Hay quien en otoño se apaga y a quien le sucede exactamente lo contrario. Es decir: que hay personas de verano (la piel morena, planes todo el rato, vivir para afuera) y hay personas de hojas secas, recogimiento, vinos tranquilos y mantitas frente a una buena peli. Yo siempre he sido de los segundos así que no puedo más que celebrar esta llegada del frescor cada vez (eso sí) más tardía.
Ir de cafeterías de especialidad cuando viajas
Es curiosa esta querencia que ha mutado en costumbre que no sé si es solo nuestra: cuando viajamos ya no organizamos los días tan solo en torno al restaurante (que también) sino que cada vez tienen más peso las cafeterías de especialidad: lugares donde repostar, parar un ratito, hacerte un break. Yo más bien de batch brew, Laura suele ser de té.Tres que me pirran: Hola Coffee en Madrid, Drop coffee en Estocolmo o Roasting Plant en Mayfair.
Ya no sé cómo decirlo: La amiga estupenda de Elena Ferrante es absolutamente imprescindible
La tenéis en MAX (antes HBO, nunca entenderé el cambio de nombre: HBO era sinónimo de seriazas como Los Soprano, The Wire, Leftovers, Chernobyl o Heridas abiertas) acaban de estrenar estos días la cuarta (y última) temporada y diría que es lo mejor de la TV ahora mismo. Tremenda. Duele (a veces) porque es imposible no sentirte un poco como Lenú o Lila: “Sin amor, no solo se seca la vida de las personas, sino también la de las ciudades”.
Un reloj que sí
Una confesión: cada día me gusta más Daniel Craig. Fui de los que (al principio) no lo terminaba de ver como Bond, pero el tiempo le ha dado la razón. Ya liberado del personaje, lo veo más “de vuelta” que nunca. Personalidad, pelazo, trajes que flipas, Rachel Weisz, su recién estrenada ‘Queer’ con Luca Guadagnino. Le va a las mil maravillas su Omega Seamaster (es imagen de la marca) con la NATO oficial. Es más Bond desde que no es Bond.
Un hotel que es un sueño: Passalacqua
Hemos conocido estos días el hotel (aunque no sé si me queda corta la palabra ‘hotel’) Passalacqua, en el corazón del lago di Como, también propiedad de la familia De Santis (como Tremezzo, también en el lago) y que se ha colado como un ciclón en los sueños de todo aquel que ame el placer, la belleza y esos hoteles donde se para el tiempo. Una locura, un canto a la hospitalidad all’italiana, muerte al minimalismo. La quintaesencia del lujo, del buen gusto y de la vida que merece la pena ser vivida.
Una exposición que es un must
Y que nos recomienda Laura: 31 mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim en la Fundación Mapfre, hasta el 5 de enero de 2025 en la sala Recoletos. Tela: la muestra fue concebida por Guggenheim (mujer interesantísima) en colaboración con Marcel Duchamp, y la selección de artistas estuvo a cargo de un jurado entre cuyos miembros se encontraban André Breton, Max Ernst o el propio Duchamp. Ella fue la única mujer.
Una joya para unas bodas de plata
Me preguntaron en el Consultorio sin miedo: “En octubre mis padres hacen 50 años de casados. ¿Alguna idea de regalo?” En RABAT siempre tienen la respuesta, claro —un sello con sus iniciales. Uno para cada uno. Me flipa.
Un whisky
Que me preguntáis mucho. Es que, a ver, sí —un buen whisky te salva un domingo tonto, te salva septiembre y lo que haga falta. Ya apetece, con los primeros días de lluvia, antes de cenar, vaso ancho, un hielo, un buen libro. Sírvete nada más que un dedo —en Highlands llaman a esta medida “tram”— deja por delante al menos una hora. No tengas prisa. Dos destilerías maravillosas: Laphroaig en Islay y Aberlour en Speyside.
Un poema bellísimo
Dedicado al amor, se titula ‘El secreto de la vida’ y es obra de Karmelo C. Iribarren.