Como hemos visto, en la primera mitad del siglo XX ya aparecieron algunos relojes pensados para leer varios husos horarios, pero no será hasta 1955 cuando encontraremos el modelo destinado a cambiar la historia de los relojes de viajeros. Nos referimos al Rolex GMT-Master, cuyo éxito responde a la combinación de diferentes variables como un diseño acertado y la inteligencia de Hans Wilsdorf para lanzar el reloj que la sociedad demandaba en aquel momento.
El GMT-Master continuaba el concepto de reloj profesional o herramienta que Rolex había inaugurado con el Oyster Perpetual y que había perfeccionado un año antes en el Submariner. De hecho, es evidente el vínculo del GMT-Master con el famoso reloj de buceo al compartir con él diseño de esfera y el bisel giratorio como principal elemento funcional.
Dos horas y dos colores
En el Submariner, el bisel sirve para controlar la duración de los tiempos de inmersión. Para ello bastaba con alinear el triángulo de control del bisel con la aguja de minutos y así llevaremos un control exacto del tiempo de buceo. En el GMT-Master, empleamos el bisel de manera diferente.
El gran acierto del GMT-Master es la eficaz presencia de dos escalas horarias: 12 horas para la esfera tradicional y 24 horas mediante la aguja horaria complementaria, identificable por su cabeza triangular, asociada a la escala horaria del bisel. El usuario simplemente tenía que ajustar el bisel según la hora que quería conocer y así tenía una rápida lectura de un segundo huso horario fácil de ajustar y aún más fácil de leer.
La escala del bisel del GMT-Master tenía además una característica que pronto llamó la atención de los profesionales y aficionados. Se trataba de un acabado bicolor que diferenciaba las horas diurnas de las nocturnas, las primeras identificables por su color rojo y las segundas por el azul.
Este código cromático estaba inspirado en los instrumentos de navegación de los aviones. No en vano, Rolex daba por supuesto que los pilotos serían los primeros profesionales que apreciaran las virtudes y características del GMT-Master.
GMT-Master, un reloj para una nueva era
Decíamos antes que gran parte del éxito del GMT-Master fue el ser el reloj exacto en el momento adecuado. En realidad, no es algo exclusivo del GMT-Master: un reloj triunfa cuando responde a las necesidades y requerimientos de su época. Si lo pensamos bien, es lo mismo que ocurrió antes con los cronómetros de John Harrison. Si aquellos cronómetros del relojero inglés respondían a la necesidad de las grandes potencias por dominar las rutas marítimas, el Rolex GMT-Master surge en un momento de gran explosión de la aviación comercial, la cual consiguió que el mundo fuera cada vez más accesible y más personas tuvieran la necesidad de conocer las horas en diferentes partes del mundo.
El GMT-Master estuvo presente en algunas de las grandes hazañas aéreas de las décadas de 1950 y 1960.
Mitos del aire como Chuck Yeager, Sheila Scott o Scott Crossfield lograron sus proezas aéreas con un GMT-Master en sus muñecas. Fue el reloj preferido del gran Chuck Yeager, que previamente había llevado un Oyster en 1947, cuando se convirtió en el primer hombre en superar la barrera del sonido. También vestía un GMT-Master Sheila Scott, quien en 1966 pasó a ser la primera aviadora británica en completar la vuelta al mundo en solitario y cuya proeza sirvió de inspiración para el personaje de Pussy Galore en la película Goldfinger de James Bond.
El reloj de la Pan Am
Aunque si hubo un acontecimiento social que ayudó a convertir el GMT-Master en todo un fenómeno social, sin duda fue su designación como el reloj oficial de los pilotos de la aerolínea Pan American World Airways, más conocida como la Pan Am.
Esta compañía se convertiría en el símbolo de la nueva era de la aviación, plasmada primero en una fuerte expansión por Estados Unidos y más tarde en el establecimiento de rutas intercontinentales como Nueva York-París (1958) o Nueva York-Moscú (1959). Será en este mismo año cuando Pan Am y Rolex firmen su acuerdo de colaboración y que permitirá al capitán C.N Warren llevar en su muñeca un reloj GMT-Master en el primer vuelo de la Pan Am con destino Moscú, a los mandos de un Boeing 707 repleto de periodistas que iba a cubrir la primera visita del vicepresidente Richard Nixon a la Unión Soviética.
Los pilotos de Pan Am se convertirían en los próximos años en los protagonistas habituales de los anuncios en la prensa del Rolex GMT-Master y los cuales aumentaron su popularidad de manera considerable.
Del plástico al metal
Pero hubo más acontecimientos importantes en 1959 relacionados con el GMT-Master más allá del acuerdo con Pan Am. Será en este año cuando el reloj experimente su primera evolución importante respecto a la primera versión presentada en 1055. Se presentará con la referencia 1675 y traerá como gran novedad la fabricación del disco bicolor en aluminio anodizado. Hasta entonces, esta pieza esencial del reloj estaba fabricada en plexiglás, un material sencillo de personalizar, pero de degradación muy rápida. El aluminio anodizado demostró ser un material mucho más resistente y fue el elegido por Rolex para la fabricación del bisel hasta bien entrado el siglo XXI.
El bisel de aluminio no fue la única novedad de la referencia 1675. Esta nueva versión del GMT-Master también añadía unos protectores laterales de la corona con los que el reloj adquirió su apariencia definitiva.
El GMT-Master y el problema de la hora local
La siguiente gran novedad técnica de la saga GMT-Master llegaría en 1982 con la referencia 16760, ya bajo el nuevo nombre de GMT-Master II. Este cambio se debe a la introducción de un nuevo calibre que cambia por completo el modo que tenemos que de usar la función de la segunda zona horaria del GMT-Master.
Hasta entonces, el movimiento del GMT-Master venía con las dos agujas horarias acopladas, con la complementaria de cabeza triangular vinculada al bisel de 24 horas. El usuario solo tenía que desplazar la escala del bisel para tener su deseada doble lectura horaria. El GMT-Master era muy sencillo de usar, pero presentaba una gran limitación. El ajuste de bisel es bastante útil para indicar una segunda zona horaria que vayamos a consultar, por ejemplo, por trabajo, pero no a vivir.
Para entender este problema debemos comprender antes cómo se distribuyen las dos zonas horarias del GMT-Master, al igual que el resto de los relojes de viajeros. Nos referimos a la hora local como la hora del sitio donde nos encontramos, ya sea nuestra casa, nuestro destino de vacaciones o la oficina en el extranjero a la cual nos hayamos desplazado. Esta hora, por funcionalidad, siempre debe aparecer en la esfera grande.
La segunda zona horaria viene habitualmente vinculada a la hora del hogar y que se mantendrá siempre fija. Su escala de 24 horas será además muy útil porque nos ayudará en los viajes transatlánticos a saber si nuestra familia y amigos se encuentran en horas diurnas o nocturnas.
Cómo se ajustaba el antiguo GMT-Master
A la hora de viajar, el usuario del GMT-Master tenía dos opciones. La primera era llegar al destino y ajustar la aguja horaria principal según la hora local, como haría en su casa. Después tendría que ajustar la hora de residencia con la aguja complementaria y la escala de 24 horas. La segunda solución era más rápida y consistía simplemente en usar la segunda aguja como hora local con un simplemente desplazamiento del bisel y dejar la aguja principal para la lectura de la hora de hogar.
Las dos soluciones son más que aceptables, aunque presentan limitaciones. En el primer caso, porque el ajuste obliga al detener y ajustar toda la hora del reloj, incluidos los minutos, algo que no es para nada necesario en un reloj de viajeros. En el segundo caso, porque lo normal es que usemos la esfera principal para consultar la hora del lugar en el que estamos. Son pequeños hándicaps fácilmente asumibles por la mayoría de los aficionados, pero no por el equipo de Rolex, que no paró hasta dar con la solución que los llevará a crear el reloj de viajero perfecto. Lo consiguieron en 1982 con el GMT-Master II.
El GMT-Master II cambia el concepto del reloj de viajero
Aquella referencia 16760, y su movimiento 3085, presentaba la gran novedad técnica del ajuste independiente de la aguja horaria a través de la corona. Al extraer este elemento, el usuario, en lugar de tener que ajustar el conjunto de las agujas, simplemente tenía que desplazar la aguja pequeña en saltos completos de una hora.
Con este ingenioso ajuste se lograban superar las carencias del anterior modelo GMT-Master y convertía al GMT-Master II en el reloj perfecto para viajeros.
¿Cómo se ajusta el GMT-Master II?
Es muy sencillo. Imaginemos que hemos aterrizado en Nueva York desde Madrid después de un largo vuelo. Vemos nuestro reloj y vemos que en nuestra casa en España son las dos de la tarde. En la esfera deberíamos tener la aguja horaria principal en la posición de las 2 horas y la complementaria indicando las 14 horas en el bisel giratorio.
También sabemos que diferencia horaria entre Nueva York y Madrid es de seis horas, así que tenemos que extraer la corona y mover la corona hasta conseguir otros seis saltos para atrás de la aguja horaria principal, sin necesidad de mover la de minutos. Será entonces cuando tengamos que en la esfera la hora local (las ocho de la mañana) y en el bisel la hora de casa (las dos de la tarde). Tan sencillo como efectivo.
Aunque el GMT-Master II supuso un enorme salto técnico, las versiones existentes del GMT-Master siguieron vendiéndose hasta su desaparición del catálogo de Rolex en el año 2000.
La era de la cerámica
El último gran cambio dentro de la colección GMT-Master II se dio en 2005 con la introducción de los biseles de cerámica. Como decíamos antes, Rolex sustituyó el plexiglás por el aluminio adonizado en 1959 como material de fabricación de las escalas de los biseles. Este cambio supuso un importante salto cualitativo y ayudó a definir la personalidad de la colección GMT-Master durante décadas. Sin embargo, el aluminio también presentaba ciertos problemas, asociados casi siempre a su facilidad para arañarse y la pérdida de color con el paso del tiempo a causa de la luz ultravioleta y el contacto con el agua.
Estos problemas se solucionaron con la aparición de la cerámica, un material que por entonces estaba introduciéndose en relojería y que ya había demostrada sus extraordinarias cualidades.
Fue un proceso paulatino, asociado a la mejora contina de los procesos de producción. El primer bisel de cerámica del GMT-Master II tenía un acabado completamente negro. No fue hasta 2008 cuando Rolex presentara su primer bisel de color (azul), aunque fue en la colección Submariner, por entonces ya bautizado con el término comercial exclusivo de Cerachrom.
No fue hasta 2013 cuando Rolex presenta su primer bisel bicolor de Cerachrom. Con aquella gesta técnica, la casa relojera logra dar finalmente con el sustituto perfecto de los antiguos biseles de aluminio.
El primer bisel bicolor de Cerachrom fue en azul y negro. Más tarde vendrían la variante canónica en rojo y azul, más las alternativas en verde y negro, marrón y negro y las reciente en gris y negro.
El icono de los viajeros modernos
El GMT-Master II es uno de los relojes más famosos que existen hoy en día en el mercado. A punto de cumplir setenta años de existencia, el reloj se ha mantenido fiel a su estética y filosofía original de reloj-herramienta, a la vez que se ha adaptado a los gustos y mejoras tecnológicas de cada época.
No solo eso, el GMT-Master II ha sido capaz de convertir una pieza funcional como el bisel en un elemento diferencial iconográfico, reconocible por todos los aficionados del mundo. El dominio de la técnica de fabricación del Cerachrom ha permitido a Rolex ampliar el abanico de alternativas cromáticas de sus modelos. Un enriquecimiento de la oferta que se complementa con las alternativas de materiales de fabricación (acero, Rolesor y las tres variantes de oro) y la suma de aquellos pequeños detalles que deleitan a los seguidores más insistentes, como el acabado de las agujas horarias o el color de las leyendas que aparecen impresas en la esfera.
En Rolex son conscientes del poder de atracción del GMT-Master II y cuidan con mimo la evolución de la colección. Incluso en los últimos años se han atrevido con propuestas más arriesgadas como su primer modelo para zurdos, con la corona en el lado izquierdo de la caja. Esta disposición se presentó por primera, y única vez hasta ahora, con un GMT-Master II, acompañado de un bisel verde y negro, combinación de colores solo disponible en este modelo.