Todos los veranos parecen el mismo verano (arena en los brazos, la piel dorada, estas ganas de nada) pero no hay que caer en la desgana de la rutina porque no es verdad. Nunca es la misma maleta, nunca es el mismo verano, ningún día es en realidad el mismo. Tiene razón Laura: hay una última vez para todo pero casi nunca lo sabemos. Por si acaso, hay que disfrutar como si fuese el último. Es que a lo mejor lo es.
Una serie que parece un poco tonta pero no lo es: Siempre el mismo día
“Pase lo que pase mañana, siempre tendremos este día”. Un giro de tuerca en torno a una historia que hemos visto (y leído) un millón de veces: una pareja que parece que sí pero que no, amigos que son amigos pero mucho más que tan solo amigos, mola la estructura del artefacto además. La serie nos cuenta lo que sucede cada 15 julio, a lo largo de 20 años, las idas y venidas. Son adorables los dos.
Un reloj para no quitarse: Fifty Fathoms de Blancpain
Es, claro, momento de no andar pensando si . Es momento de una pieza todoterreno que pueda con todo: rocas, mar y montaña pero también una cena fancy en algún restaurante bonito. Un sueño es el icono del buceador: la colección Fifty Fathoms de Blancpain, ellos crearon el primer reloj de buceo moderno en 1953. Este Bathyscaphe en 38 mm es precioso.
Un hotel y un restaurante en cada isla Balear
Imposible elegir pero como no paráis de preguntarme no me queda otra: mojarme (nunca mejor dicho). Ojo porque me cuentan que no están tan colapsadas las islas como pensábamos, buena noticia esa para una escapada exprés. En Formentera Dunas de Formentera y Fandango, en Menorca Alcaufar y Sa Llagosta, en Ibiza Six Senses y Jondal, en Mallorca La Residencia y Andreu Genestra.
Un destino inesperado: Zermatt
Acabamos de volver de pasar unos días en este pueblito que parece sacado de un capítulo de Heidi, Zermatt; en el cantón de Valais en el sur de Suiza, que vive bajo la presencia totémica del Matterhorn, el monte Cervino, la pirámide de los Alpes. Es la imagen que habéis visto un millón de veces en las tabletas de chocolate Toblerone. Paseos por montañas verdísimas, ovejitas cruzando el pueblo, quesos que te mueres, el civismo extremo de Suiza, funiculares hasta la cima y calma, mucha calma. Hoteles: Grand Hotel Zermatterhof (donde nos alojamos, maravillosa su terraza Lusi Brasserie) y Omnia.
Una publicación cool: LIGURIA
Esta no la esperaba: una colaboración entre los chicos de Apartamento (son de Barcelona) con los hoteles Belmond para editar juntos una guía de recetas “Along the Italian Riviera”. Pesto Genovese, pasta fresca o Portofino Spritz. El verano que sí.
El poema más bonito del mes
Que no es exactamente un poema, pero esta ‘Carta no enviada’ de Alejandra Pizarnik me ha llegado muy hondo. Ese final: “Ahora no puedo no decírtelo”.
Comer mirando el mar
Que es el verdadero lujo, ¿no? Soy un brasas pero es que lo pienso: todo es más fácil frente al mar. Güeyu Mar en Ribadesella, las mesas frente al Atlántico en O Loxe Mareiro, Vraba en Barcelona (de los del Coure), El Faralló en Dénia, La Sucursal en Valencia, Miramar de Paco Pérez en Llançà o La Milla de Luis Miguel Menor y César Morales en Marbella.
Un libro para dejar sobre la toalla
A finales de agosto se publica Primero estaba el mar, de Tomás González (autor de esa obra maestra llamada La luz difícil) también en Sexto Piso. Hasta entonces puedes darle al que (parece) va a ser el ‘sleeper’ del año, esa obra de la que todo el mundo habla: Biografía de X de Catherine Lacey. Ya el comienzo no te suelta: “El primer invierno desde su muerte parecía que todos los días, durante meses, fuesen húmedos y luminosos -siempre como si acabase de llover, aunque era incapaz de recordar la lluvia— y yo bajaba en tren a la ciudad un par de días a la semana”.
Un lienzo que sea el verano
Pues obviamente La piscina de David Hockney, todo está ahí. Pero mi favorito quizá sea Maine beach de Alex Katz, se puede ver en la galería de Bernd Klüser, en Munich. Un coleccionista privado (con muy buen gusto).