Anton Vallverdú

Más de los que debería y menos de los que me gustaría.

Nací al mundo horológico gracias a un misterioso reloj que usaba mi abuelo materno. Me pasé la adolescencia preguntando en todo tipo de relojerías por «un reloj negro con unas líneas finas blancas» del que, obviamente, nadie me daba razón. No fue hasta mucho más tarde, con el abuelo ya desaparecido y yo ya metido en este mundillo, que en una charla casual mi abuela sacó del fondo de un cajón una caja roja, que no era de Nestlé sino de Universal Geneve. Un Polerouter con micro rotor -y con mucha vida a sus espaldas- que conservaba todos los componentes originales.

Esto último ocurrió cuando internet era una novedad, y gracias a una cosa llamada foros uno descubría que no estaba solo en el mundo y que existían otros locos a quienes les encantaba hablar de sus relojes y compartir sus experiencias. A finales de 2003 fundé Relojes Especiales, que dio origen a una de las comunidades más extensas de habla castellana y que se ha convertido en el foro más importante del mundo en esta lengua, generando incluso algunos “spin-offs” en distintos canales donde tu referencia es tu nick en RE.

Tengo una modesta colección de relojes (Colección=con un criterio. Acumulación=impulsos o caprichos) centrada en relojes Tissot de la época pre-Swatch Group (años 1970-80 hacia atrás) donde hay una buena variedad no solo de modelos sino de calibres propios de la marca.

Además de relojes, en estos años también he ido atesorando experiencias y conocimientos, haciendo bueno el dicho de que cuanto más aprendo más me doy cuenta de lo que me falta por aprender. Lo mejor de todo es poder compartir eso conocimientos no solo con los compañeros del foro sino también, y gracias a Rabat, con los lectores de su Magazine.

Mediados de los 90: descubro por fin que el reloj del abuelo era un Polerouter

2003: nace Relojes Especiales

2009: Mi primer Baselworld invitado como prensa

2023: Celebramos el 20 aniversario de Relojes Especiales

ÚLTIMOS ARTÍCULOS