidad de los trabajos artesanales en miniatura aplicados a la relojería, mediante la oferta de relojes vintage de la colección Les Collectionneurs, así como de relojes únicos hechos a medida a través de su departamento Les Cabinotiers.
Pero antes de contar de manera condensada su larga historia queremos compartir las diez razones que la hacen única, distinta y hermosamente singular.
En primer lugar, y como ya hemos mencionado desde el titular, es la manufactura de actividad ininterrumpida más longeva de la historia.
En segundo lugar, su motivación -y mantra fundacional- nunca ha decaído: si es posible, siempre hay que hacerlo mejor.
Como tercera razón figura el hecho de haber experimentado con todas las complicaciones habidas y por haber e incluso ha patentado las propias; de hecho y, en cuarto lugar, tiene el récord de reloj de pulsera más complicado del mundo en la actualidad.
En quinto elemento que la hace especial es la larga serie piezas creadas en colaboración con las instituciones museísticas más reputadas del planeta arte y tierra.
Como sexto elemento de su singularidad hay que mencionar que solo sucumbió al empleo del acero en 1977, con la creación del modelo 222 por parte del relojero Jörg Hysek, y su primera colección del mismo material data de 1996.
En séptima posición se encuentra el hecho de que tenga dos plantas manufactureras: la principal, de Plan-les-Ouates, en las inmediaciones de Ginebra, creada en 2005 por el arquitecto franco-suizo Bernard Tschumi, y cuyos 17.000 metros cuadrados son los más armoniosos del panorama relojero; y la del Valle de Joux, donde se fabrican componentes, se montan los calibres, exceptuando el 4000, y se hace la decoración.
En octavo lugar, se singulariza por contar con un museo que alberga 1.600 piezas de patrimonio.
En penúltimo lugar, por sus relojes de formas asimétricas y por los de alta Joyería, que son tan legendarios como hermosísimos: Historiques American 1921 y Malte, en el primer apartado; el espectacular Grand Lady Kalla, compuesto por un reloj y un collar sautoir que invita a saltar con estilo de la muñeca al escote y viceversa y que se puede llevar de cuatro formas distintas en el segundo.
Y la última, que no la menos importante, razón es que algunos -muy pocos- de sus más de 200 relojeros (junto con miniaturistas, grabadores, esmaltadores, engastadores y demás) son capaces de restaurar cualquier reloj por muy antiguo que sea y crear piezas únicas a medida para mega millonarios en el departamento Les Cabinotiers.

Once upon a time…
Todo empezó en 1755, en Ginebra, cuando Jean-Marc Vacheron firma su contrato de aprendizaje como relojero. Con la mentalidad abierta propia del Siglo de las luces, desde el principio abogó por la transmisión de conocimientos y de experiencia, una parte inseparable de la identidad de Vacheron Constantin durante 270 años.
En 1819, el nieto del fundador, Jacques-Barthélémi Vacheron, recibió una carta de su nuevo socio François Constantin en la que le invitaba a «hacerlo mejor si es posible siempre es posible». Una consigna que se llevó tan escrupulosamente a cabo que la reputación de la casa durante siglos la sitúa actualmente entre las top relojeras. A ello hay que sumarle su singular enfoque basado en la conciliación de la maestría técnica con la sensibilidad artística, la complejidad mecánica con la pericia artesanal, la innovación con la elegancia.
Un principio que queda reflejado en dos piezas extraordinarias. Se trata del reloj de bolsillo creado en 1918 para el industrial estadounidense James Ward Packard, con cronógrafo y sonería en una caja de oro finamente labrada, y Les Cabinotiers Tourbillon Armillaire, una pieza única diseñada en 2023 para adornar el salpicadero del Rolls-Royce Amethyst Droptail de un cliente, del cual no conocemos la identidad.
Además, y desde el primer calendario registrado en los archivos de la manufactura en 1790 hasta el Les Cabinotiers Solaria Ultra Grand Complication – La Première de este año de aniversario, Vacheron Constantin ha explorado incansablemente numerosos ámbitos de expresión técnica: relojes de sonería, mecanismos para medir tiempos cortos, funciones astronómicas, indicadores especiales y reguladores de tourbillon.
En el apartado de cronógrafos, una de las complicaciones más populares de la casa, y tras el primer ejemplar desarrollado en 1874, caben destacar ejemplos tan notorios como el cronógrafo Cornes de Vache de 1955 o el más reciente de la colección Overseas de 2015 que cuenta con el Punzón de Ginebra.
Una vez oficializado el nombre de la compañía – Vacheron & Constantin, Fabricants, Genève- y adoptada la famosa Cruz de Malta como símbolo, la manufactura empieza a ganar premios por la calidad de sus piezas en los concursos de precisión.
Asimismo, y a principios del siglo XX, recibe pedidos de relojes por parte de miembros de la realeza, de la nobleza, así como del panorama intelectual, tales como la Reina María de Rumanía, los hermanos Henry y William James, el Príncipe Napoleón (nieto de Jerónimo Bonaparte). Además de estos nombres, Vacheron Constantin ha tenido clientes notables a lo largo de su historia, incluyendo a figuras como la reina Isabel II, el Papa Pío XI, Napoleón Bonaparte, Marlon Brando, Diana de Gales, Harry S. Truman, y los hermanos Wright.
Dada su popularidad, el 1 de agosto de 1906 se decide a abrir su primera boutique en el centro de Ginebra con la finalidad de disponer de un entorno adecuado para exponer sus relojes de lujo.
Su fama es directamente proporcional a la incesante investigación llevada a cabo por la manufactura, la cual condujo a importantes innovaciones tanto en el campo de los mecanismos de medición del tiempo como en el perfeccionamiento de los procesos de producción.
Como ejemplo de ello, la colaboración en 1932 con Louis Cottier, que dio lugar al primer reloj de bolsillo que incorporaba la complicación de la hora universal del «sistema Cottier», la Referencia 3372. Patentada el año anterior, esta complicación permitía la visualización simultánea de 24 husos horarios, convirtiéndose rápidamente en el estándar en el que se basaban la mayoría de las indicaciones de la hora mundial.
Una década antes, en 1921 concretamente, se creó el singular reloj American 1921, un reloj de pulsera vanguardista en forma de cojín descentrado que se fabricó para el mercado norteamericano en los años 20. Este reloj se retomó en 2008 bajo la apelación Historiques American 21.
También desde sus inicios, la manufactura ha demostrado un espíritu de apertura hacia las culturas del mundo, ilustrado por sus numerosas colaboraciones con prestigiosas instituciones como el Louvre de París, el Museo Metropolitano de Nueva York y el Instituto Educativo del Museo del Palacio de Pekín. Los talleres Métiers d’Art aprovechan estos intercambios como una inagotable fuente de inspiración, que culmina en la creación de relojes artísticos y con una original indicación de las horas, minutos, días y fecha en cuatro discos, como puede apreciarse en la colección Métiers d’Art Hommage aux Grandes Civilisations (2022).
Ya arrancado el siglo XXI, en 2005, con motivo del 250 aniversario de la manufactura, se presentaron el modelo Tour de l’Île, el reloj más complicado jamás fabricado en serie (siete piezas); el Saint-Gervais, con 250 horas de reserva de marcha, un récord absoluto; el Jubilé 1755, una oda a la sofisticación en la sencillez; el Métiers d’Art Quatre Saisons; y el Esprit des Cabinotiers, un reloj secreto único escondido en una esfera de oro rosa de ocho pétalos.
Una década más tarde, la manufactura establece, por un lado, un récord mundial con el Harmony Chronographe Grande Complication Ultra-flat, con una caja de sólo 8,40 mm de grosor para alojar sus 459 componentes; por otro, crea el reloj de bolsillo Les Cabinotiers Referencia 57260, con 57 complicaciones, incluido el primer calendario perpetuo hebraico. A este le siguió otra primicia en 2024: el primer calendario chino, alojado en Les Cabinotiers The Berkley Grand Complication.
En 2019, Vacheron Constantin desarrolla un calendario perpetuo, de nombre Traditionnelle Twin Beat, equipado con el Calibre 3160 QP, un mecanismo de doble frecuencia con dos osciladores. Dependiendo de si se selecciona el modo de alta frecuencia a 5 Hz (modo activo) o el modo de baja frecuencia a 1,2 Hz (modo de espera), la reserva de marcha puede ampliarse hasta 65 días.

Overseas Perpetual Calendar Ultrathin

Overseas Perpetual Calendar Ultrathin
Las increíbles piezas del aniversario
Este año, el inicio del festejo del 270 aniversario dio comienzo con el Historiques 222 realizado en acero (un material descartado durante siglos en el catálogo de la marca), que retoma un reloj diseñado por Jorg Hysek en 1977 para el 222 aniversario de la casa, y que derribó el tópico de los relojes deportivos profesionales al uso e introdujo de paso nuevos patrones estéticos en la firma.

Toda una batería de propuestas ha seguido a este ejemplar. Además de la pieza única Les Cabinotiers Solaria Ultra Grand Complication – La Première, encontramos Les Cabinotiers: Tributo a la Tour De L’Île, una trilogía que es una oda a la ciudad de Ginebra y obra maestra de innovación y miniaturización, que incorpora cinco funciones astronómicas excepcionales. Por otro lado, un total de ocho modelos que integran las colecciones Traditionnelle y Patrimony Edición 270º Aniversario, un Traditionnelle Tourbillon Calendario Perpetuo y, finalmente, la trilogía Traditionnelle Openface.

El último lanzamiento hasta el momento, el del 26 de agosto, está protagonizado por dos increíbles modelos de la colección Overseas en versión calendario perpetuo ultraplano: en formato de 41,5 mm de diámetro y solo 8,1 mm de grosor (gracias al movimiento automático ultraplano de 4,05 mm de espesor, Calibre 1120 QP/1 de Manufactura) en oro rosa con una esfera de oro rosa a juego y en oro blanco con una esfera lacada en burdeos.
Pura dinamita en dos aspectos: en cuanto a elegancia deportiva y en términos de versatilidad gracias a un brazalete intercambiable y dos correas de caucho adicionales. La elección de caucho blanco o azul complementa el oro rosa, mientras que el oro blanco se acompaña de correas en blanco y burdeos. Y es que, como compañero de viaje, la versatilidad del reloj Overseas Perpetual Calendar Ultra-Thin destaca por la funcionalidad de las correas rápida y fácilmente intercambiables sin necesidad de ninguna herramienta.
Y aún apenas hemos comenzado septiembre… Qué otras piezas nos deparará este aniversario tan generoso.