Omega Seamaster Diver 300 James Bond
Relojes

La historia del Omega Seamaster, un reloj de buceo legendario.

1948 no fue solo el año del centenario de Omega. En ese mismo año vio la luz el Seamaster, la versión civil del reloj que Omega había estado suministrando a la RAF británica (unos 26.000 relojes) durante la Segunda Guerra mundial. Sus características: super resistente, fiable y con un calibre cuyos componentes fueran intercambiables.

El diseño del primer Omega Seamaster llegó casi por accidente: el director comercial pidió un reloj que recogiera todas esas características que lo habían hecho tan apreciado entre los combatientes ingleses: automático, resistente al agua, robusto y deportivo. Como había prisa, el director de diseño le presentó los descartes del recién lanzado Centenary, de los que dijo que le parecían demasiado grandes y hasta un poco toscos… «¡Es exactamente lo que necesito!» dijo el primero. Desde entonces el Seamaster lo ha sido todo: grande, pequeño, elegante, deportivo, cronómetro, de cuarzo, electrónico… y ha adquirido multitud de apariencias.

El primero Omega Seamaster presentado en 1948
El primero Omega Seamaster presentado en 1948 | Créditos: Omega

Las múltiples facetas del Omega Seamaster

A pesar de las palabras de ese director de diseño, el Seamaster fue durante décadas un reloj de vestir «a prueba de agua», aunque paralelamente se fueron desarrollando bajo la misma denominación relojes más técnicos, cuya culminación -por oposición estética- podría ser el PloProf (de Plongeur Professionel), con su caja de 55 milímetros, de aspecto poco ergonómico y que da todo el sentido a la frase «la función condiciona la forma». Diseñado por buzos profesionales para buzos profesionales, es un «monstruo» que se rechaza (odiar suena demasiado fuerte) o se ama, pero desde luego no deja a nadie indiferente. Tal vez sea por el PloProf que el emblema del Seamaster se llame Sea Monster… aunque no aparezca en él.

Omega Seamaster Ploprof de 1970
El reloj de buceo profesional Omega Seamaster PloProf

Entre estos dos extremos estéticos podemos encontrar más Seamaster. Entre ellos los que forman parte de la dotación del Agente 007. Pierce Brosnan llevó un Seamaster Professional de cuarzo en Goldeneye (1995), la primera vez que aparecía en la serie, mientras Daniel Craig ha usado todos los mecánicos incluyendo el calibre coaxial.

Pierce Brosnan, en un fotograma de la película Goldeneye, luciendo un Omega Seamaster
Pierce Brosnan, en un fotograma de la película Goldeneye, luciendo un Omega Seamaster

El Seamaster 300M (denominado así por la profundidad en metros que soporta) aparecido en 1993, ha tenido distintos aspectos, pero hay algunos rasgos que han pasado a formar parte de su ADN más reconocible, como las agujas «compás» o las «olitas» grabadas en la esfera.

Un dato poco conocido es que los buzos de la famosa COMEX estuvieron utilizando los Seamaster 300 primigenios como herramienta de trabajo, obteniendo un récord de profundidad de 365 metros. Después llegaría el PloProf.

El Seamaster que quiso ser un Speedmaster

Reedición del reloj cronógrafo Omega Seamaster Bullhead
Reedición del reloj cronógrafo Omega Seamaster Bullhead

Tal vez el miembro menos conocido de la extensa familia Seamaster sea el curioso Bullhead (cabeza de toro, llamado así por la posición del conjunto corona-pulsadores a las doce) que sólo se fabricó durante un año, 1969, y del que se calcula se produjeron unas 600 unidades. En realidad su nombre era Rallye, pero los aficionados le adjudicaron un nombre que ha acabado siendo el oficial en las recientes reediciones a partir de 2013. Considerado una rareza, a principios de siglo se vendió una unidad por alrededor de 20.000 €, aunque posteriormente (y probablemente animados por esa cifra enorme) aparecieron bastantes más.

Seamaster Planet Ocean, el más diver de todos los Seamaster

Más que el 300M, heredero de los primeros Seamasters sumergibles, y con permiso del extravagante PloProf, tal vez sea el Planet Ocean el más «diver» de todos ellos, concebido específicamente para ir más allá en profundidad (600 metros) pero también como reloj de lujo. Presentado en 2005, equipó desde el principio calibres de escape co-axial, un invento del genial relojero George Daniels que Omega adquirió, potenció y finalmente adoptó como elemento distintivo para sus calibres de manufactura con certificado de cronómetro. El Planet Ocean se ha beneficiado además de la aplicación de nuevos materiales en las cajas, como la cerámica y el liquid metal (R). Su seña de identidad es el color naranja y sus agujas en forma de flecha. Por cierto, Daniel Craig como 007 usa un Planet Ocean en Casino Royale (2006)

Nueva colección Omega Seamaster Planet Ocean

Seamaster Aquaterra, el reloj para el día a día

También como reloj de lujo, y un poco antes, en 2002, había sido presentado el Aqua Terra, «un reloj para cada día que pueda usarse en cualquier circunstacia». Los primeros modelos ya montaban el calibre Co-Axial 2500. Este movimiento estaba basado en un ETA y fue uno de los primeros en incorporar el invento de George Daniels. Estos movimientos tenían certificación de cronómetro, y Omega anunció que solo necesitaban servicio una vez cada 6-8 años.

Omega Seamaster Aquaterra
Omega Seamaster Aquaterra | Créditos: Omega

Inspirada en las cubiertas en madera de teca de los yates de lujo, la esfera «Teak Concept» del Aqua Terra 150 m es una de las características más distintivas del reloj. En esta colección, las líneas son ahora horizontales y no verticales como antes.

El diseño del Aqua Terra era (es) bastante simple: un bisel liso de acero, esfera sencilla y ventana de fecha a las 6. La versión con movimiento automático venía con un fondo transparente y la de cuarzo tenía un fondo ciego en el que lucía el icónico Seahorse. El Aqua Terra goza de una corona atornillada y es resistente al agua hasta 150 metros: un deportivo que gracias a su simplicidad de líneas se ve bien con un traje, por lo que hasta Mr. Bond lo usó en Skyfall (2012).

Recuperando los modelos vintage

Queda, cómo no, lo que podríamos llamar subfamilia Heritage que, siguiendo la tendencia de los últimos años, ha reeditado varios modelos. Empezando por los primigenios Seamaster 1948, los Seamaster 300 y Railmaster (1957) o el ya mencionado Bullhead (1969) y siguiendo por el PloProf (1970), realizado ahora en titanio, dotado de válvula de helio, bisel de cerámica y con una impermeabilidad mejorada hasta los 1.200 metros.

Como anécdota final, cabe decir que el origen de los «maestros del mar» lo podemos encontrar en 1932, cuando Omega lanzó el Marine, un reloj dotado de una caja con funda deslizante que lo protegía del agua y que se puede considerar el primer reloj específicamente diseñado para el buceo: 30 brazas (50 metros), en una publicidad británica de la época, aunque también se recomendaba para «deportistas, marinos y colonos».

Por cierto, si atendemos a estos anuncios, el Marine tal vez sea el primer reloj comercializado con cristal de zafiro.