El actor George Peppard hizo famosa en los años 80 una frase que bien se podría aplicar a este artículo. Hannibal, su personaje en la popular seria ‘El Equipo A’, siempre concluía los episodios con su mítico: “Me encanta que los planes salgan bien” y no hay duda que tú también podrás terminar así tu pedida de mano si sigues nuestros consejos (y contando con que la respuesta sea “sí”).
Dejando de lado los formalismos con la familia (cada cosa a su tiempo), dar este paso en una relación es algo que hay que tener planificado. Dejar las cosas a la improvisación puede estar bien en cualquier otra situación, pero cuando le vas a proponer a alguien casarse contigo, mejor tenerlo todo atado y bien atado. Siempre habrá algo que no salga como pensabas, pero solo añadirá un recuerdo divertido a ese momento que tanto has pensado. Como el lugar, el plan y las joyas las puedes controlar, toma buena nota de nuestros consejos para triunfar en una de las decisiones vitales de la vida.
París
No vamos a negar que nos gustan los clásicos, como es el pedir la mano en la ciudad del amor. Pero, vamos a ver, ¿acaso se puede superar la belleza de la Torre Eiffel iluminada por la noche? Efectivamente, es complicado, así que esta siempre es una buena apuesta.

Una de las esculturas más románticas del mundo es ‘Psique reanimada por el beso del amor’, de Antonio Canova, que se conserva en el Museo del Louvre. A pocos metros de esta institución, el hotel Ritz París cobija el salón Psique, un rincón perfecto para declararse. Sinceramente, se nos ocurren pocos lugares que puedan hacer tan perfecta una pedida de mano.
Será allí donde selléis este compromiso de futuro con detalles como el anillo ‘Amor infinito’, de la colección de Rabat, que destaca por su diamante central sujeto por grapas en forma de corazón. Para él, nos decantamos por un clásico para la muñeca que bien podría estar también en un museo, el modelo Portugués de IWC, uno de los diseños más exitosos de la historia de la relojería.


Venecia
Seguimos con otro destino clásico para jurarse amor eterno. La ciudad de los canales sigue siendo un lugar mágico donde cada rincón esconde una sorpresa. Una escapada de fin de semana puede ser la excusa perfecta para sorprender con una pedida que será difícil de olvidar (y de superar).

Venecia mezcla a la perfección un perfil romántico y clásico con la plena vanguardia. Lo hizo en tiempos de Mariano Fortuny y cuando Peggy Guggenheim ejercía de mecenas de los mayores artistas del siglo XX. Ahora, con propuestas como la Bienal, su festival de Cine o la Fundación Prada (por poner solo tres ejemplos), sigue ejerciendo de capital del arte contemporáneo europeo.
El hotel Bauer Palazzo te ofrece la posibilidad de realizar una declaración de amor con el marco incomparable del Gran Canal y la basílica de Santa María de la Salud de fondo, una de las fotografías más emblemáticas de la ciudad (y desde el que también se puede ver el palacete de Peggy Guggenheim).

Nuestra elección para este compromiso destila en este caso arte a raudales. Por una parte, porque es complicado superar la belleza de ‘Always you’ de Rabat, un diseño en oro blanco con un impresionante diamante central que destaca más si cabe por su engarce en ‘U’. Y para él, no había muchas dudas. Bulgari presenta uno de sus relojes más emblemáticos, el Octo, pura fantasía de formas rotundas y clásicas que seduce con solo mirarlo.


Marrakech
La ciudad roja es un lugar para perderse. Ir a Marrakech supone decir adiós a las tensiones y abrirse a una fusión de olores, sabores y colores que no se puede encontrar en ningún otro lado del mundo. Contemplar cómo se pone el sol desde el Café de France y cómo la plaza de Jamma El Fna se transforma con el atardecer mientras se escucha de fondo la llamada a la oración será el preludio perfecto para una pedida de película.
En la ciudad, además, hay un lugar que no puedes pasar por alto. El Hotel La Mamounia lleva más de un siglo sirviendo de puerta de entrada al Marrakech más mágico. Por sus jardines se han perdido algunos de los líderes más destacados de la historia y todavía parece verse de vez en cuando a Winston Churchill pintar sus acuarelas entre sus palmeras. Este será, sin lugar, a dudas el mejor enclave para dar este paso fundamental en tu vida.

Desde algunas de sus habitaciones es posible ver el minarete de la Kotubia, la torre gemela de la Giralda. Muchos poetas árabes de distintos siglos se encapricharon de ellas y les componían poemas de amor para mantener la relación entre Sevilla y Marrakech. Con esta vista de fondo, nada nos parece más apropiado como un anillo que intente recoger todas esas sensaciones que se entremezclan en esta ciudad de ensueño y que cualquiera diría que se suben por la espalda, acariciandote la nuca y erizándote la piel. Zafiros amarillos, rosas o granates se mezclan con el oro en el modelo ‘Rainbow’ de Rabat, emulando las miles de especias que encontramos en la medina marroquí. Frente a este frenesí de colores, la sencillez y elegancia del modelo Classique de Breguet, un reloj que nos presente la otra cara de un destino poliédrico donde todo el mundo acaba encontrando su lugar.


Sintra
Lugar de refugio de la aristocracia lusa de finales del siglo XIX y principios del XX, esta ciudad sigue conservando un halo mágico que la convierte en un lugar salido de un cuento. Del Palacio Nacional al de Pena, de la Quinta da Regaleira a Praia Grande, pocas lugares hay más románticos que este rincón portugués.

Entre sus edificios, destaca un palacete rosado convertido en hotel, el Palacio de Seteais. Desde su fachada, se observa la belleza del Palacio de Pena, uno de los caprichos más increíbles que el ser humano puede conocer. Desde sus jardines el paisaje cambia: la vista llega hasta las playas de Sintra y el océano Atlántico. Os aseguramos que comprometerse en este enclave es algo que no se olvida. ¿Y después? Si bien la ciudad no ofrece muchas opciones para celebrar el “sí” después de la cena, a pocos minutos de la ciudad se encuentra la capital portuguesa y entre sus impecables propuestas destaca Sud Lisboa, un lugar para dejarse llevar con el Tajo y el Puente 25 de abril de fondo y, por qué no, para inclinar la rodilla y proceder a la entrega del anillo.
La impresionante belleza de estos enclaves nos hace pensar en un anillo como el ‘Always you’ rodeado de diamantes sujetos a esta pieza por grapas en forma de ‘U’. Un ritmo similar al del brazalete del Rolex Day Date, un reloj eterno, como vuestro amor.

Ibiza
Y si en Portugal comenzábamos en Sintra y acabábamos en Sud Lisboa, en Ibiza no hace falta movernos mucho para tener una pedida de mano inolvidable. La isla es perfecta en cualquier momento del año, ya que siempre tiene algo que ofrecernos: de la marcha inagotable a los rincones más escondidos y privados donde solo se escucha el ruido del mar, la capital de las pitiusas nunca falla.
Un fin de semana de lujo en un lugar como el hotel Bless Ibiza, al norte de la isla y junto a la idílica Cala Nova, será la excusa perfecta para decir “sí”.
Símbolo de la cultura hippie y capital de la música electrónica, Ibiza es un destino para innovar, y ese espíritu lo recoge a la perfección del diseño ‘Bridge of Love’ de Rabat, donde los diamantes se sujetan por dos railes que simbolizan la fusión de dos caminos. El espíritu mediterráneo lo tenemos en el reloj Blancpain Fifty Fathoms, un modelo de claro carácter marinero que nos acompañará en esta aventura que iniciamos.

