Pocas cosas hay ante nuestros sentidos que activen profundamente un recuerdo hacia un ser querido o una determinada historia. No hace falta hacer memoria ni un gran esfuerzo para transportarnos a un momento concreto en el tiempo o volver a sentir la compañía de una persona especial cuando percibimos el aroma de un perfume o escuchamos una determinada canción. Un poder solo comparado al de las joyas: pequeñas piezas que guardan grandes historias para siempre. Incluso de generación en generación.
No podía ser de otra forma, su belleza y su brillo, sumados a su vida infinita, hacen que estas piezas sean el recuerdo de amor más especial. Ocurre desde la antigüedad, cuando las joyas ya se utilizaban como amuletos y ofrendas funerarias en Egipto. En Grecia y Roma los anillos simbolizaban promesas y lealtad. En la Edad Media los sellos y los medallones escondían recuerdos que solo conocía la persona que los llevaba; y en el Renacimiento incluyeron en los camafeos las imágenes de los seres más queridos. Hasta que una historia de amor, la de la reina Victoria y Alberto de Sajonia, terminó de afianzar esta bonita costumbre: el príncipe regaló a su esposa una diadema de diamantes y esmeraldas que él mismo diseñó, entre otras muchas piezas.

Con este propósito de conservar historias únicas, nació en 2021 la colección Three Wishes de RABAT, compuesta por una serie de piezas de estética atemporal, diseñadas para llevar (y recordar) siempre. Three Wishes está compuesta por tres emblemáticas piezas —pulsera, anillo, y pendientes—, confeccionadas de manera artesanal con materiales de origen responsable (RABAT es miembro del Responsible Jewellery Council).

Todas ellas están elaboradas con oro rosa, el más especial de todos porque su color representa el amor y el corazón, y con tres diamantes en talla brillante engarzados que representan el pasado, el presente y el futuro a través del legado de una familia. Imagina que, a punto de tener a tu bebé, recibes una de las joyas de Three Wishes que te acompañará siempre para rememorar el día en el que por primera vez te convertiste en madre. Ahora imagina que cuando ese bebé crezca y se convierta en madre o padre, tú le regalas tu joya como un símbolo que perdurará a través de las generaciones.
Al igual que las familias crecen, Three Wishes también lo ha hecho. Desde su lanzamiento ha añadido a sus piezas un pavé de diamantes blancos para que estas historias que guardamos con tanto cariño brillen al máximo. Después ese pavé fue evolucionando con otras opciones más coloridas: diamantes negros para rearfirma el carácter no gender de toda la colección; rubíes que potencian al máximo el efecto “love” del oro rosa; zafiros que con su intenso azul invitan a la calma; o las esmeraldas, siempre con su esperanzador mensaje. Y tú, ¿Qué historia quieres inmortalizar con Three Wishes?