Aunque no ha sido aún reconocido por la RAE, el término se utiliza en nuestro lenguaje diario para designar a objetos antiguos de diseño artístico y buena calidad y, por extensión, a todo aquél que reproduce el esplendor de épocas pasadas y, sin llegar a ser una antigüedad, se considera que, como los buenos vinos, ha mejorado o se ha revalorizado con el tiempo.
El momento que parece marcar esta nueva corriente coincide en el tiempo con un nombramiento, el de Davide Cerrato como director de marketing, diseño y desarrollo de productos de Tudor. Cerrato (hoy CEO de Bremont) tenía claro que el futuro de la marca estaba en su pasado. Así fue como en 2010 la hasta entonces hermana pequeña de Rolex fue reanimada en mercados como el británico o el estadounidense y se dio a conocer como marca de primera fila y de identidad propia.
Tudor debutó en la senda vintage con un Heritage Chrono inspirado en una pieza de colección de 1971 actualizada para el mercado moderno. Al año siguiente, el modelo Advisor junto con el completamente nuevo Heritage Black Bay abonaron el terreno para instalarse definitivamente en la estética vintage, de la que, dicho sea de paso, Longines y Zenith tuvieron también mucho que decir.
Dicho esto, en la segunda década del siglo XXI hablar de relojes vintage está más bien vinculado al concepto de Pre-owned, a la posibilidad de redescubrir relojes que atesoran una histórica única. Una nueva oferta que permite adquirir tanto un reloj del que se han vendido todas las unidades casi nuevo, con un ciclo de vida de a partir tres años, como una edición limitada fuera de tu alcance y que, además, tiene su propio legado. Para sus incondicionales, la historia, la intencionalidad y las anécdotas que acompañan a los relojes vintage valen mucho más que un flamante modelo nuevo.
Ya sea en una u otra vertiente del término, esta inspiración causa furor en todo tipo de modelos. Cada temporada los archivos de las marcas relojeras siguen incrementando la lista de los top ventas con una nueva pieza heritage, portadora del ADN de la firma y del diseño de décadas hoy con valor de oro.
Casi siempre nos referimos a relojes masculinos, pero si revisamos los archivos y la hemeroteca, las grandes fans de la relojería vintage han sido siempre las mujeres. Y es que llevan décadas ampliando el término a otros artículos de lujo como son los bolsos, las joyas y la ropa.
Cartier: de Jackie Kennedy a las millenials
El Tank de Cartier (1919) fue el reloj favorito de Andy Warhol. El artista, director de cine y productor musical -cuyas principales musas fueron Marilyn Monroe, Diana Vreeland e incluso la reina Isabel II– coleccionaba relojes de diferentes marcas, aunque siempre será recordado por su Tank de oro amarillo con esfera blanca, números romanos y correa de piel de aligátor negros al que llegó a dedicarle unas palabras que se han hecho famosas: «No uso el Tank para mirar la hora. De hecho, nunca le doy cuerda. Llevo un Tank porque es el reloj que hay que llevar».
Las mujeres más famosas en lucir el reloj Tank de Cartier u otro icono de la firma son mitos de la pantalla paro también de la vida política: Jackie Kennedy, Audrey Hepburn, Catherine Deneuve, Diana de Gales, Sarah Jessica Parker, Máxima de Holanda, Kate Middleton, Jill Biden, Kamala Harris o Michelle Obama, por poner solo algunos ejemplos.
Audrey Hepburn, uno de los iconos con más estilo de la historia, es recordada por su papel en Breakfast At Tiffany’s. Estrenada en 1961, no solo es una de las películas más significativas del cine de todas las décadas, sino también del mundo de la moda, ya que el vestuario es fundamental, particularmente aquel little black dress que la protagonista inmortalizó.
De igual modo, los complementos son fundamentales: los collares de perlas y anillos de diamantes se combinan con un reloj Tank de Cartier con detalles dorados y correa de piel marrón; una pieza que ella adoraba y que más tarde añadió a su colección privada de relojes.
Por su parte, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, es fan incondicional de los relojes Cartier, particularmente del Panthère en oro amarillo, el cual utiliza con frecuencia. Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, ha escogido el Cartier Ballon Bleu en acero y oro amarillo.
Años atrás, veíamos a Michelle Obama con un Tank Française de acero durante sus ocho años como primera dama, llevándolo en su primer retrato oficial en la Blue Room de la Casa Blanca. Obama consiguió la fama de mujer con gran estilo y Cartier es el testimonio perfecto de ello.
También se sabe que la realeza británica tiene especial predilección por Cartier. Gran número de las damas de la familia real británica llevan relojes de la firma francesa, incluida Kate Middleton, que luce un Ballon Bleu, regalo de aniversario de bodas del príncipe Guillermo.
Otra noble europea, Máxima de Holanda, ha demostrado su fidelidad a Cartier y a su preciado Tank. Pero la más famosa de todas ellas es la princesa Diana, que lució en muchas ocasiones su Tank realizado en oro. Y es que los relojes Cartier forman parte del vestuario clásico de la clase alta europea aunque, no obstante, Lady Di siempre le dio un toque contemporáneo.
Volviendo a un terreno más cercano a la realidad del común de los mortales, también los jóvenes de la generación Z y los millennials adoran los relojes Cartier. Al parecer, y según Trang Trinh, una aficionada a los relojes que dirige la cuenta de TikTok Girls O’Clock, a los miembros de la primera generación les encanta el Baignoire mientras que los segundos son más fans del Panthère.
Precisamente el reloj Panthère de Cartier sigue conquistando a las nuevas generaciones con cuatro nuevas esferas de color satinado, todas con movimiento de cuarzo. Lo vemos en las muñecas de artistas como Rihanna, Sienna Miller, Sofia Coppola, Dua Lipa, Bella Hadid, Zendaya, Chiara Ferragni… Y mucho más cercana tenemos a la actriz española Milena Smit.
Rolex: Rihanna y Jennifer Aniston
Según dio a conocer Hodinkee -plataforma especializada en relojes de lujo-, el reloj que lleva Rihanna antes de dar a luz a su primer hijo en 2022 era un King Midas de Rolex, una referencia creada a principios de los 60 por el legendario diseñador Gérald Genta (creador también del Nautilus de Patek Philippe y del Royal Oak de Audemars Piguet).
El reloj hace alusión al monarca de la mitología griega conocido por convertir en oro todo lo que tocaba, como hace la cantante con sus temas o su marca de lencería inclusiva, Savage X Fenty. Sin embargo, no se trata de un King Midas cualquiera, dentro de que, de por sí, es un modelo tremendamente difícil de encontrar, este ha sido personalizado por la joyera tailandesa Patcharavipa Bodiratnangkura.
Al parecer, la actriz Jennifer Aniston cuenta con una colección variada de Rolex (y de otras marcas, tales como Chopard, sea dicho de paso) pero su preferido es un Day-Date de oro amarillo con bisel estriado y esfera color champán. Un reloj de 1956 famoso por ser el único con una ventana semicircular a las 12 horas que mostraba el día de la semana con todas las letras y en varios idiomas. Esta pieza es conocida como President, no solo por su brazalete con tres filas de eslabones se llama así, sino porque muchos presidentes de Estados Unidos lo han llevado.
Jaeger-LeCoultre: tres musas del cine contemporáneo
La actriz nominada a los Oscar y la Caperucita Roja más sensual de la historia (en la adaptación de Catherine Hardwicke, de 2011) se convierte en embajadora de la manufactura en 2019. Desde el primer momento, Amanda Seyfried se enamoró de sus complicaciones femeninas (esto es, funciones tales como las fases lunares, la indicación día y noche, el tourbillon…), cautivada por su belleza y romanticismo. Hace dos años volvió a la actualidad relojera gracias a una sesión que la fotógrafa neoyorquina Alique realizó para Jaeger-LeCoultre.
Sarah Gadon (Toronto, 1987), de rostro angelical y un perfil propio de las musas de Alfred Hitchcock, es la actriz fetiche de uno de los directores de cine más inquietantes y siniestros de la industria, David Cronenberg. Hemos podido ver a recientemente a Gadon, embajadora de la firma de relojes Jaeger-LeCoultre, en la inauguración de la nueva tienda en New York con un Rendez-Vous de caja y brazalete de oro rosa y bisel de diamantes.
La colección Rendez-Vous, que se lanzó en 2012 y que lució Diane Kruger, ofrece relojes llenos de misterio, con una imagen elegante y un estilo sublime que combina, según Lionel Favre, director de diseño, “alta relojería y joyería para dar forma a relojes de una belleza impresionante”.
El último fichaje de la casa en llevar este clásico contemporáneo es Anya Taylor Joy, mundialmente famosa por sus interpretaciones en la serie Gambito de Dama y en la película Emma. Celebrando la feminidad, la nueva campaña de Jaeger-LeCoultre «Walk into the Dawn» presenta a Anya Taylor-Joy en una oda onírica a la Rendez-Vous Dazzling Shooting Star.
Blancpain Ladybird: el reloj con movimiento automático redondo más pequeño del mundo que hoy luce Naomi Watts
El primer reloj femenino de Blancpain, Ladybird (1956), se hizo famoso por alojar el movimiento redondo más pequeño del mundo (11,85 mm de diámetro). Su gestación se debe mucho a Betty Fiechter, la primera mujer propietaria y CEO de una compañía relojera suiza en una época en que las mujeres aún no tenían derecho al voto. Hizo crecer a la manufactura a pesar de la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, la aparición de los relojes de cuarzo y de sufrir un cáncer.
Lejos de reducir meramente el tamaño para adaptar los relojes masculinos, los modelos Ladybird están desarrollados específicamente para satisfacer los deseos y necesidades de la mujer contemporánea. El saber hacer relojero y las tecnologías más pioneras se ponen al servicio de la belleza.
El equilibrio estético que caracteriza los actuales Ladybird Colors se descompensa de manera sutil mediante una ligera asimetría que se detecta en los distintos elementos de la esfera. Los números romanos descentrados están resaltados por un realce con un engaste decreciente que se reproduce en el segundero pequeño y la fase lunar. Y aquí hacemos un inciso sobre la representación de la luna, ya que Blancpain hace un guiño a las mujeres dibujando un coqueto lunar a lo Marilyn Monroe en el satélite natural de la Tierra.
Al fin y al cabo, Marilyn Monroe fue clienta indirecta de la marca ya que poseía un reloj de cocktail de los años 30 que le regaló su tercer marido, el dramaturgo Arthur Miller. Este reloj de noche estilo Art Deco ha sido rememorado hace un par de años en el biopic Blonde, basado en el libro de Joyce Carol Oates, dirigida por Andrew Dominik y protagonizada por Ana de Armas.
El 30 de octubre de 2019, Blancpain celebró el lanzamiento de su exposición «Timeless Elegance» en Nueva York, revelando por primera vez al público un legendario reloj joya de Marilyn Monroe. Exhibida en la emblemática boutique de Blancpain en la Quinta Avenida, la exposición fue inaugurada mediante un evento privado al que asistieron Naomi Watts y el célebre fotógrafo Lawrence Schiller, cuyos retratos poco conocidos de Monroe pueden observarse a lo largo de una colección de pertenencias personales de la estrella.